Kilian & Cara

14- Bendito bus

Cara

Bailaba alegremente al compás de la música. La música que se reproducía en mi cabeza claro. Porque en realidad la sala estaba en completo silencio. Me sentía en una película adolescente de los ochenta. O más bien en un comercial de Downy

Downy libre enjuague por más y mejor agua

La la la

El inoportuno timbre sonó en medio de mi danza de invocación, porque solo así podía llamarse a mis movimientos raros. Al abrir la puerta los primeros que mis ojos pudieron divisar fue a Cole, y a su lado un gigante perro. Sin mentir, me llegaba
más arriba de las caderas.

Mi amigo sonrío y me dejó un beso en la mejilla en forma de saludo. —Te presento a galleta

Miré al perro entrando en mi casa como Pedro por su casa. —Explícame de nuevo Cole, por qué este monumento está acostado sobre mi tapete —Le dije a mi mejor amigo ya sentado en el sofá.

Me miró con una media sonrisa y asintió. —Mi tía Anne está teniendo problemas para que Motita se adapte al nuevo miembro de la familia. Así que no los ha dejado unos días.
De la nada sentí una gran compasión por el perrete. Vivir con ese gato tenía que ser difícil. Era el rey del mal en cuidad gatuna. Y no, no exagero.

Luka hizo su entrada triunfal con algo de retraso. Normalmente, corría al salón nada más que escuchaba el timbre y voces extrañas. Se ve que esa gordura ya no lo dejaba tener una vida normal.

Nota mental: Salir a correr con Luka

Cole llamó a Galleta para que se parara a su lado y en ese momento Luka lo notó. Comenzó a ladrarle efusivamente. Pensaba que iba a reventar de furia. Al parecer no le importaba el gran tamaño de su oponente. Sin embargo Galleta lo ignoró, o tal vez no lo veía desde allá arriba.

JA JA Ok no mal chiste

Cuando las aguas se calmaron Cole y yo comenzamos a ver una película. Iba de dos agentes que se hacían pasar por dos chicas rubias. No estaba mal, pero la habíamos puesto para entretenerlos mientras esperábamos a mamá. Y no aparecía aún. Suspiré y me recosté a Cole quién estaba completamente dormido. "Diablos señorita" susurró entre sueños.

¡Usted sí que puede comer!

Reí tratando de no despertar a Cole cuando vi a Galleta y a Luka durmiendo juntos en el tapete. Mientras les tomaba algunas fotos al fin llegó mamá.

Mi madre miró confundida al gran danés acostado en el piso, le fui a responder, pero ella negó con la mano dándome a entender que no quería saberlo.

—Mamá... -susurré tan bajo como pude. Tenía que ir a esa excursión, tenía que dejarme ir. Caminó a la cocina sin decirme nada y yo la seguí lentamente. Como cerdito al matadero.

—Sé lo que vas a decirme Michelle

¿Michelle? Oh estamos en modo serio

—Y tengo una respuesta para ello
—Tragué en seco, me miraba tan serio que espantaba. —Hablé con Taylor esta mañana y las dos estamos de acuerdo en que no se pueden perder esa excursión.

Estoy segura de que mis ojos se agrandaron tanto como los del gato con botas. El único gato que me agradaba de hecho.

Sonrió victoriosa. Ella nunca perdía. Me imaginaba lo que vendría ahora.
—Eso sí, limpiarás el baño hasta que tengas nietos —sentenció.