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P.O.V JIMIN

Nuestros labios se mantuvieron presionados por largos minutos. La diferencia de tamaños era notoria cuando estos se rozaban suavemente cuán fina seda.
¿Esto es lo que quiero? ¿Por qué él me llama a hacer algo que quizás después no quiera? ¿No quiero? ¿Querré más?

Joder.

No puedo concentrarme cuando me presiona con suavidad hacia la pared y sus dedos conocen por parte mi cintura. Puedo sentir sus yemas y al mismo tiempo nuestros labios conociéndose aún mejor.

Él me llama al pecado.

¿Qué soy yo en este caso? ¿La manzana? ¿Eva? ¿Adán?

Lo único que sé, es que soy un idol en problemas. Porque no puedo estar con quien yo quiero, no puedo salir al parque, ni al cine, ni al centro comercial de la mano con quien quiera. Por eso todos se cansan... y si siguen conmigo... es netamente por dinero. Jaehyun no era el caso, yo se que él se queda porque quiere ayudarme.

¿No?

—H-Hyung... — dijo al separarse centímetros de mí.

No respondí. No porque no quería, sino porque no encontraba las palabras adecuadas. Yo era un desastre y él solo estaba enfocado en mis labios.

—Jungkook.

Su nombre era todo lo que podía decir.

Eso...

Y estupideces.

—N-No... No... — musité negando con lentitud mi cabeza.

Sus caricias eran constantes en mi cintura, y eso me ponía aún peor. Sentía como si mi casa estuviera patas arriba.

—¿Qué pasa? —Su voz era suave, y pude escuchar preocupación en su tono de voz. —¿Estuvo mal...?

¿Mal? Dios... No...

—N-No... es que... es solo que...

Dilo de una buena vez, antes de que sea muy tarde.

—Jungkook... estuvo no... estuvo mal...

—¿Q-Qué?

—Esto no debió pasar— Pero tú tienes toda la culpa. Tu lo invitaste a darte un beso. Un increíble beso.
Pude notar que el rostro de Jungkook cambió por completo; sin embargo, no se alejaba de mí.

—Por favor, señor Park... no me aleje— me rogó.

El corazón se me aceleró de golpe al sentir su respiración por encima de mis labios.

—Este no puede ser nuestro primer y último beso.

Pero debe serlo.

—Jungkook... N-No... Era... Era una broma... ese beso... ese beso no significó nada para mí— mentí.

Mierda.... ¿Por qué duele?

Pero me dolió aún más cuando vi su rostro transformándose en uno de tristeza, decepción y dolor. Sí... el dolor en su bello rostro era notorio.

—¿De qué está hablando? ¿Era... era un juego suyo?

—S-Sí— otra mentira más —Caíste en la... trampa.

Jungkook se alejó de mí y me miró con disgusto. Me lo merecía. Me merecía esa mirada de rabia, pero no me gustaba para nada.

—¿Qué mier...?

—¿Cariño?

Lo que me faltaba.

Jaehyung entra con rosas blancas y se quita los zapatos para caminar hasta donde estábamos con Jungkook y me sonríe como siempre lo hace. No sabía cómo sentirme porque... repito, soy un desastre.

Play me, Kiss me - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora