Abrázame cuando yo quiera

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07.


Carlo Lorenzo.

Siempre termino cagando las cosas, de eso no hay duda, aunque intente hacerlas bien suelo arruinarlas, así es y siempre a sido así, soy una persona considerablemente torpe, mas para tomar decisiones y para hablar, que son cosas que haces, la mayoría del tiempo.

Dirían ustedes fácilmente que tengo la torpeza promedio, por cosas que suelo narrarles, pero simplemente les cuento cosas que me parecen relativamente buenas, las cosas que considero han salido bien, hay cosas en el trabajo que hago terribles.

Y justo hoy creo que la estoy cagando.

Estoy tan distraído en lo de Angel Antonio, que si llega alguien a la tienda y necesita ayuda, y trato de ayudarlo simplemente no puedo, y siendo tan torpe termino hablándole y diciendo cosas por inercia.

Incluso cuando un tipo llego a directamente preguntarme por las fundas para el pene yo volví a preguntar si podía ayudarlo en algo, ¿estupido, no?

Por eso mismo Angel me termino dejando en caja y el orientando a la gente por la tienda

Ya habían pasado varias horas de eso y ya varias personas habían entrado, apalmandose, mientras Angel ayudaba a uno, otros 2 estaban por la tienda viendo.

Cuando uno vino a caja, con unos Plugs de cristal fue que trate de actuar sereno y comportarme como debería comportarme.

Me senté mas recto y empece a cobrar cada uno de los plugs, era hasta extraño, ya que eran todos de tamaños diferentes, y aunque se que quizá quiera estimularse, había paquetes que vendían 3 de tamaños progresivos, para esas ocasiones.

-¿Y usted cuando es que termina de trabajar?-

El tipo había hablado casi de inmediato a que vio que empece a cobrar, yo me quede pensando unos segundos, y no le vi caso a responder, solo le pregunte si encontró lo que buscaba, mientras yo solo seguía cobrando y metiendo los plugs en una de las bolsas negras.

-Si, y quizá ya encontré también con quien usarlo.-

-Me alegro, la mayoría de veces la gente suele... eh... preferir...—Me distraje cuando vi por la vitrina, que el tipo acariciaba su entrepierna por encima de la ropa.—...Eh... Perdón, decía que la gente suele comentarme que les fascina usar nuestros productos en pareja.-

Seguía nervioso, era extraño que alguien hiciera platica conmigo cuando estoy en caja, es mas común cuando estoy apoyándolos en tienda.

Y mas porque, oye, el tipo parecía tener irritado el pene.

-Si, usted perece ser alguien divertido como para pasar un momento con juguetes así.-

Este vato es malísimo pa' leer a las personas, cree que soy alguien entusiasmado a experiencias con juguetes cuando soy un virgen con problemas de identidad.

-Pues, no suelen decírmelo seguido.-

-¿Y si hacemos que yo te lo compruebe mas tarde?—wait a minute...—¿No quieres probar juguetitos conmigo?

-¿P-Perdone?—¿Esta mierda con piernas estaba insinuándoseme?

Me estaba asustando, busque a Angel con la mirada, cuando lo vi el también me miraba, confundido, yo solo le regrese la mirada al cliente y este estaba sonriendo, con una asquerosa sonrisa, nada parecida a las de Antonio.

-Se que lo quieres.—dijo con mas seguridad, y en un tono mas bajo.-

Tuve miedo de responder, cuando volví a ver su entrepierna por el vidrio de la vitrina, era que su pantalón estaba desabrochado y este estaba metiendo su mano en el, solo volví a verlo con disgusto y algo aun de miedo y le ofrecí la bolsa.

¿Hay un Asexual en la Sex Shop?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora