12-¡Luka estás obeso!

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Cara

Finalmente entramos en casa. Luka nos recibió con fuertes ladridos. Los chihuahuas son mejor que alarmas, pueden estar seguros de eso.

—¿Es Luka? —Kilian me preguntó sorprendido. Había roto un poco la tensión que había en el ambiente. Ambos estábamos nerviosos y con razón.

Me agaché para acariciar a la pequeña rata obesa que seguía ladrándonos, o más bien le ladraba a Kilian. Luka no soportaba verme con chicos. Era algo raro, solo soportaba a Cole y ni tanto pues si veía a mi mejor amigo invadiendo mi espacio personal se lanzaba a morderle los dedos de los pies como todo un Rottweiler. Como diría la abuela de Cole es "Chiquito pero picoso"

—Si está algo viejo, tiene casi nueve años ya. Kilian si conocía a Luka, él estaba aquí de visita con su madre cuando mi papá me sorprendió regalándome un pequeño chihuahua envuelto en mantitas rosas.

¡Qué tiempos!

Luka se fue contoneando su cola de un lado a otro cuando se acostumbró de la presencia de Kilian. Finalmente saltó al sofá y se recostó en un extremo de él para comenzar una larga siesta. Ni siquiera sé cómo aún lograba saltar, estaba tan gordo que parecía una albóndiga andante

El silencio volvió a tomar el control de la situación, me removí incómoda y finalmente dije —Quédate a comer hoy, mamá llegará tarde. Él asintió levemente y yo corrí escaleras arriba no sin antes decirle que iba a cambiarme de ropa.

Ni siquiera me molestaba tener el uniforme del café, solo quería retrasar lo inevitable. ¿Quién lo iba a decir? Yo muerta de nervios por causa de Kilian Black. Mi yo del pasado me cachetearía sin pensarlo. Eso si nunca digan de esa agua no beberé, porque yo lo hice y mírenme, bañándome en el charco.

¡Y encantada!

Tomé del armario un sencillo vestido de andar por casa y me lo puse, tenía montones de ellos. Mamá amaba regalármelos en todas las festividades.

Cuando volví al salón Kilian estaba sentado en el otro extremo del sofá. Miraba su teléfono concentrado y sonreía distraídamente. Se miraba muy tierno.

—Listo —me senté a su lado sin cuidado de despertar a Luka. Esa rata tenía el sueño muy pero que muy profundo. Si no viera su gigante barriga subiendo y bajando me preocuparía.

Kilian guardó su celular al instante y comenzó a mirarme fijamente.

Ok es la hora

Carraspee mi garganta.
—Yo... Tú... —Me llevé las manos a la cara, estaba frustrada.

—¿Te gusto? —Me preguntó en voz baja. Moví mis manos para poder mirarlo. Se veía temeroso, temeroso de mi repuesta. Nunca se había mostrado así conmigo. Kilian era como una caja de sorpresas, a veces podía ser una persona supersociable. Y al otro día actuar como un chico sumamente tímido.

No daré más vueltas, tenía que hacerlo si o sí. —Si —susurré después de un pequeño tiempo. Kilian ni siquiera reaccionó, se quedó mirándome fijamente como si no estuviera seguro de lo que acaba de escuchar. —Me gustas...

Hice una pequeña mueca al ver que se acercaba a mí con intenciones de besarme. —Kilian no —se alejó de mí al instante, me miraba confundido.
—Dame un tiempo por favor, dame un tiempo para acostumbrarme a todo esto. Si te dije es porque mereces saberlo, pero no me siento lista. Nunca he tenido una pareja. Todo esto es nuevo para mí.

Unas lágrimas salvajes comenzaron a correr por mis mejillas. Pero no eran de tristeza, eran de miedo.

Llámenme loca si quieren

Kilian & CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora