¿El amor existe? [GAY]

Capítulo 20: Quien avisa, no es traidor.

Capítulo 20: Quien avisa, no es traidor.

Salí de aquella horrible sala, había sido abochornado ni más ni menos que por Chris. Ahora ese imbécil estaría otra vez en la calle. Aunque esto no podía quedar así y no iba a parar hasta meterle entre rejas.

Caminé muy deprisa por las calles, quería irme a casa. Escuché una voz que venía de lejos, me giré y ví a Lucas que se acercaba. Me dí de nuevo la vuelta y seguí caminando. No tardó mucho en alcanzarme. Sin decir ni una palabra, andaba a mi lado. En aquel momento me perdí, no sabía donde estaba y acabé en un parque. En ese momento fué cuando Lucas me agarró de los hombros y me puso su cara a un par de centímetros de la mía.

+Ayden... -verle tan cerca me ponía nervioso. Mis intentos eran besarle pero me resistía. Mis ojos empezaron a humedecerse.

+Déjame. -me dí media vuelta y las lágrmas empezaron a resbalar por mi rostro, no quería que me viera llorar.

+Ven. -se acercó por detrás y me abrazó, yo me aparte, pero me dí la vuelta y le abracé de nuevo.

+Lucas, no me lo creo... ¿Cómo me ha podido hacer esto?

+Ayden, tranquilizate, es su tío y le es muy difícil asimilarlo...

+¡Y qué que sea su tío! ¡Casí intenta matarme ese cabrón! 

+Lo sé, pero...

+Pero nada Lucas, casi y lo hace y encima delante de Christian.

+Lo sé Ayden, estuve hablando ayer con él y me dijo que testificaría a tu favor, no entiendo que le ha pasado...

+Bueno, dejemoslo. No voy a volver a dirigirle la palabra en mi vida. -me dí media vuelta, le pregunté a un señor donde estaba la estación de tren y me fuí.

+Ayden, esperame. -Lucas vino detrás mío y fuimos andando hasta mi casa que gracias al señor ya sabía al camino, porque aunque le preguntara por la estación, mi casa estaba a unas tres o cuatro calles.

Empezó a llover de nuevo. En una hora llegámos a casa. Estábamos mojados. Y por lo menos yo muerto de frío. El coche de mis padres estaba delante de la puerta. Entrámos dentro y nos quitamos parte de los trajes en el recibidor para no dejar empapada de agua la casa. Me quedé en calzoncillos igual que Lucas. Fuí a la sala donde estaba la lavadora y la secadora y cogí una cesta para poner allí la ropa mojada. También cogí dos toallas para secarnos el cuerpo y el pelo. Alguien se puso detrás de mí, era mi madre.

+Ayden, hijo, ¿estás bien?

+Sí, mamá.

+Estuvimos hablando con los padres de...

+No digas su nombre, para mí esta muerto.

+Ayden... esta muy arrepentido.

+Ya es tarde mamá, Roger esta suelto. Puede venir de un momento a otro e intentar atacarme de nuevo.

+Lo sé hijo...

+Bueno, voy a darle esta toalla a Lucas y nos vamos a dar un baño que venimos empapados de la lluvia.

+De acuerdo mi vida. -se acercó, me dió uno de sus cálidos besos en la frente y me dió un abrazo. Siempre podía contar con el apoyo de mi madre, ella era muy comprensiva.- Y deja eso ahora pondré yo a la lavadora los trajes.

Salí de la habitación y me fuí al baño, puse el tapón y encendí el agua. Caminé y le tiré una toalla a Lucas. Le señalé el baño y me pusé un dedo en la oreja para que escuchara el ruido de la bañera. Éste se sonrojó y siguió secándose sin decir nada.