╣ Lost Eyes ║ Supercorp AU ╠

╣ XXIV ╠

Noviembre 10...

Los días siguieron su curso y por fin se llegó el tan esperado día del juicio contra Lillian, el día en que se decidiría su destino. Lena tenía puestas todas sus esperanzas en Ray para encerrarla de por vida, pero si por alguna razón eso no ocurría, siempre tenía a un Oliver dispuesto a obsequiarle una flecha con la cual pudiera atravesarle el corazón.

Cuando Lena escucho las puertas abrirse en clara señal de que alguien estaba entrando a la sala, todo su cuerpo se tensó y cuando escucho a Ray murmurar a su lado "ella está aquí" su mente se dividió en dos. Una parte le decía que alzara la cabeza y se mostrara lo más segura de sí misma. Mientras que la otra, aun víctima de los traumas, deseaba que mantuviera la mirada gacha.

Sin embargo, todas las dudas quedaron despejadas en el momento en que sintió la mano de Kara dejar un apretón sobre su hombro derecho para luego ver la leve sonrisa que la rubia mostraba. «Que se joda Lillian» pensó. Alzo la barbilla y le dedico su mejor mirada altanera a la mujer que se decía ser su madre.

Y ahí estaba ella. Esposada de manos y pies, la mujer que antes solía vestir con las prendas más finas, ahora luciendo un hermoso traje de dos piezas en el color gris representativo de la cárcel.

Lena jamás se había sentido tan bien de ver a su madre.

Dereck estaba sentado junto a ellas formando la parte demandante y algunas filas más atrás en los asientos del público y como parte de su apoyo emocional, se encontraban Sam, Asami, Alex, Oliver, Clark e Imra. Mientras que justo en la fila tras ellas contaban con Amelia, quien era una de los tres testigos que Ray había llamado. ¿Quiénes eran los otros dos? No lo sabían, Ray les aseguro que los mantendría en secreto hasta llegar el momento de usarlos.

Así mismo una cantidad exagerada de policías se encontraban esparcidos por toda la sala, tres de ellos haciendo guardia junto a Lillian. Lena pudo notar que no había ni una sola bebida en todo el lugar, aunque considerando lo ocurrido durante el juicio de Lex, tampoco es que los juzgara.

Durante el tiempo en que se llevaron a cabo las presentaciones del caso y los involucrados, tanto Kara como Lena notaron al abogado defensor revisar arduamente los documentos en su poder, mientras que Ray tan solo estaba escuchando las presentaciones en paz. A este punto no sabían si alegrarse por su confianza o no.

Palmer se puso de pie una vez que el juez llamo a la parte acusadora, realizo los juramentos necesarios y se giró hacia Lillian. Todo esto sin perder la sonrisa radiante que lo caracterizaba. Por su parte Lena y Kara se limitaron a enlazar sus manos bajo la mesa.

—Señora Luthor, se le acusa de una variada cantidad de crímenes xenofóbicos, crímenes contra la integridad del pueblo, chantaje, secuestro, asesinato indirecto y múltiples intentos de asesinato —enlisto Ray con fluidez—. ¿Diría usted que son calumnias contra su persona?

—En efecto, todo lo que he hecho siempre ha sido ver por el bienestar y la prosperidad de la ciudad.

—¿Le resulta satisfactorio cubrir la tierra con una luz terriblemente dañina para cualquier tipo de vida y generar un terremoto con una escala de cinco punto cinco?

—¡Objeción! —exclamo Matt Mathews, el abogado defensor—. El señor Palmer está especulando.

—Ha lugar. Realice su pregunta de nuevo señor Palmer —indico el juez.

—¿Cree usted correctos los pasados ataques contra la luz solar y terremotos causados por su hijo?

—Depende de la perspectiva que se le dé.

—¿Le gustaría explicarme? ¿Cómo esos crímenes podrían tener una perspectiva buena?

—No es que se viera bien o mal, era cuestión de demostrar el punto de que Superman y todos esos alienígenas que viven con nosotros no son ninguna clase de dioses entre nosotros.