CAPÍTULO UNO

53 4 0
                                    

Les dejo un pequeño teaser de la novela, espero lo disfruten :)

------------------------------------------------------

Mi corazón late rápidamente. Cada vez que inhalo siento el intenso olor a verde acompañado del aire frío penetrando mis pulmones, causando un ligero ardor en mi nariz. Hago un gesto de dolor y me escondo detrás de un arbusto.

Tengo una rodilla y una mano apoyadas en el pasto: es rasposo y la tierra se mete entre mis uñas. Recojo mi cabello detrás de mis orejas, quitando un par de mechones que se pegan a mis labios. No estoy tan cansada, puedo hacerlo.

Miro hacia atrás preguntándome si alguien me ha seguido.

Hay un cúmulo de enormes árboles imponiendo la belleza del bosque. Recuerdo mis clases de biología, logro distinguir pinos, tilos y algunos abetos. Sus largas ramas cubren el cielo, como una pérgola oscureciendo el paisaje. No hay nadie, sólo estoy yo. Eso me tranquiliza.

Enfoco mi mirada hacia el frente. Unos cuantos metros colina abajo y estaré dentro. Soy rápida, por lo que podría correr con facilidad hasta la estación. Sólo tendría que asegurarme de no encontrarme con nadie en el camino. La estación no es muy grande, seguro ya la habrán visto. Eso hace mi idea de permanecer desapercibida mucho más utópica.

Respiro hondo y me levanto rápidamente, dejando atrás mi escondite, el cual parece ser el único lugar seguro en este momento. Aunque no considere que sea la mejor opción, hay cierta determinación que me impulsa a correr el riesgo.

Avanzo con lentitud, atenta de los sonidos a mi alrededor. Escucho como la naturaleza me susurra que está viva: pájaros, búhos, ardillas, entre otros sonidos exóticos. Las ramas crujen en la tierra con cada paso que doy, inconscientemente alzo mis orejas y la piel de mis extremidades se eriza como si hubiese pasado una corriente eléctrica a través de ellas. He estado en este bosque muchas veces, y a pesar de que sé que no es real, sigue maravillándome. No puedo imaginármelo de otra forma, tal vez los árboles sean un poco menos verdes, o el pasto más rasposo. Pero la sensación de la humedad, la brisa tibia y los olores picantes de la madera, no puede ser mejor.

Escucho un crujido entre los árboles, a unos metros de mí. Volteo sin saber qué encontraré con exactitud. Las hojas de los arbustos aún se mueven en un punto a mi izquierda, decido acercarme. Pero antes de que pueda llegar muy lejos, algo duro golpea mi costado haciéndome caer de espaldas.

Ruedo por el suelo embarrándome en la tierra. Alzo la mirada maldiciendo entre dientes y puedo reconocer a Luka por su cabello dorado, sin orden alguno. Esboza una sonrisa divertida y con una pizca de satisfacción. Me ofrece una mano pero la empujo, apartándola de mí.

—¡Me asustaste! —reclamo. Me pongo de pie y sacudo mis pantalones grises, quitando un par de hojas de mi playera.

—¿Quién más podía ser? —me ayuda con las hojas que se incrustan en mi espalda y empiezan a picarme la piel.

Suspiro, tiene razón. Siempre terminamos trabajando juntos, como si tuviéramos un imán integrado que nos junta en las mejores y peores situaciones. Somos amigos, pero cuando se habla de competir contra él, actúa como si no te conociera. Juega más de enemigo muchas veces, pero solo es para lograr sacarme una sonrisa.

—¿Entonces vamos a seguir perdiendo el tiempo mirándonos a los ojos o avanzamos? —pregunta alzando una ceja.

Rodeo los ojos y le doy un golpe en el costado, él ríe.

Cuando me asignaron a Luka como mi compañero de equipo me resigné a aguantar su sarcasmo.

Es mucho más alto que yo y podría tumbarme si se lo propusiera. Pero al ser más pequeña, soy más ágil, la inteligencia vence a la fuerza bruta.

RESOLUTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora