Capitulo 2: ¿Quién eres?

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Era de mañana, el clima en Noicarapes era muy frío haciendo que calasen los huesos, hoy el día estaba perfecto para Verónica, empezar un perfecto día de clases y arreglar las cosas con Carolina y Perla. Despertó temprano y notó que su diario estaba abierto a un costado de ella.

"Por otra parte querido diario, hoy vi en las canchas a un chico. Él era, era tan cálido como las noches en verano, tan lindo. Aun no se su nombre, aun no sé quién es, no sé cuáles son sus cosas favoritas o su canción que lo pone de buen humor en las mañanas, no sé cuál es su comida favorita o su mejor pasatiempo. No se absolutamente nada de él, solo sé que es único y lo siento que cuando lo vi, tuve unas sensaciones que me serán difíciles de plasmar con tinta en alguna de tus páginas, pero sé que mañana volveré a verlo, espero poder mirarlo a los ojos, pero esta vez mas de cerca, espero que él sepa de mí, espero saber su nombre".

Cerró el diario y lo colocó dentro de un cajón del mueble de noche con un poco de dificultad, su cuerpo le dolía por haber dormido mal en la madrugada. Fue a darse una ducha y a arreglarse para ir a la escuela. Llegó al comedor y Jayla ya tenía preparado el desayuno para ambas. Buscó un vaso en la vitrina cuando Jayla salió de la cocina.

- Buenos días corazón, como estuvo tu día ayer eh?- Pregunto mientras colocaba su plato con una sopa de fideos dentro de el en la mesa.

- Pues un poco bien, no fue lo que esperaba, pero llegué a casa, es lo que cuenta- Respondió Verónica dando el primer bocado a la sopa de fideos.

- Mmm yo creo otra cosa cariño, con ese chico que es como tan cálido como la noche en verano me imagino que todo estuvo de maravilla-. Verónica escupió el bocado de sopa que había probado hace unos segundos, sintió como los fideos salían de su nariz y empezaba a ahogarse. ¿Cómo sabia ella que había descrito aquel chico moreno como "cálido como las noches de verano"? ¡Por Dios! ella había leído su diario.

- Tranquila cielo solo comentaba- Le extendió una servilleta para que pudiera limpiarse los fideos con mocos. – Olvidemos ese tema, mejor dime, ¿Cómo sigues con Caro?-Prosiguió con un poco de burla al ver la reacción de su hija cuando lo mencionó.

- Ma por favor no leas mi diario, tengo derecho a tener privacidad en esta casa por favor- Resoplo unas cuantas veces en la servilleta – Y sobre lo de Caro estamos bien, solo fue un mal entendido por parte mía.

Jayla no podía contener la risa. Verónica nunca se había expresado de esa forma con un niño y mucho menos se había puesto nerviosa cuando le preguntaban por él desde que iba en 3ro de primaria llegando emocionada con Jayla diciéndole que había conocido a su príncipe azul. Además, ni siquiera se sabía nada de él. No entendía por qué reacciono de esa forma si ni siquiera sabía quién era.

- Lo sé cariño, sé que debes de tener tu privacidad, pero mi yo chismosa no pudo evitar leer el cuaderno que estaba en tu cama, me daba un poco de curiosidad- Rascó su ceja y siguió comiendo.

Durante todo el desayuno estuvieron platicando sobre lo que había sucedido ayer, Verónica intentaba no hablar sobre el chico moreno, pero Jayla insistía en que le platicara de él, la evadía sacando otros temas, apenas lo había visto una vez en su vida y ese chico ya estaba dando vueltas su cabeza desde que lo vió.

Terminaron el desayuno y salieron en camino a la preparatoria. En todo el camino Verónica estuvo pensando en cómo le iba a dar la cara a Verónica después de haberse comportado grosera con ella el día anterior. No podía concentrarse, él simplemente estaba invadiendo su mente y eso le desesperaba, pero no le disgustaba del todo.

Llegaron a la escuela, está vez Carolina había llegado temprano acompañada de Perla Verónica. Jayla miraba como Verónica se quedaba estática a lado de ella. La respiración le pesaba y el pecho comenzaba a dolerle.

Pensé Que Seria Igual Que En Las PelículasWhere stories live. Discover now