XI.- cuando era mortal

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Al día siguiente NamJoon trató de insistirle a JiMin para que se quedara a descansar y procesar al reciente noticia pero este se negaba rotundamente a faltar al instituto, sin poder decir algo más NamJoon lo dejó ser y ahora todos se encontraban c...

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Al día siguiente NamJoon trató de insistirle a JiMin para que se quedara a descansar y procesar al reciente noticia pero este se negaba rotundamente a faltar al instituto, sin poder decir algo más NamJoon lo dejó ser y ahora todos se encontraban caminando por los pasillos del instituto para ir a sus respectivos salones.

Narra JiMin

Estaba tan cansado de que todos me trataran como un débil que necesita ser vigilado y protegido las veinticuatro horas del día, estaba harto de todos los problemas que habían llegado desde la muerte de mi madre, parecía que a esto estaba destinado y ya no podía hacer nada más.

Sin importarme los demás o avisar me separe del grupo para ir a un lugar más tranquilo, con menos personas y en donde pudiera estar a gusto sin que me miraran como carnada o como un niño en peligro.

Llegue al gimnasio del instituto y cómo supuse estaba vacío ya que a esa hora no le interesaba a nadie venir a hacer ejercicios, camine hacia un rincón detrás de las gradas en donde había un montón de colchonetas amontonadas y me dejé caer sobre estas, solté un suspiró de cansancio y cerré los ojos esperando poder dormir un poco.

— creí que nadie más conocía este lugar... — escuche una voz que me hizo volver a suspirar pero esta vez por frustración

Me senté en las colchonetas para mirar al intruso, rodé los ojos al ver al chico lobo que se la pasaba pegado a NamJoon, me puse de pie para estar casi a su altura y camine un poco hasta el.

— todos conocen este lugar... — dije con voz algo baja y desganada, intente pasar a un lado de él para salir de ahí y buscar algún otro lugar pero él me sostuvo del brazo para impedírmelo

— te noto algo decaigo... — dijo el castaño sin mirarme fijamente

— nada de lo que me pase te incumbe...

Me solté de su agarre y avancé unos pasos, pero al momento de avanzar y girar hacia la puerta choqué con alguien, ambos alzamos las miradas con el ceño fruncido, me puse de pie al igual que él y arreglé mi uniforme.

— fíjate por donde vas... — dije con un tomo molesto esperando que el chico frente a mí se hiciera a un lado

— mis disculpas, soy nuevo aquí ¿podría ayudarme a encontrar el salón de ecología? — pregunto con tanta educación y con un tono de voz tan tranquilo que relaje mi expresión

— eh... claro, también voy ahi, puedes seguirme — le sugerí mientras rascaba mi nuca un poco avergonzado por mi actitud de recién

Justo cuando estaba a punto de comenzar a caminar sentí una mano en mi brazo que me jalaba bruscamente y me hacía voltear, me encontré con el castaño de antes a quien había olvidado que estaba ahí.

Príncipes Vampiro II Jardín PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora