Había pasado ya una semana, y yo no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido ese día con Miguel. No entendía nada.
Lo mejor sera olvidarlo todo, de todas formas el tiene 22 años y yo tan solo 17, el trabaja en un supermercado y yo en unos meses me iba a graduar y ir a la universidad a estudiar bellas artes, tampoco íbamos a llegar a ninguna parte.
Estaba en la puerta del instituto, esperando a que mi padre me viniera a recoger, saque el móvil mientras esperaba, estaba escribiendo un mensaje a mi amiga Karol diciendo que se de prisa en salir porque mi padre iba a llegar dentro de nada.
Antes de mandarlo oí a mi hermano hablar con sus amigos detrás mio.-Adiós pringada. - me dijo como siempre que salíamos del instituto.
El se iba en su moto, tenia ya 19 años y aun estaba en segundo de bachillerato porque había repetido 2 veces, era la oveja negra de la familia, pero yo lo quería mucho, en fin es mi hermano.
Mis padres lo habían echado de casa hace 7 meses porque se metió en una pelea por drogas, le llevaron a la comisaria, mis padres pagaron una gran cantidad para que no fuera a la cárcel, pero dijeron que esta era la ultima vez que le sacaban de cualquiera de sus mierdas.
Ahora vivía en un piso por el centro con otros 2 amigos suyos mayores que el.
-Pringado tu. - le dije riéndome.
-Aver cuando me vienes a hacer una visita eh atontada.
-Sabes que a papa y mama no les gustaría que fuera allí.
-Es verdad se me había olvidado que ati también te habían puesto en mi contra. - dijo mientras se ponía el casco.
-Sergio sabes que eso no es así. -dije cabreada.
-Pues entonces ven conmigo, pasa una tarde con tu hermano como en los viejos tiempos, es viernes, no pierdes nada.
-Pero papa vendrá a buscarme dentro de un rato. -dije un poco asustada.
-Ves, lo que yo decía... - se disponía a arrancar.
-Vale, esta bien. -dije totalmente dispuesta.
Llego Karol -¿que pasa Amanda? - dijo confundida.
-Me voy con Sergio, cuando llegue mi padre le dices que me quedare a hablar con la profesora y que después iré a casa de Ángela a comer y que me llevara ella a casa.
-¿Y yo, como quieres que vaya a casa?
-Dile que ati te lleve a casa como siempre.
-Vale, pero me debes una eh. -dijo Karol un poco cabreada.
Sergio me dio el otro casco y arrancó.