Symphony || Seoksoo, Wonhui, Jeongcheolhoon

EP 1: i've been hearing symphonies

Seokmin era un reconocido reportero de una cadena televisiva en Seúl, y le encantaba viajar por todo el país en busca de personas interesantes (a su punto de vista) a las cuales entrevistar.

Junto con su equipo, que consistía en dos personas más, visitaban cientos de lugares que dejaban a las audiencias encantadas con cada uno de los reportajes que ellos hacían.

Fue un día, cuando visitaba Incheon, que encontró un enorme anuncio sobre una pequeña y exclusiva presentación que haría la orquesta de la ciudad, "인천시립교향악단 / Incheon Philharmonic Orchestra", dirigidos por el famoso y joven director, Joshua Hong.

Seokmin jamás había ido a uno de esos conciertos, pero a cualquier artista del mundo de música clásica (incluso contemporánea) que había entrevistado, ellos siempre mencionaban a aquel chico, nombrándolo como el mejor y más joven director de orquestas que hayan conocido.

Seokmin sabía que debía conocerlo, entrevistarlo y así ver si lo que todos decían era cierto. Por supuesto, él no era un experto en música clásica, pero su ardua tarea a través de los años lo había hecho un poco –sólo un poco– más conocedor sobre aquel mundo.

El evento se llevaría a cabo en un observatorio cerca de donde él y su equipo se encontraban, así que de inmediato decidieron dirigirse hacia el OceanScope, un observatorio nuevo que el gobierno había construido para concientizar a las personas sobre el reciclaje. El lugar no era tan grande como otros, lo cual vieron en cuanto se acercaban a él.

–El concierto realmente es exclusivo, ¿eh? –Comentó Seungcheol al ver el edificio con forma un tanto extraña, desde el asiento trasero de la van. Choi Seungcheol era el camarógrafo que siempre acompañaba a Seokmin, desde que habían empezado con sus reportajes, 5 años atrás.

–¿Creen que nos dejen pasa? –Preguntó Jun, el asistente de Seokmin, quien manejaba la van.

Se detuvo afuera del estacionamiento, el cual estaba iluminado por altas farolas. Pudieron ver que no había muchos autos allí, así que el comentario de Seungcheol había sido bastante atinado.

–Buenas noches –los llamó alguien al otro lado de la ventana del conductor. Jun la bajó y frente a ellos encontraron a una mujer de cabellera larga y rubia que les sonreía con amabilidad. Ellos le devolvieron el saludo. Por su uniforme, supieron que era parte de la seguridad del recinto–. ¿Tienen invitación para el concierto?

Los tres se miraron un segundo.

–En realidad no –Seokmin fue sincero, pues no le quedaba de otra, no era como si pudieran aparecer por arte de magia una invitación exclusiva que sabían que necesitaban–. Pero –agregó de inmediato–, somos prensa –terminó, sonriendo, intentando convencer a la mujer.

Ella suspiró y miró hacia el auditorio dentro del observatorio, en donde las luces blancas estaban encendidas, lo cual le indicaba que aún no había iniciado el concierto.

–Veré que puedo hacer –respondió al final. En realidad ella sí que conocía a Seokmin, eran muy pocas las personas en el país que no lo hacían, pero no estaba segura de si, incluso siendo así de importante, lo dejarían pasar.

La mujer tomó el radio que llevaba colgado de su chaqueta y lo encendió, llamando a la persona que estaba del otro lado de la línea.

–Hyejin –dijo la rubia. Pasaron unos segundos para que la voz de otra chica le respondiera.

–¿Qué pasa, Yongsun?

–Hay unos reporteros en la entrada –explicó la rubia–. Quieren entrar a hacerle una entrevista al joven Hong –la chica los miró, haciendo una silenciosa pregunta. Seokmin asintió de inmediato, dándole a entender que lo que había dicho era precisamente a lo que iban.