XXII.- Es El...

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Ya había pasado un otro día desde el baile, ahora todos se encotraban en el instituto a excepción de Jimin y NamJoon, pues este quería enseñarle a Jimin a manejar mejor su poder

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Ya había pasado un otro día desde el baile, ahora todos se encotraban en el instituto a excepción de Jimin y NamJoon, pues este quería enseñarle a Jimin a manejar mejor su poder.

En el baile, cuando Jimin se encotraba con el hijo mayor de Richter, se había desmayado debido a una visión, por lo que se fueron rápidamente.

Ahora Jimin estaba intentando entrar en un estado similar a cuando estás dormido, solo que sin estarlo, debía poner su mente en blanco, pero no podía lograrlo.
No entendía porque, pero por su mente comenzaron a aparecer recuerdos, de cuando llegó ahí, la muerte de su madre y ahora recuerdos de su niñez.

- ¿pasa algo? - pregunto NamJoon en voz baja

Jimin negó con la cabeza.

- estoy recordando algunas cosas...

- sigue así, deja que los recuerdos te guíen, en ocaciones las visiones del pasado pueden darte más información que las del futuro... - JiMin asintió

Suspiró y nuevamente regreso a sus recuerdos.

Pasaron varios momentos que comenzaron a ponerlo nostálgico, cuando entró a la escuela, cuando jugaba con su madre, cuando conoció a su mejor amigo.

Su mejor amigo.

Al recordarlo comenzaron a salir lágrimas de sus ojos sin que lograra comprender, no sabía nada de él, no sabía su había sobrevivido al incendio o había dejado aquel mundo junto a su madre, al menos le hubiera gustado despedirse, darle un último abrazo, agradecerle.

- Taemin... - susurro

En ese momento el vampiro se sumerge en un sueño profundo. Las sombras danzan en su mente, y los recuerdos se entrelazan con la oscuridad. En este rincón de su subconsciente, emerge un rostro que no ha visto en años: su amigo de la infancia, Taemin.

Taemin, con su cabello alborotado y ojos curiosos, aparece en el umbral de un parque desolado. El columpio chirría suavemente en la brisa nocturna. Jimin siente una mezcla de nostalgia y temor al ver a su antiguo compañero. Taemin lleva una camiseta raída y pantalones cortos, como si el tiempo se hubiera detenido para él.

Los dos se miran en silencio. Jimin nota las cicatrices en las rodillas de Taemin, recordando las aventuras de su infancia. Pero también ve algo más profundo en sus ojos: una tristeza que no estaba allí antes. Taemin extiende la mano, invitándolo a sentarse en el columpio vacío.

- ¿Por qué me visitas ahora? - pregunta el vampiro, su voz apenas un susurro en el viento. Taemin sonríe, pero su sonrisa es melancólica.

- Porque necesitas recordar - responde.
- No todo está perdido - Y con esas palabras, Taemin se desvanece en la oscuridad, dejando al psicópata solo en el parque silencioso.

Nuevamente todo se vuelve negro. En el laberinto de los sueños, Jimin se encuentra en un pasillo interminable. Las paredes están cubiertas de sombras que se retuercen como serpientes. En medio de la penumbra, Taemin aparece, su rostro desesperado.

Príncipes Vampiro II Jardín PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora