Capitulo 14

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Thalia sonrió con felicidad mientras veía como un portal se formaba lentamente en medio del Salón del Consejo Olímpico, todos viendo con expectación el portal, el cual mostraba una lujosa habitación mientras se iba agrandando lentamente al tamaño de una camioneta.

''Vamos, síganme, verán que seremos bien tratados'' dijo la pelinegra con una sonrisa emocionada mientras se dirigía al portal con paso lento, con los demás siguiéndola hasta que traspasaron el portal, causando que el portal se cerrara una vez pasaron todos.

Y todos se sorprendieron hasta mas no poder al ver el lugar.

Un lujoso salón de relajación de pisos hechos de obsidiana, columnas hechas del mas puro oro, un techo en forma de cúpula con mosaicos de Naruto cabalgando hacia la batalla junto a finas y caras telas traslucidas de seda plateadas colgando del techo y enganchándose en las columnas antes de caer sobre el suelo y lujosos asientos cómodos.

A su vez, había una luz tenue que dejaba ver todo y daba un toque de misterio lujurioso al lugar junto al humo y olor de los inciensos, además de que todo el lugar tenía alfombras de terciopelo rojas con bordados en oro.

''¿Quien esta ahí?'' Pregunto una voz femenina mientras cuatro mujeres tapadas de pie a cabeza por capas salía detrás de algunas columnas antes de ver al grupo, causando que jadeos sorprendidos salieran de sus bocas antes de que cayeran de rodillas y pusieran sus frentes contra el suelo y sus manos estuvieran delante de ellas en forma de rezo.

''LAMENTAMOS NO HABERLA RECONOCIDO, THALIA-SAMA, SEÑORA DE LOS RAYOS Y TORMENTAS, EM-'' gritaron las mujeres antes de que fueran calladas por el sonido de los pasos de Thalia, la cual camino con un porte digno y de realeza, causando que las mujeres levantaran las cabezas, sus rostros tapados por velos de seda negra.

''Parece la caminata de una reina o emperatriz'' pensó Artemisa con aprobación mientras los demás del panteón grecorromano parecían sorprendidos por la forma de andar de la pelinegra.

''Levanten la cabeza, y solo llámenme Thalia, después de todo, sois la concubinas del Emperador Lunar, tenéis el derecho de tener la frente en alto y hablarme como iguales'' dijo la oji azul con una sonrisa amable mientras tomaba de las manos a dos de las ahora conocidas como concubinas de Naruto, la cuales se levantaron lentamente mientras sus ropas esconden su forma y apariencia.

La hija de Zeus se dio la vuelta con una sonrisa divertida mientras veía a los semidioses, dioses y cazadoras, que la veían con sorpresa.

''Chicas, les presentó a los Olímpicos, sus hijos semidioses y las cazadoras de Artemisa/Diana, por favor, trátenlos como invitados de honor'' dijo la semidiosa pelinegra con una sonrisa mientras las concubinas rápidamente se inclinaban con respeto.

''Es un honor conoceos, grandes dioses y sus hijos como grandes cazadoras de las diosas guardianas de nuestro gran imperio, por favor, siéntanse como en casa'' dijeron las concubinas mientras señalaban con sus manos los cómodos asientos, uno habiendo sido reclamado por la Namikaze, la cual había llamado sirvientas que se inclinaron ante ella antes de traer comida y bebida para todos, inclinándose ante ellos con respeto y anhelo.

Todos notaron el trato especial en los dioses y la emperatriz, causando que que se preguntaran el porque de esto.

''¿Por qué parecen respetarte tanto como a los dioses, Thalia?'' Pregunto la pelinegra de ojos verdes con curiosidad y su cabeza algo inclinada por la confusión

''Bueno, Andrómeda, el emperador, el hijo de Lady Artemisa, me tiene en gran estima, por lo que me tratan muy bien'' dijo Thalia con un encogimiento de hombros a la otra pelinegra ahora conocida como Andrómeda mientras disfrutaba algo de queso que habían dejado para que comieran mientras esperaban comida de verdad para saciar su hambre.

El emperador lunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora