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______ se despertó con la sensación de estar entre los brazos de alguien. ¿En los brazos de...?
-No te muevas.
La voz de Justin sonaba tan exigente como siempre.
- ¿Qué estás haciendo?


Cuando abrió los ojos, ______ se encontró en una habitación que no conocía y, lo más increíble, tumbada en una enorme cama con dosel. Inmediatamente, rodó sobre sí misma y saltó de espaldas, cayendo de pie como una gimnasta.
Justin sacudió la cabeza, como si no diera crédito a lo que acababa de ver. Lo que él no sabía era que los criados de su madre, Pearl y Stan habían sido artistas de circo. Como ______ no tenía mucho que hacer cuando era niña, ellos la habían entrenado en todo tipo de acrobacias.


-Buen salto -murmuró, divertido-. ¿Cómo lo has hecho?


¿Por qué tenía que ser tan guapo?, se preguntó ella. ¿Por qué se le quedaba la boca seca al mirarlo? ¿Por qué su rebelde cerebro no dejaba de imaginarse a sí misma tumbada en aquella cama... abrazada a él?
Deseo, se dijo a sí misma. Un deseo que la hacía mirarlo de arriba abajo, observando cada centímetro del poderoso físico masculino. Un calor inesperado se instaló entonces entre sus piernas. ______ apretó los muslos, en un esfuerzo desesperado por matar aquella traidora respuesta.
Tenía un plan y debía llevarlo a cabo. Justin ibn Bieber era un hombre muy obstinado y hasta que no hubieran arreglado lo que se estropeó un año atrás, aquella atracción estaba fuera de lugar.


-Me has asustado -dijo, esperando desviar la conversación de sus talentos acrobáticos.
- ¿Porqué?
Solo con mirarlo, ______ sentía un hormigueo por todo el cuerpo. Con aquellos ojos dorados frente a ella, no tenía que preguntarse a sí misma por qué había mentido un año antes.
-Porque no sabía dónde estaba.
-Yo nunca le haría daño a una mujer, ______.
-Pero yo no quiero estar aquí y tú lo sabes.
-Ha sido tu elección -dijo él, con frialdad.
-Tenía que elegir entre el fuego y el humo -replicó ______, irónica.
-Así fue como yo me sentí el día de nuestra boda. Atrapado como un animal. No tenía más alternativa que casarme contigo. Mi padre estaba muy enfermo y habría sido terrible que, en sus últimos días, mi nombre apareciera en los periódicos a causa de un sórdido romance con una adolescente.
- ¿Sórdido? ¿Por qué sórdido?
-No quiero hablar de eso -dijo Justin, tirando de ella-. ¿Qué posibilidades hay de que te deje escapar por segunda vez sin haberte tocado?
______ se vio aplastada contra el torso del hombre, casi sin respiración.
-Justin ...


Él acarició su cara. Los ojos dorados la exploraban con ansiosa precisión mientras pasaba un dedo por sus labios, observando cómo se dilataban sus pupilas, observando cómo entreabría los labios...
Y entonces tomó su boca. Para ______, el efecto fue un incendio inmediato. Cada célula de su cuerpo se despertó a la vida y sintió que Justin temblaba tanto como ella.
Intentaba hacerse el duro, aparentar una frialdad que no sentía. Quizá no fue ella sola la que sufrió con la abrupta separación.
Justin acarició sus caderas y la apretó contra sí, aplastando sus sensibles pechos contra el muro de su torso. El gemido ronco que salió de la garganta de ______ dio la bienvenida a la invasión de su lengua. Unos segundos después, él se apartó.


-No puedo quedarme.
- ¿No puedes quedarte? -repitió ______, perpleja.
-Solo había venido a casa a cambiarme. Esta tarde tengo una reunión.
______ intentó arreglarse el pelo y la ropa, sorprendida por su propia reacción.
-Muy bien.
Justin sonrió.
-Hace cinco minutos me has dicho que no querías estar aquí, pero veo que cambias de opinión como el viento. Ni siquiera yo había esperado ganar la batalla con un simple beso.


______ lo miró, retadora. Hablaba como un crío, pavoneándose de su superioridad. Si le había devuelto el beso, era porque quiso hacerlo. No se había dejado «seducir». Le apetecía besarlo, simplemente.

Chantaje al Amor (Justin y tu) ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora