Capítulo 1: La llegada.
Todo empezó en un frío 6 de Enero... Hacía como cuatro días que nos habíamos mudado a New York, no sé si decir por culpa de mi padre o gracias a mi padre, la causa era por trabajo. Estaba con mi hermana, Lyanne Terras, una chica de 16 años, muy alta y rubia, con sus maravillosos ojos azules de los que cualquier hombre se enamora, cuya dedicación es el mundo del arte, más concretamente el teatro y la música... Yo no la veo como una típica hermana de la cual está todo el día pegada al culo de su hermano mirando que hace y que deja de hacer. Ella es especial, siempre puedo contar con ella cuando lo necesite.Volviendo a la historia... Estábamos sentados en un banco cerca de la Grand Central Terminal. No teníamos nada que hacer, era el día de reyes y todo el mundo estaba en la calle esperando a la noche para la gran cabalgata. Nosotros decidimos no ir “somos ya bastante grandes como para ir a una cabalgata, pensé.” Así que nos fuimos con mi hermana a dar una vuelta. Vimos a un grupo de jóvenes todos de nuestra edad, caminando por el andén riendo cuando mi hermana se fue hacia ellos así sin más.
+¡Lyanne, espera! ¿A dónde te crees que vas? - le dije con un tono un punto enojado.
+Pues a hablar con ellos, son todos muy monos, además somos nuevos aquí tenemos que empezar a hacer amistades, ¿No crees? -lo decía totalmente seria, ni un músculo de su cara se movía.
+Sí, supongo... - dije dubitativo.
+Vamos payaso, será divertido. -dijo Lyanne con una tremenda sonrisa en la cara.
Lyanne cruzó de repente la carretera, está loca - pensé, yo fui a por el paso de cebra más cercano y me reuní con ella que ya empezó a flirtear con los chicos hacía ya un rato.
+¡Ayden ven, corre! Te presento a Lucas, Thomas, Mariah, Tania y el guaperas de Chris. Chicos este es mi hermano Ayden. –dijo animadísima.+Un placer chicos... Esto... S-soy Ayden.
+Encantada, guapo. -dijo Mariah, con una agradable sonrisa. Mariah era una chica no muy alta, con una melena marrón como la miel. Su voz era dulce y transmitía mucha tranquilidad.
+¡Un placer chico! -dijo Lucas, mientras me dio una suave, pero un poco dolorosa palma en la espalda.
+Que hermano más guapo tienes Lyanne. –soltó Tania. Ésta se levantó y me dio dos besos. Me ruboricé como un tomate.
Todos eran unos chicos y unas chicas simpáticas y alegres, menos Chris, no me refería a que no fuera simpático o alegre, pero él estaba todo el rato quieto, mirándome a mí o a cualquier otra parte y solo hacía que sonreír o contestar las preguntas que le hacía la pesada de mi hermana.
De repente Thomas miró su reloj.
+Esto, gente, he de irme ya... Nos vemos mañana en la excursión.
+¿Qué excursión? -dijo la chica rubia de ojos azules.
+Lyanne eres una cotilla. -le susurré al oído.
+Como todos los años, nosotros hacemos una pequeña excursión antes de empezar el curso. -saltó Chris cuando me vio susurrarle algo al oído a Lyanne.
+Si queréis, os podéis venir. –dijo Lucas
“Maldita sea, ya tenías que haber dicho eso Lucas. –pensé”. Vi que la cabeza de mi hermana, decía sí.
+¡Sí, sí! -chillaba mi hermana rebosando de alegría- Por cierto... ¿A qué instituto van?
+Yo y Lucas vamos al Instituto de Arte Sotheby -dijo Tania, orgullosa de estar estudiando ahí, dándole un enorme abrazo a Lucas.
+¡ANDA YA! Yo también empiezo en ese instituto. -Lyanne alucinaba de tener a dos de sus recientes amigos estudiando allí.
Mientras ellos hablaban de la excursión, yo observaba a Chris: no era un chico muy alto, aparentaba tener 16 años, pero en realidad, tiene 18. Su pelo era largo y liso, pero era como negro. Su sonrisa, era la más bonita que había visto nunca. Se percató que le estaba mirando y se levantó, se acercó a mí y me rodeó el cuello con su brazo...
+¿Y tú qué? Llevas todo el rato calladito.
+Entonces, como tú. -le miré con el ceño fruncido.
+¿Tú también irás al instituto de...? -no le dejé acabar cuando respondí.
+No, yo iré al Instituto Cervantes, quiero aprender la cultura Española.
+Interesante... Yo voy a la Universidad Estatal de aquí Nueva York, si quieres un día te vienes y damos un paseo por el campus...
Tenía a Chris a dos centímetros de mi oreja cuando, noté la mano de Lyanne que me empujaba y solo observar su mirada entendí que debíamos irnos.
+Bueno chicos, nosotros tenemos que regresar a casa que empieza a ser tarde y dudo que nuestros padres quieran que estemos mucho rato fuera si somos nuevos aquí.
Estuvimos caminando los cinco: Lucas, Lyanne, Mariah, Chris y yo. La casa de Tania, estaba en otra dirección así que ella se fue por otro camino. Tania era una chica bajita, parecía europea por su tono de piel y su cabello era increíble, llevaba zonas pintadas de azul, otras de violeta y las puntas rosas.
+Bueno chicos y Mariah, nosotros vivimos aquí... Nos vemos mañana en la excursión. ¿A las 12 a.m. delante del Grand Station Terminal? -se despedía Lyanne.
+Si preciosa, nos vemos mañana, ciao. -Lucas le di dos besos a Lyanne y se fue con Mariah.
Cuando me di la vuelta, choque contra un cuerpo musculoso y con un cierto aroma a vainilla, era Chris. Le miré fijamente a esos ojos verdes esmeralda que le brillaban por la luz de la farola.
+¿Cómo es que tú no te vas? Eh, Chris.
+Yo vivo en la casa de delante a la vuestra, solo tengo que cruzar la calle, hermosura.
+No me llames algo que no soy. -dije un poco enojado pero nervioso ya que ese cumplido, me gusto.
+Nos vemos mañana, pequeño. -se despidió junto a un beso en la mejilla.- Adiós Lyanne, hasta mañana.
+¡¡Adiós Chris!! –se reía como una niña y le decía adiós con la mano cual loca mientras que yo, ruborizado por su cumplido, me metía en casa.
+¡LYANNE! No chilles tanto que todo el mundo nos mira... -me puse rojo como una manzana.
+Vale, lo siento, Ayden. Entremos en casa, papá y mamá nos estarán esperando para cenar.
Cuando entramos, papa nos hizo todo un largo cuestionario, durante la cena, sobre que hicimos en todo el día. Le contamos que habíamos conocido a los chicos y a las chicas y que mañana íbamos a hacer una excursión. Nuestros padres, Gregory y Lucía, de ambos 47 años, ambos son castaños y con los ojos marrones miel y son de esos padres que te dan toda la libertad que un adolescente puede desear.
Una vez terminamos de cenar, nos fuimos a nuestra habitación donde Lyanne no paraba de hablar de lo guapos y macizos eran esos chicos. Yo estaba todo el rato embobado, pensando en Chris... Esos labios tan sexys y esos ojos esmeraldas, me provocaban tal sensación que quería pasarme días mirándolos y besando esos labios.+Bueno, Ayden ya son las 3a.m. tenemos que madrugar.
+Buenas noches, princesa. -siempre le digo princesa a Lyanne antes de irnos a dormir porque la tranquiliza y duerme plácidamente. Serán cosas de la vida, supongo.
+Buenas noches, príncipe.
Menudo día nos esperaba mañana...
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¿El amor existe? [GAY]
Teen Fiction¿Crees que el amor existe? ¿Crees que Ayden va a aguantar todos los problemas que le presenta la vida? Amor, tragedia, decepciones, personas que marcan en la vida,... Todo lo que menos te esperas, sucede. Un trágico accidente le cambió la vida a...