La habitación era completamente blanca; las cortinas que cubrían la ventana eran lisas y blancas, habían dos mesas pequeñas con luces del mismo color a cada lado de la cama, las sábanas y frasadas también eran del mismo color al igual que la vestimenta del castaño. A Wade le parecía algo raro que esté todo del mismo color, pero no le daba mucha importancia.
Peter, quien estaba acostado, acariciaba con las yemas de sus dedos con suma delicadeza el rostro sicatrizado de Wade. Cuando llegaba a los labios, el mayor tomaba su pálida y delicada mano y le daba cortos besos. Peter sonreía de forma dulce y se acercaba más al mercenario, para estar aún más juntos y poder abrazarlo como si fuera la última vez que lo haría. Wade lo miraba con ternura, con una de sus manos le acariciaba el rostro y miraba cada detalle de este; sus bellas pecas, sus ojos color caramelo, sus labios rosados y finos y su cabello revoltoso. Este chico lo tenía enamorado completamente.Peter movía lentamente su cabeza y recorría el rostro del contrario con su mirada, mientras que una de sus manos acariciaba las manos del comtrario, brazos y subía hasta el rostro. Así sucesivamente.
--¿Porque no nos conocimos antes?- Preguntó casi en un susurro el castaño.
--Nos conocemos hace mucho, Pet.- Contestó de la misma forma.
--¡Oh! Cierto, ¿ya me lo habías dicho?
--Si, Pet.
--Lo siento...
--¿Porque?
--Por no poder acordarme.
Wade sintió algo en su pecho que hizo que le doliera.
--Pet, sabes que yo te haré recordar cada que sea necesario y nunca me cansaré.
--¿Lo prometes?
--Lo prometo.
Peter sonrió dulcemente y se acercó al rostro del mayor para dejarle un beso en la mejilla.
--Wade...
--¿Si?
--¿Fuimos... novios antes?
Wade respira profundamente y acaricia el cabello del castaño.-- Si, Pet. Lo fuimos.
--Y... ¿nos dábamos... besos?
--Siempre que lo pedías.
--P-puedo...- Sus mejillas comenzaban a sonrojarse de sobremanera por lo que iba a pedir. Wade lo noto nervioso y le dio ternura al verlo de esa forma.-- Volver a... ¿probar tus labios?
El mayor no se negó y se acercó lentamente. Peter separó apenas sus labios y de igual forma se acercó.
--Si.
El castaño tardó unos segundos en tener el valor para hacerlo, pero al final lo hizo. Se acercó y lo beso tiernamente por segúndos.
--Wade..
--¿Si?
--Tengo una frase que ronda en mi cabeza hace tiempo y no me acuerdo de donde vino, lo único que se es que la recuerdo siempre.
--¿Y que frase es?
--Bueno, pues... Es esa frase que dice: "te regalaré un ramo de flores, cuando se marchiten todas dejaré de amarte". Y en el ramo de flores hay una falsa, la cual nunca se va a marchitar.
La mente de Wade hizo un click, recordando ese día en donde le regalo un ramo de flores rosas rojas con una falsa en medio de estas. Recuerda bien cuando le dijo esa misma frase que el castaño acababa de decir. Sus ojos se comenzaban a cristalizar de la emocion; su Peter recordaba algo simple, algo que era muestra del amor que le tenía.
--Si, Peter, conozco esa frase.
--Bueno, estuve pensando e invente una para ti.
Wade sintió un cosquilleo en su pecho.-- Dime.
--No te daré flores, pero si mi corazón. Ten en cuenta que sempre te amaré hasta que mi corazón deje de latir.
