El Más Fuerte | BNHA / One Punch Man Fanfic

IIII

-¡Entreneme!- Gritaría desde el fondo de mi, con todas mis fuerzas, deseando que aceptara.
.
.
.
.
.
.
.
.
-Claro-
.
.
.
.
.
.
-¿L-Lo dice en serio?
.
.
.
.
.
.
-Si si lo digo en serio, oye no es por ofender pero tengo unas promociones que atender en el supermercado y me estoy quedando sin tiempo, así que me voy.- Diría el un poco aburrido mientras se dabas vuelta y empezaba a caminar.

-P-Pero, ¿No me va a decir que tengo que hacer, o a donde ir para empezar el entrenamiento?- Pregunto un poco confundido.

-¿Entrenamiento? Ah, si el entrenamiento, mañana te veo en la plaza a las 5 a.m, adiós.- Diría el mientras se detenía para después seguir caminando con prisa.

-B-Bueno, gracias- Guau, de verdad creí que sería algo más épico, aunque no debo negar que si se siente emocionante pensar que mañana empezaré mi entrenamiento. Pero... Siento que hay algo que se me olvida, algo muy importante que llevaba tanto tiempo intentando conseguir... ¡Ah, cierto!
¡¡SU NOMBRE!!

Levantó la mirada, veo como ya está doblando en la esquina. Sin pensarlo 2 veces comienzo a correr hacia el, doblo hacia la esquina y desde lejos le grito:

-¡¡UNA ULTIMA COSA!!- Gritaría fuerte, cansado por correr tanto (cabe recalcar que si había recorrido más o menos 1 cuadra y media)

El solo atinaría a darse vuelta y mirarme a los ojos.

-¡Aún no se su nombre!- Exclamaria un poco más calmado.

-Je- Escucharía venir de el mientras se daba la vuelta y su capa hacía un movimiento muy épico.

-¡Mi nombre!-
.
.
.
.
.
-Mi nombre es Saitama- (mirada seria)

.
.
.
.
.
.
.
-Mamá, llegue.- Diría mientras cerraba la puerta y me sacaba mis zapatillas.

-¡Hijo, que bueno que llegas, siéntate. Ya casi está la cena!- Me gritaría mi madre desde la cocina.

Entro, veo a mi madre terminando de cocinar y me siento.
.
.
.
.
Pasan las horas, hablo de cosas nada importantes con mi madre y llega la hora de dormir. Me cepillo los dientes, me pongo mi pijama y me acuesto sin ayer desearle las buenas noches a mi madre.

.
.
.
.

Sueño

Estoy en la nada, está todo oscuro, lo único que se alcanza a ver es un camino de tierra bordeado con piedras.

Sin lugar a donde ir me adentro ahí, caminando hacia la nada, pensando en nada. Solo se escuchaba el crujido de mis pasos en la tierra.

De repente, veo siluetas al final del sendero, no alcanzo a divisar cuántas eran. Todas están rodeadas de un aura blanco, parecen estar mirándome. Por un momento dudo en seguir, pero la curiosidad me gana y continuo con mi caminata por aquel infinito camino.

¡RING RING! (Típico sonido de alarma)

Llegó el día, muy adormilado (cansado o con sueño, no sé cómo se dirá en tu país) extiendo mi mano al velador y apago mi alarma de las 4:30, tenía que estar a las 5 a.m en la plaza.