De pronto me encontraba en el suelo con el que menos me habria gustado, era Miguel, no me lo podia creer, acababa de tirar al suelo al chico que me gusta.
-Losiento mucho enserio, - dije mientras se incorporaba- soy demasiado torpe.
-No importa, no te preocupes, en todo caso lo siento yo por no haberte cojido bien. -dijo mientras echaba esa sonrisita torcida que tanto me gustaba.
Era de esas pocas persona que estaba sexy hasta cuando se acababa de caer al suelo. Me tendió la mano para que me levantara, y de repente, como si de algo nuevo se tratase, una sensación extraña invadio mi vientre, creo que son esas famosas mariposas de las que todo el mundo habla cuando esta enamorada.
¡Joder!, ¿me estaba enamorando?, no no, eso no puede ser, yo no puedo enamorarme, yo soy la que enamora, no la que se enamora.
-¿Estas bien? -dijo mientras me seguia tendiendo la mano.
-Ah, si, claro. -dije mientras intentaba disimulas esa odiosa sensacion a la que llaman amor.
Le coji la mano, los dos sonreimos, eso solo incremento las mariposas. ¿Mariposas? más bien abejas asesinas.
-Pensaba que ya no ibas a venir nunca más, -dijo mientras me levantaba- llevas ya como un mes sin venir por aqui eh. -sonrió.-
¿Porqué es tan guapo? tener esa sonrisa deberia ser ilegal.
Reí, -¿ahora controlas cuando vengo y cuando no? -dije burlona.
-Claramente mi amor, ¿a quién no le alegra ver a una chica guapa sonreirle? -dijo mientras se me acercaba.
Eso me dejo boquiabierta, ¿desde cuando nos tomabamos esas confianzas? da igual, el caso es que me encantaba.
-Si, cuidado, no te vayas a enamorar, -dije acercandome un poco más, al igual que el.
-No, tranquila pequeña. -dijo mientras reia y se alejaba, como si hubiera echo una broma.
Eso me cabreó, ¿pequeña? ¿porqué pequeña? no sabe ni siquiera cuantos años tengo, vaya iditota.
-¿Pequeña? ¿cuántos años crees que tengo? -dije cabreada, el enseguida lo noto.
-Mmmm, no se, digamos que... ¿16, 17? -dijo risueño- pero no te pongas así, que eres mas guapa cuando sonries.
-¿Ah si? pues tranquilo que no me vas a ver más hacerlo. -dije mientras le quitaba la mano de mi cadera, que aún seguia allí.
Estaba siendo un gilipollas, y no lo iba a tolerar.
-Eh, ¿que te pasa? -dijo mientras daba unos saltitos intentando alcanzarme, ya que me estaba dirigiendo a la salida.- ¿te has enfadado? -dijo agachandose hasta mi altura, y poner la cara en frente de la mia.- escucha, no queria enfadarte, solo estaba bromeando, estoy seguro de que eres una chica más que genial, pero tenemos mucha diferencia de edad. -me estaba intentando cojer de la mano.
-¿Y quién te hace pensar que yo quiero algo contigo? Ademas, ¿tu cuantos años tienes acaso? ¿30?.
-Tengo 22, y me hace pensar que quieres algo conmigo porque me miras así, como si quisieras algo conmigo.
Conseguí verle los ojos, verdes, un verde precioso. ¿Porque este pedazo de idiota tienes estos ojazos? ¿Y porque me esta dando la impresion de que se esta acercando demasiado? Dios, esos labios, se los morderia hasta que sangraran.
-Pues piensas mal, eres tu quien me mira así, además, ¿te crees que no tengo nada mejor que hacer que estar perdiendeo el tiempo aqui contigo? -dije intentando no perder la compostura, mierda, me a visto morderme el labio.
-Si, tienes razón, te miro asi porque me atraes, y mucho. Y no, creo que no tienes nada mejor que hacer porque mueres de ganas ahora mismo por besarme, al igual que yo.
-Y cuentame, ¿como estas tan seguro de eso? ¿Y si tengo hasta novio y te parte la cara si lo haces? -mentí, pero queria ver lo que respondia y hacerme un poco la dura, porque en realidad, yo tambien moria por besarle.
Todo esto sucedia a centímetros uno del otro. Me agarro de la cintura, me agarro todo lo fuerte que se podia, y me apreto contra el, rompiendo esos centímetros -Pues dile que venga a partirmela ya.