Tú solo calla

Capítulo 1

Este capítulo contiene escenas turbias

Jasón.

Meses antes del secuestro.

-Todos ustedes son una maldita mierda.

Salgo abriendo las puertas de par en par sacando mí arma y matando a los tres hombres que custodian las puertas de la mansión.

No me importa perder gente, jamás hacen bien su trabajo y mí mejor hombre ahora mismo se encuentra con cuatro balas en el cráneo.
Saco mí móvil y camino en dirección al coche que me espera en los pies de la escalera.

-¿Dónde diablos estas?-Este habla dándome la dirección que se la paso al chófer que me lleva hasta el lugar sin protestar, sin rechistar ya que el que da las órdenes aquí soy yo, nadie más.

Desde que tengo uso de memoria todo se ha hecho a mi manera, nadie puede contradecirme, al que lo hace está muerto. Mi apellido lo dice todo soy el primogénito de uno de los más grandes mafiosos de la historia pero eso quedó atrás cuando yo estuve al frente, ya que soy el mejor de todos, a mi padre lo mate porque me estorbaba, no asía lo que yo quería por lo que él solo eligió su destino, aún recuerdo sus gritos, sus súplicas fue un cobarde, el lema siempre fue jamás supliques contra tu enemigo pues Eloís lo incumplió suplico ante mí, su hijo.

¿Y quién dijo algo? nadie, nadie protestó porque él que lo hace lo mató o lo mandó matar.
Mate a mi madre, esta no resistió al parto cuando nací, mi padre siempre me lo recalco y siempre lo hacía, por lo que me importa una mierda, ellos no valían nada jamás van a valer nada y él menos.

La primera vez que mate fue a los doce años. Mi vecino un niño que se creía más que yo, pero nadie es más que yo, su muerte fue lenta y dolorosa se lo merecía, todos merecen la muerte, recuerdo muy bien cuando golpeé con un ladrillo su cabeza y arrastré su cuerpo hasta el bosque, luego ahí lo ate a un árbol y con vidrios lentamente fue abriendo su cara, su sangre se esparcía por todos lados... suplicaba que lo deje pero siempre se acaba lo que se empieza ¿no?, pues lo hice corté su lengua para que parará de gritar, para que no se escuchara nada porque, su voz, su voz era asquerosa, era un chillido que odiaba, con un cuchillo fui abriendo su estómago y luego como en el cuento que me contaba la sirvienta el de caperucita roja y el lobo una historia donde el cazador junto a la abuela habría en el estómago de El lobo para meter piedras dentro y luego coser, puesto que eso hice yo, metí piedras y gusanos, luego de eso con el mismo extraje sus ojos, tengo uno de sus ojos como recuerdo fue tan fácil sacarlo solo clave en cuchillo en el iris para luego extraerlo.

Esa tardé llegué con una sonrisa a casa porque lo había matado, es enserio cuando digo que todos se merecen la muerte, todo lo que no hagan caso a mí desean la muerte, nadie me contradice jamás y así seguirá siendo para siempre.

-Señor está seguro que quiere exponerse, es un lugar público.

-Al que intente algo está muerto además es un parque quien va reconocerme, los mocosos ni siquiera se me acercan.

Asiente con la cabeza, Lion es el único que me le tengo aunque sea una pizca de afecto, ah estado desde que tengo conciencia, cuido de mí, si tuve el pensamiento de matarlo pero me sirve ya que la lealtad en esta vida es escasa. Y la de mi mano derecha no es muy estable, tal vez no sea mi mano derecha por la confianza, sino porque me sirve tenerlo a mi lado, pero me cansare y su sangre va a correr entre mis manos y lo voy a disfrutar siempre lo disfruto.

Llegamos al sitio, por lo que me dirijo a unas de las bancas más lejanas pero con vista a los juegos de niños, esperando a Meiyu, al que localizo a unos cuantos metros dando un dulce a una niña, si él es el que más se acerca a ellos, puede parecer un encantador hombre pero detrás de ella se encuentra un ser repulsivo, que los atrae para luego pedir grandes sumas de dinero pero matándolos cuando ya tiene todo lo que quería. Puede sonar desagradable pero eso no está en mis manos ese negocio es muy aparte de lo que yo hago matar a persona tan fríamente que me encanta.