10-¿Fingir?

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Kilian

Una agitada Cara fue lo que vi, al abrir la puerta de casa. Estaba hiperventilando y gotas de sudor corrían por su frente.

Sé que es loco, pero aun así se veía hermosa.

¡Rápido Kilian! Deja de mirarla con cara de tonto y ofrécele algo de agua.

Corrí a la cocina y regresé con un vaso de agua.

—¿Corriste hasta aquí? —le pregunté luego de que saciara su sed.

—¿Eso era agua de pepino?
—preguntó extrañada. Si lo era, mamá amaba meter rodajas del vegetal en las jarras.

—¡Hey! No se responde una pregunta con otra —la chica frunció el ceño y se acercó a mí.

—Pues vete preparando, te haré muchas preguntas hoy.

—¿Qué dices?

—La foto...

¡Mierda! Aún no estaba preparado para esta conversación.

—Acaso yo te... —no la dejé terminar y la besé

¡La estaba besando! Si hoy en la mañana alguien me hubieran dicho que besaría a Cara el día de hoy. Me reiría en su cara.

¡Pero lo estaba haciendo!

Tomé su cara para profundizar el beso. Su olor a menta llegó a mis fosas nasales, siempre olía a menta. Ella subió sus manos a mi cuello y se acercó más a mí. Me estaba correspondiendo y yo no lo podía creer. Me sentía en cielo, había esperado esto por años.

Una fresca brisa nos azotó perfeccionando el momento.

¿Espera?
¿Brisa?
¿Cómo mierda se abrió la puerta?

Se escuchó una falsa tos y nos separamos al instante.

¿Qué hacía la señora Eloise aquí?

El universo respondió a mi pregunta porque mamá salió de detrás de su amiga.

—¿Qué pasa? —preguntaba mamá desentendida. Yo solo podría mirar a Cara quien miraba asustada a su madre. Tenía los ojos tan abiertos que temía que en cualquier momento se salieran de sus cuencas.

Esbocé una pequeña sonrisa al darme cuenta de que se parecía a las protagonistas de esos dramas asiáticos, los cuales Kendall me obligaba a ver.

Finalmente Eloise habló. —Nada Taylor —le dijo a mi madre. —Solo me sorprendí de encontrar aquí, recuerdo haberla dejado castigada en casa.

Mi chica bajó la cabeza huyendo de la mirada de su madre.

—Oh Eloise, no seas tan dura. Es una adolescente, está en la edad de hacer travesuras —dijo mamá restándole importancia y adentrándose en la casa.

Eloise le lanzó una mirada reprobatoria a Cara y luego siguió a mi madre.

—Lo siento, no tenía que haber venido —hizo el amago de irse, pero volvió a mirarme —Olvida el trato, olvídalo todo.

Tomé su redonda cara entre mis manos antes de que se fuera —Cara me gustas, me gustas desde que aprendí el significado de amor. No recuerdo el momento exacto que nos conocimos. Y estoy seguro de que tú tampoco. Pero si te puedo decir con seguridad que siempre has hecho estragos en mí. Siempre has sido tú, con tu contagiosa sonrisa y ojos que me llevan a otro mundo. Cuando era pequeño papá solía burlarse de mí porqué todo el tiempo hablaba de ti
—reí un poco antes de seguir. —Sé que sueno algo cursi y hasta idiota, pero te juro que esto solo es una pequeñísima parte de lo que siento por ti.

Kilian & CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora