2

9 4 0
                                    

Ya habían pasado los dos días así que cogí mi caballo y me dirigí al bosque para reencontrarme con el misterioso chico. Estuve esperando 30 minutos y él no aparecía, pero sentía una sensación de que tenía que dirigirme hacia el otro lado del bosque, así que así hice.

Al principio tenía miedo pero cada vez me sentía mejor.

Después de cabalgar unos 10 minutos, allí estaba él, sentado encima de unas rocas que parecían la entrada de un lugar subterráneo abandonado.

-No habíamos quedado aquí- dije bajándome del caballo

-Lo se, pero me has encontrado igualmente

-¿Qué es esto?

-Es la entrada de mi guarida secreta, o básicamente donde voy cuando necesito estar solo.

Entramos y lo primero en lo que me fije es que era un lugar oscuro, lleno de papeles viejos y poca iluminación.

-¿Qué son todos estos papeles?- pregunté mirándolos por encima.

-Te acuerdas que te mencioné un edificio antiguo? Bien, pues lo llevo buscando bastante tiempo porque según leyendas ese edificio te permite pedir deseos o algo parecido.

-Entiendo, entonces puedo ayudar en algo?

-No me vendría mal una acompañante- dijo sonriendo.

-Y que tengo que hacer?

-Solo nos tenemos que encontrar aquí cada día a la misma hora para empezar con la exploración, no llegues nunca ni un minuto tarde, entendido?

-Vale- dije girándome dándome cuenta que había desaparecido- ¿Qué? ¿Cuándo se ha ido?

Volví a casa un poco confundida porque no se como se lo hacía para siempre desaparecer de repente.

Desde ese día me tuve que inventar una excusa para que mi madre no me regañara por desaparecer todos los días a la misma hora sin dar mínima explicación.

Un Deseo o Un Milagro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora