¡She Is My Daughter! ||Vsoo

I

– Te prometo que estaremos juntos toda la vida. –Dijo el castaño con aquella sonrisa que la volvía loca.–

(...)

– Cariño, eres lo más bonito que le has pasado a mi vida. –Comentó mirando con atención el rostro de su novia.–

(...)

– Daría mi vida entera por verte feliz siempre. –Respondió el chico después de haber recibido a su chica en sus brazos.–

(...)

– Quiero estar contigo siempre. –Dijo besando las delicadas y finas manos de su novia.–

(...)

– Yo te amaré siempre, nunca dejaré de hacerlo. –Habló después de limpiar las lágrimas del rostro de su novia.–

(...)

– Yo sé que es tu primera vez. –Dijo entre susurros.– También es la mía, para mí es especial de que seas tú la primera y procuraré hacerte sentir más especial de lo que ya eres. –La miró con una sonrisa tratando de calmar los nervios de su novia.–

Después de varios aniversarios juntos, ambos darían aquel siguiente paso en toda relación, se entregarían por completo uno con el otro y ambos no sentían arrepentirse de aquella decisión.

(...)

– Eres tan hermosa como la primera vez que te vi en aquella cancha de baloncesto. –Río leve recordando aquel momento que le cambió la vida por siempre.–

(...)

– Llegaste a cambiarlo todo en mi vida y estoy tan feliz por eso.

(...)

– Quiero que cuando seamos ancianos un día me despierte a tu lado y te confirme que te prometí amarte eternamente y lo cumplí. –Habló acariciando la espalda de su novia.–

(...)

– ¡Escúchame! –Alzó la voz para que aquella chica le prestara atención, pronto sujetó su rostro entre sus manos y se acercó a ella.– No importa lo que ellos digan o piensen, ¡Yo te amo! Y quiero pasar mi vida junto a ti.

(...)

– Ah~ Kim. –Se quejó leve.– No soporto ver maratón de doramas pero hago todo si es por ti. 

(...)

Todas esas palabras y recuerdos que inundaban su mente sin piedad solo le incrementaban el enojo y la desilusión, ¿Era acaso porque ambos eran jóvenes que esas palabras no valían? ¿Acaso él no sabía el peso de decir esas palabras? Porque ahora se encontraba en su habitación, no llorando mientras comía tres kilos de helado de chocolate como en las series americanas que miró anteriormente, gritaba con fuerza hasta romper más su alma y destrozar sus cuerdas vocales; lloraba a mares como si nunca hubiera llorado antes; rompía, golpeaba y destrozaba todo a su paso, cualquier cosa que lo recuerde a él lo hacía en mil pedazos, así como él lo hizo con su corazón y sus ilusiones.

– ¡Basta Jisoo! –Gritó su madre al ver tal desastre en su habitación.–

Jisoo: ¡No me pidas que me calme! –Le respondió de la misma manera, a gritos.– No entenderías lo que siento, ¡Porque nunca me has entendido! 

– Solo estás haciendo el ridículo.

Jisoo: ¡No me importa carajo! Me importa una mierda el nombre de la familia, su estatus social ¡Todo! –Le contestó a punto de romper los documentos que estaban en su escritorio.–