XVI

626 55 15
                                    

Taehyung: Ve a hacer tu tarea pequeña, en un momento voy. –Le indicó mientras él levantaba los utensilios y platos.–

La menor asintió y entre brincos salió directo a su habitación, Taehyung se acercó al fregadero donde la chica se encontraba lavando los trastes que utilizó.

Taehyung: No creí que fueras tan descarada, mentir te sale demasiado bien. –Habló.–

Jisoo: Recuerdo que tus padres te mentían para protegerte, ¿A ellos no los juzgas?

Taehyung: Eso es distinto porque tú le mientes a todo el mundo, ¿No saliste de Corea?

Jisoo: No.

Taehyung: ¡¿Entonces por qué tu madre le dice a los medios que sigues fuera?! –Elevó su voz mientras sujetaba el brazo de la chica.–

Jisoo: Ella tendrá sus razones para hacerlo, ¿No ves que estoy aquí? –Respondió mientras se zafaba de aquel agarre.–

Taehyung: ¿Por qué le mientes sobre tus padres?

Jisoo: Mi padre está enfermo y tenía pocas probabilidades de sobrevivir, ¿Quieres que le diga eso a una niña de cinco años? –Se giró a verlo directamente.– No tengo tan frío el corazón como para decirle eso a una pequeña.

Taehyung: Pero tampoco puedes crearle falsas ilusiones sobre conocer a tus padres, ¡Es una niña!

Jisoo: Deja de criticar todo lo que hago. –Repitió fastidiada.– No debo darte explicaciones de nada, no eres nadie en mi vida.

La chica finalizó mientras pasaba a su lado pero antes de alejarse del chico, este la volvió a tomar del brazo y la acercó a él quedando a escasos centímetros de ella.

Ambos se quedaron viendo fijamente y aquella mirada fuerte y penetrante que se daban se fue suavizando, a los pocos segundos Taehyung aflojó más el agarre y remplazó aquella fuerza por sensibles caricias.

Pero antes de que alguno pudiera hacer algo, el celular del chico los hizo separarse de inmediato tras sonar.

EunJi: Tae, no le entiendo a mi tarea, ¿Ya me puedes ayudar? –Gritó desde las escaleras.–

Taehyung: Si pequeña. 

EunJi: ¡Mamá! Si quieres darte un baño puedes hacerlo.

Jisoo: No no, yo me iré.

Taehyung: A un costado de las escaleras esta el baño, úsalo. –Le indicó para después irse con su hija a su habitación.–

Ambos terminaron las tareas atrasadas que tenía la menor Kim a excepción una que era por equipo, entonces ambos se arreglaron para ir a casa de la sobrina de Jimin.

Cuando el chico regresó a su hogar se encontró con su antigua pareja profundamente dormida en el sofá, esta ya tenía una ropa distinta y su cabello lucía húmedo.

Taehyung: Cuando tienes sueño no te importa que tu cabello esté mojado aún. –Susurró junto a una pequeña risa.– 

El chico fue a su habitación por un cobertor para regresar a la sala y cubrir a la chica con este, para que después se sentara en el sillón al costado para trabajar con su laptop.

Ambos se quedaron así durante bastante tiempo y la sensación cálida que transmitía ayudó al chico a terminar aquellos pendientes sin una gota de estrés.

Jisoo: Uhm... ¿Qué hora es? –Balbuceó.–

Taehyung: Dos de la tarde. –Contestó sin despegar su vista de aquel aparato.–

Jisoo: ¿EunJi?

Taehyung: Debía hacer un trabajo en equipo y la llevé con una compañera.

Jisoo: ¿Dormí mucho? –Preguntó tras estirar su cuerpo.–

Taehyung: Solo lo suficiente, ¿Tienes más energía?

Jisoo: Si, pero debo irme a ver a mi padre. 

Taehyung: ¿No deberías de comer primero?

Jisoo: Indirectamente quieres que cocine algo para ella, ¿No? –Preguntó.– Ahora te das cuenta de lo complicado que es.

Taehyung: Tú antes solías cocinar, para ti fue fácil.

Jisoo: Ah~ Te dejé anotado varias recetas de desayunos que ella suele amar. –Habló poniéndose se pie.– De lo demás te haces cargo tú. –Finalizó para salir de aquel hogar.–

La chica antes de regresar al hospital de nuevo pasó antes a la casa de su mejor amigo para que este le informara un poco sobre las legalidades que debía revisar para su nuevo trabajo y los porcentajes de ganancia.

Cuando iba de regreso notó como en la entrada del hospital se encontraba su madre hablando con lo que parecía ser un periodista, no evitó soltar un suspiro frustrado mientras ideaba alguna idea para pasar desapercibida.

– Hasta que al fin llegas. –Dijo su madre al encontrarla en el pasillo.– Tu padre no deja de preguntar por ti.

Jisoo: ¿Ya puedo pasar a verlo? –Se limitó a preguntar.–

– Si, aunque no le des disgustos que sabes que sigue delicado. –Le recordó.–

La chica con algo de nervios ingresó a la habitación donde miró, después de largos años, a su padre, los impulsos de corres hacia él y abrazarlo se presentaron mas sin embargo ella los reprimió. 

La conversación con sus parientes fue de lo más incomoda pero sabía que así debía ser, pues los padres de Jisoo se limitaban a preguntar sobre ella esos años y Jisoo no hacía ningún esfuerzo por decirles algo sobre su vida personal.

Cuando notó a su padre lucir más estable decidió que era momento de regresar a casa pero antes decidió pasar a darle las buenas noches a su pequeña.

Taehyung: Está en la habitación principal. –Le indicó dándole la espalda.–

La chica no se extrañó de aquel frío comportamiento y sin decirle más subió las escaleras para entrar a donde el chico le había indicado pero para su sorpresa su pequeña hija no estaba.

Jisoo: Y...

Pronto el sonido de la puerta azotándose detrás de ella causó que se asustara y al girar miró al chico.

Jisoo: ¿Qué te pasa?

Taehyung: ¡¿Por qué mierda te empeñas en mentir?! –Gritó de repente.–

Jisoo: ¿Qué? Pero... ¿Acaso estás loco? –Se comenzó a exaltar.–

Taehyung: ¡Estuve hoy con tu madre! –Gritó aún más fuerte mientras sujetaba sus brazos con brusquedad.– Y ella me confirmó otra vez que te fuiste al extranjero hace tiempo ¡¿Por qué lo negaste en el juicio?!

Jisoo: Taehyung suéltame. –Respondió.– De verdad me estás lastimando.

Taehyung: ¡Por un demonio responde lo que te pregunté! –Gritó con más fuerza mientras seguía apretando aquel agarre.–

Jisoo: Por Dios Taehyung, me duele. –Se quejó.– Pero no tengo porque responderte nada sobre mi vida, ¡Basta! –Gritó.–

Taehyung: ¿Quieres saber lo que es dolor? –Habló.–

La mirada del chico se volvió oscura y penetrante, aflojó su agarre pero solamente para aventar a la chica contra la cama con rudeza, por más que trató no pudo, sus impulsos ganaron esta vez.




¡She Is My Daughter! ||VsooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora