Nuestro último año

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Durante las vacaciones extrañas el colegio, tus amigos, la comida de la cantina, el ambiente liceal.

Luego dejas de hacerlo cuando escuchas la molesta campana a las ocho de la mañana retumbando en tus tímpanos, terminando de despertarte, aunque algunos parecen tener aún la almohada pegada en las caras.

Aquí vamos de nuevo, ceremonia de bienvenida, habla el director, los adscriptos, y bla bla bla.

Casi me lo pierdo, estaba llegando tarde en mi primer día.

Yoongi dijo que me despertó, pero seguí durmiendo, así que solo se fue. Cumplió con su tarea de avisarme cuando ya apagué la alarma diez veces, en las mañanas es menos paciente que de costumbre.

Apenas ayer llegamos nuevamente a Seúl, como hace un año.

Pero la situación es totalmente distinta.

Por aquel pasillo de baldosas blancas y negras, se escuchaba la odiosa voz del director a través de los parlantes.

El camino hacia la sala de eventos parecía eterno a causa de mis nervios.
No eran por el primer día, tenían nombre, apellido y una polla larga.

Quizás Taehyung esperaba otra reacción de mi parte al mandarme aquella foto, capás por eso no me habló más en los últimos dos meses.
Entre los siete sí manteníamos conversación por el grupo de WhatsApp.

Pero quería que me hablara a mí, cosa que no hizo, y yo tampoco.

Me sentí algo restringido al volver con mi familia y sus costumbres, aunque no pude evitar masturbarme con contenido homosexual.

Luego de acabar, volvía aquella culpa, por más que quisiera que desaparezca, ella estaba ahí, aparecía en el momento exacto para hacerme sentir mal.

Llegué al final del interminable pasillo, fue fácil ubicar a los de sexto grado, se encontraban formados con sus sacos de color rojo, uniforme que nos diferencia advirtiendo a todos que éste será nuestro último año.

No tengo idea quien es el que elige las posiciones en la formación, quedaba un lugar libre adelante del todo, quedaba en evidencia mi llegada tarde, aunque eso no era lo peor.

Lo peor fue ver a Kim Taehyung a un lado de ese lugar.

Mi corazón aceleró, todo lo que no se había acelerado en estos últimos meses. Mis sentidos se agudizaron a causa de los nervios, solo escuchaba mi respiración, latidos y los zapatos golpeando contra el suelo.

Me posicioné con cierta lentitud para mostrarme tranquilo, mirando solamente al frente.

Luego de treinta minutos, terminó la ceremonia; dirigiéndonos a nuestras clases de licenciatura, Jin y Nam se fueron a la parte de sociales, los demás al sector de arte, aunque todos nos separamos para ir a nuestro correspondiente salón.

Me adelanté unos pasos para poder hablar con mi Hyung.

- Gracias por esperarme.

- Para eso están los amigos.

Sin más puso una pequeña sonrisa y siguió su camino al salón de música.

El taller de dibujo y pintura es realmente grande, allí me esperaba mi asiento junto a un atril en dónde posaba un lienzo en blanco.

Estaba totalmente maravillado por aquel lugar, tanto que no me había dado cuenta que Min Agust se encontraba sentada a mi lado con una expresión algo seria.

- Oh, hola Agust, no tenía idea que también hacías bachillerato de dibujo y pintura.

- Jungkook, lo sabrías si hubieras salido conmigo, pero si estas aquí supongo que te fue bien en tus estudios de literatura.

Persona ▪︎[TK] [KV]▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora