Persona ▪︎[TK] [KV]▪︎

Un verano fresco

Una brisa refrescante anunciando la mañana me pegó en los pies desnudos, al igual que la voz de Hoseok en mis tímpanos.

Mis ojos intentando una y otra vez despegarse, la luz del sol quemándome la vista.

Pero se sentía bien, algo me reconfortaba.

Una piel cálida y dorada acariciaba con torpeza mis pantorrillas.

Luego sentí unos suaves empujones en mi brazo. Taehyung quería que yo fuera el primero en levantarme.

Oh Taehyung.

Hoseok.

Pegué un salto enderezándome al darme cuenta de la situación.

Lo primero que hice fue mirar a Hobi, sostenía la frazada dejando al descubierto nuestras piernas enredadas y las caricias de mi Hyung. Lo observé con pánico, pero el solo reía, como siempre, como tiene que ser.

Todo estaba bien, menos esos pensamientos retrógrados que me atormentaban.

Lo siguiente fue observar a Tae y todo lo que me amenazaba desapareció. Con su pelo despeinado y dañado por la decoloración y las tintas fantasía que aveces usaba, algún que otro rulito formándose, sus ojitos cerrados parecían dos medias lunas, era como un oso invernando, un pequeño oso de invierno, uno muy bonito.

Tuve que controlar mis impulsos de acariciar su mejilla y correr aquel mechón de pelo.

Aunque Hobi lo hizo por mi.

- ¿No se ve super cute? ¡Oh Taehyungie!

Éste solo se quejo y siguió empujandome despacito. Como si el causante de interrumpir su sueño fuese yo, o como si quisiera volver a sentirse cálido junto a mi cuerpo.

- Hyung yo lo despierto, no te preocupes.

Hobi asintió con esa bella sonrisa que lo caracteriza, luego se marchó cerrando la puerta.

Empezando a sentirme desanimado porque no lo vería hasta marzo, lo arropé en un abrazo rodeando su cintura apretándolo contra mi pecho, me hizo gracia cuando se acurrucó escondiendo su nariz en mi cuello.

- ¿Acaso mi Hyung es un bonito oso bebé? - Susurré dejando un beso en la sien.

Sus pestañas me hicieron cosquillas en el cuello en un intento de abrir sus ojitos.

De repente se separó mirándome confundido.

- Hasta que despiertas- dije de manera suave.

Sus mejillas tomaron cierto color rosa, se acostó sobre su espalda mirando al techo.

- ¿Que hora es? - su voz extremadamente gruesa de la mañanas me produce escalofríos.

- Son las nueve y cuarto, pero antes de levantarnos quisiera hacer una última cosa.

Me miró con sus ojitos no tan abiertos.

- Ahora no Jungkookie, todos están levantados, puedo oírlos.

- No me refería a eso, Tae - la risita de conejo se me escapó recordando lo genial que fue nuestra velada.

Tomé mi celular, abriendo la cámara frontal para tomar una selfie, me senté en el suelo para luego apoyar mis pelos azabaches en su pecho.

El entendió y sonrió bonito sin mostrar sus dientes.