Habían pasado los días, y la pequeña amistad entre Peter y el grupo mejoraba ende pasaban las horas.
Un día lluvioso como venía a cada tanto. Algunos niños quedaban en sus casas porque no tenían otro tipo de transporte además de la motocicleta o las bicicletas para llegar a la escuela; muy pocos alumnos iban ese día, haciendo que los horarios de clases sean como un receso pero en el salón, ya que eran muy pocos y se portaban medianamente bien. Entre ellos estaban Peter y Matt, quienes compartían salón ese día porque el segundo nombrado era el único que había llegado de su clase.
Ahora ambos estaban sentados en el fondo, jugando un juego de mesa que la señorita les había prestado. Sólo tenían que tirar un dado y avanzar con un patito cada cantidad de casilleros que el dado les daba; era algo entretenido y cada tanto los casilleros tenían una pequeña trampa para que el otro jugador tenga dos turnos más, entre otras cosas.
--¿Porque dicen que eres ciego si no lo eres?- Pregunto curioso Peter, mientras esperaba su turno para jugar.
--Veo muy mal de lejos. Mi padre está mucho tiempo ocupado y aún no saca turno para que me revisen la vista. Siempre en clase soy el que se sienta adelante. Wade y los otros comenzaron a llamarme ciego porque no los reconocía de lejos. Pero bueno, sabes como son.
--Pero... No tienen que decirte así. La vista no es ningún juego para burlarse.
--Si, pero, no me molesta. No si lo dicen ellos. Al fin y al cabo son mis amigos y siempre estuvieron ahi, por más idiotas que sean.
--Ah.
--¿Y tu? ¿hace cuanto usas los lentes?
--No me acuerdo a decir verdad. Los tengo hace mucho, desde que era más chico veo borroso. Los tengo que usar permanentemente.- Contesta y se encoge de hombros.-- Pero eso atrajo a los que comienzan a decirte cosas por usar lentes. Nunca les di importancia, pierden el tiempo.
Matt asintió con la cabeza lentamente.
Ellos muy pocas veces solían hablar, eran esos dos típicos amigos del grupo que siempre estaban juntos pero no hablaban si el grupo no estaba con ellos. Aún asi, Peter le tiene mucho cariño y se preocupa por el. Y Matt también, aunque nunca lo exprese.
Un día soleado se hacía presente. Era hora del almuerzo en la escuela primaria; Logan y Peter terminaron sentados uno frente al otro, sin hablar, sin decir ni una palabra. Los demás terminaron en otros asientos, ya que no había mucho espacio para siete personas juntas.
Logan y el castaño no solían estar juntos, muy pocas veces compartían palabras. Esto porque Peter le tenía miedo y Logan siempre estaba de mal humor sin razón alguna. Aunque eso no implica que el castaño le saque una sonrisa cuando contaba algo que había escuchado oír o algo que le había pasado hace días. Se llevaban bien, más o menos.
--¿Qué piensas de Wade?- Logan rompió el silencio, haciendo que el castaño lo mire y sin razón alguna se sonroje.-- Tu cara dice muchas cosas. ¿Te gusta?
Peter casi se ahoga con su comida al escucharlo.
--N-no.
--¿Entonces?
--¿Entonces que?
--Siempre te la pasas al lado suyo y cuando te hablan de el te sonrojas. Eres un tomate andate, Peter.
El castaño se acomodó las gafas y bajó un poco la vista.-- Bueno, puede ser que le... ¿tengo mucho cariño?
--Te gusta.
--Que no.
--Como digas.
Y el silencio volvió a indundar el ambiente. Peter se quedó pensando en la pequeña charla, ¿en verdad le gustaba Wade? Estaba muy confundido y necesitaba hablarlo con alguien.
Y conocía con quien hablar.
Clint y Pietro, los que son muy unidos y hacen dudar a todos si son novios o no. Haciendo que se confundan de si mismos, porque la verdad es que no son pareja. No son nada, más que amigos de toda la vida.
--¿Lo que intentas decir es que, sientes una extraña conexión con Wade pero no sabes si es mucho aprecio o si gustas de el?- Pregunto Pietro, mirando a Peter con los brazos cruzados y sus cejas unidas.
--Eso mismo.- Contestó nervioso, jugando con sus dedos.
--Hubieras hablado con mi hermana, ella sabe cuando estás enamorado o esas mierditas.
--¿Porque viniste con nosotros?- Pregunto Clint, capítulo anterior llamado Legolas.
--Ustedes son pareja, ¿no?
Clint y Pietro se miraron asqueados y luego al castaño.
--¿Enserio piensas eso?
--Pues, se ven muy juntos, hasta Pietro se pone celoso a veces.
Clint miró al peliplateado y este negó rotundamente.
--No. Es mentira, para nada.
--Tus actitudes cuando Natasha se le acerca dicen lo contrario.- Peter se encogió de hombros.
--¿Enserio, Pietro? Natasha es mi mejor amiga.
--Viven muy apegados ustedes dos.
--¡Ahí está! ¿ves? Eso son celos.- Exclamó Peter, sonriendo divertido.
--Pietro, alejate de mi, bicho feo.
--¡Qué no me pongo celoso! Sólo me molesta porque yo también soy tu mejor amigo y pasas más tiempo con ella que conmigo.- Se cruzó de brazos.
Ambos comenzaron una pequeña discusión, una en la que Peter se fue al instante porque no quería meterse en ella.
Comenzó a caminar por el patio, ignorando a todos y hundiéndose en sus pensamientos. A mitad de camino se chocó con un chico, el cual hizo que los anteojos del castaño cayeran al suelo.
--Ah, Peter. No te vi.
--Si, tranquilo Beck, no pasa nada.- El castaño intentaba buscar sus lentes, pero se le hacía imposible.-- ¿Viste mis...?
--Me tengo que ir, adiós.
Beck desapareció y Peter suspiró. Nunca se llevaron bien, y el castaño no entendía el porque si el no había hecho nada que lo molestase.
Lo ingoro y siguió en busca de sus lentes, per sintió unas manos en las suyas y como tocaban su mentón para hacer que mire hacía arriba. Aquel chico que no llegaba a reconocer, le colocó las gafas con cuidado y ahí supo quien era.
--Gracias, Wade.
