¿El amor existe? [GAY]

Capítulo 21: Adiós Nueva York y hola California.

Capítulo 21: Adiós Nueva York y hola California.

Abrí los ojos lentamente, me dolía bestialmente la cabeza. Me pasé la mano por la zona dolorida y noté que llevaba una gasa en la cabeza. Me levanté un poco de la camilla y ví a Lucas durmiendo en la butaca y a Chris durmiendo en la camilla de al lado. Reí. Era increíble que los dos estuvieran en la habitación. Alargué el brazo y cogí un vaso de plástico que había en la mesita, pero faenas tuve, cada movimiento que hacía, joder que dolor de cabeza. Se lo lanzé a Lucas y éste solo se movió. Empecé a reír aunque no tardé mucho en para porque me dolía la cabeza. Le fuí llamando en voz baja hasta que ví que había abierto los ojos. Sinceramente no recordaba nada de lo que pasó así que quería preguntarle.

+Lucas, pst, despierta. -abrió los ojos como dos platos y se levantó de golpe. Me agarró de los ombros y me volvió a estirar en aquella cama.

+Has de descansar Ayden, no te levantes.

+¿Qué pasó ayer Lucas? Solo recuerdo caerme en el suelo de la entrada del hospital...

+Veo que el doctor tenía razón. Ven, vamos.

+¿A dónde? -Lucas no dijo nada, puso su brazo derecho por debajo de mis rodillas, el izquierdo en mi espalda y me levantó. Me dejó caer suavemente en el suelo pero al apoyar los pies, perdí el equilibrio. Lucas estaba a mi lado e intentaba evitar que me cayera al suelo.

Salímos de la habitación sin despertar a Chris. Lucas me fué llevando lentamente y con cuidado por diferentes pasillos hasta que llegamos a una sala de color violeta. Entré y ví a mi madre y a mi padre hablando con alguien. Asomé la cabeza y ví a Lyanne con un enorme vendaje en el brazo izquierdo. Empecé a recordar cosas... La caída, el disparo... Mis padres no tardarón mucho en levantarse y abrazarme. Me aparté de ellos porque me hacían daño aunque pude solucionarlo con una sonrisa.

+Ayden, mi niño ¿estás mejor? -mi madre parecía increíblemente preocupada.

+Sí, mamá. Solo me duele un poco la cabeza.

+Vale. -me dió una palmada y me empujó suavemente.

Me acerqué a la cama de Lyanne y esta se puso a llorar. Seguramente estaría asustada de lo que pasó. La abracé y dejé que llorara en mi hombro todo lo que ella quisiera. Una vez paró, la miré y la besé en la frente dulcemente como yo se lo hacía siempre y le transmitía esa paz y esa tranquilidad que ella buscaba. A los pocos minutos entró el doctor para mirarle la herida de mi hermana así que me fuí de la habitación.

A pocos metros había una enfermera donde daba sillas de ruedas para los enfermos. Me acerqué y le pedí una porque no quería caminar mucho con este dolor de cabeza. Lucas estaba a mi lado y me llevaba en la silla.

+Lucas, ¿sabes si en este hospital hay azotea? -me miró con cara de sorprendido.

+Claro, esta arriba del todo, es muy bonita.

+Entonces llevame por favor.

+¿Quieres ir ahora a la azotea?

+Sí...

+Esta bien.

No dijo nada más, agarro los dos mangos de la silla y empujó. Se paró y le dió al botón del ascensor, no tardó en abrirse ya que recién había parado en nuestra planta.  Apretó el número 26, las puertas se cerraron y subimos hasta la última planta. Era un hospital bastante grande. Se abrió la puerta y una leve brisa me golpeó la cara. Lucas me empujó hasta dejarme justo en el bordillo, donde pude ver una hermosa vista. Un enorme campo verde con un pequeño bosque al lado lleno de muchísimas especies de pájaros.