--¿Entonces no piensas asistir?- Preguntó MJ quien caminaba al lado de Peter, por los pasillos de la escuela.-- Amas bailar.
--Me da vergüenza, MJ.- Contestó. La chica suspiró y lo tomó del hombro.-- ¿Ya te vas?
--Si, sino se me hace tarde. Nos vemos mañana.- Se acercó al castaño y lo saludó con un beso en la mejilla.-- ¡Adiós!
--Chau.- Sonrió mientras movia una de sus manos, despidiéndose.
El lugar de a poco se iba quedando vacío porque los alumnos se iban Ya que la hora de clases había terminado. Sólo quedaban muy pocos, los que tenían clases extra por materias de arte como bailar, pintar, el teatro o cantar. Era una muy buena escuela a decir verdad. Peter se adentró a su salón para buscar su abrigo, al salir se iba a dirigir a la salida para poder irse a su casa, pero en el caminó se dio con que la puerta del treatro estaba abierta. Se asomó y sólo vio a un conserje de mayor edad limpiando el suelo.
--Voy a cerrar, ¿tienes clases aquí?- El señor cuyo nombre era Stan le preguntó al castaño, acercándose a el.
Peter lo pensó unos segundos. En verdad quería hacerlo, quería subirse allí y bailar aunque sea una vez arriba de un simple escenario.
--Yo...- Miró las grandes cortinas rojas, el escenario de madera, los parlantes y suspiro.-- Eeh, si. Llegue temprano, empieza en... catorce minutos la clase.
--Bien. Ten las llaves.- Le entregó las llaves y se fue de la sala.
Peter entró, cerró la puerta detrás suyo y caminó a paso lento hasta el escenario. Subió por las escaleras y empezó a dar un par de vueltas mientras saltaba hasta el equipo de música. Sonrió y dio un saltito en muestra de felicidad y buscó una canción en su teléfono.
--Pinche directora culera. Sólo por haber explotado el salón de química. ¡Y yo que sabía! Si nadie te enseña, ¿cómo quiere que aprenda? Que se vaya a la verga.- Se quejó cierto rubio mientras salía de una pequeña habitación la cual estaba llena de artículos de limpieza.-- "Pir quistigui limpiaris lis isientis dil isciniri" vieja conche su madre.
Wade agarró un trapo viejo, lo mojó en agua y lavandina, lo estrujo y empezó a limpiar el asiento. Bueno, no sabía si era buena idea o no limpiar asientos forrados de tela negra con lavandina. Pero le daba igual.
Ni al segundo asiento había llegado que ya se estaba cansando. ¿Porque la vida era tan cruel con el? Limpiar asientos no era su pasión. Quitando esos pensamientos de lado, levantó la vista al escuchar como música empezaba a sonar. El inicio de la canción era tranquilo y aún no cantaban. Dejó todo en el suelo y algo curioso se fue a paso lento hasta poder tener la vista fija en el escenario, algo oculto entre la oscuridad del fondo. Pudo ver como un castaño bajito se centraba en el escenario. Le llamó la atención y se sentó en una silla para ver lo que iba a hacer aquel chico.
Peter suspiró, cerró los ojos y cuando un hombre en la canción comenzó a cantar de forma lenta y tranquila, estiró uno de sus brazos, cruzó el otro llevandoselo cerca del pecho, levantó y cruzó su pierna derecha y con la otra se agachó un poco. Hizo eso un par de veces, tratando de tomar impulso para poder girar, pero aún no tenía buena práctica en eso. Comenzó a dar vueltas simples, tomó impulso y saltó estirando sus piernas hasta otra parte del escenario. Saltó y giró en el aire unas cuantas veces. En una parte se sintió listo, y cuando llegó la parte del violín se posicionó como antes y comenzó a girar a toda velocidad en el mismo lugar. Mientras giraba se agachaba de a poco y volvía a subir. Se sentía libre y contento, al fin aquello que tanto deseo aprender pudo hacerlo como quería, y le encantó. Le gustó girar de esa forma a tanta velocidad que no quería parar.
Esa hermosa parte de la canción acabó y Peter dejó de girar. Suspiró cansado y se tiró al suelo. Tiró una risa de la emoción y sonrió enormemente.
Wade quedó sin palabras. Le sorprendió tanto verlo bailar de esa forma. Quedó embobado y enamorado de aquel hermoso baile.
Peter bajó del escenario y salió de la sala, cerró las puertas y se fue de la escuela. Wade reaccionó tarde y se dio cuenta que quedó encerrado en la sala.
--Eso me pasa por quedarme viendo un hermoso chico bailar bien bonito... Voy a llamar a Stan.
Peter salió contento y lo que nunca -o quizá si- sabrá es que fue observado por un chico el cual se fascinó mucho al verlo.
