Capítulo 5

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—Lo siento, Midoriya-shonen —se disculpó All Might mientras agachaba la cabeza.

—N-no es necesario All Might, yo fui quien salió al peligro sin pensar las consecuencias —es culpa mía por no haber estado en condiciones óptimas para pelear...

—Ahora que tu cuerpo está mejor ya que Recovery Girl, podré enseñarte mejor —aseguró All Might con una gran sonrisa—. Es hora de hacer el verdadero entrenamiento —apretó el puño con firmeza.

—¿Cuál es el verdadero entrenamiento? —moví el brazo, se me estaba durmiendo.

—Desde ahora combatirás contra mí —respondió mientras se transformaba a su forma musculosa, para luego a los pocos segundos perderla—. Pero eso será en unos cuantos días, te prepararé para el festival deportivo.

—¿El festival deportivo? —me levanté de la silla sobre la cual estaba—. No pensé que lo fueran a hacer después del ataque...

—Tranquilo Midoriya-shonen, esta vez estaré presente de principio a fin —puso una mano sobre mi hombro—. Y yo me encargaré de que no te sientas culpable.

Lo mire sorprendido, ¿Cómo es que lo sabe? No recuerdo habérselo dicho, aunque pensándolo bien seguramente fue mamá quién le habló acerca de esto.

—Sé que te sientes enojado contigo mismo, preocupaste a tu madre y a las hijas de Maruo-kun, pero no es tu culpa, no eres el más fuerte de todos.

—Por esa misma razón debo hacerme más fuerte, para evitar que se preocupen por mí.

—Ser fuerte es importante, pero no dejes que eso te impida ver las demás cosas que tiene la vida para ofrecerte.

—Está bien, All Might. Si me disculpa ya tengo que irme a clases —tome mi mochila y salí por la puerta.

Hoy llegué más temprano para poder hablar con All Might sin que las clases interrumpieran, pero la reunión fue más larga de lo que esperaba. Espero que los demás se controlen cuando me vean la cicatriz que ahora tengo en mi ojo derecho, es un poco pequeña, pero lo suficiente para que cualquier persona que me hable de frente se pueda percatar.

—Al menos aún conservo mi ojo, eso estuvo muy cerca.

—¿Qué estuvo muy cerca, Midoriya-kun?

—¡Aaaa! dios, Itsuki-san, me asustaste —me volteé para verla de frente, ella sonrió un poco nerviosa.

—Lo siento, pero ¿Qué es lo que estuvo cerca?

—... Nada importante, es solo que ya se acerca el festival deportivo y estoy nervioso, tengo que hacerme más fuerte.

—¿Por qué me estas mintiendo? —preguntó mientras fruncía un poco el ceño.

Diablos, se me olvidó que ella tiene la capacidad de detectar algunas mentiras. Debo decirle la verdad, pero no quiero que se preocupe demasiado.

—Verás, mi ojo derecho quedo muy lastimado después del combate por lo que casi lo pierdo.

Ella abrió los ojos sorprendida, creo que fue muy directo. Bien hecho Izuku, otra vez cometiendo errores, ahora tengo que hacer algo para remediarlo.

—Pe-pero no es nada malo, aún lo tengo y eso es lo importante, ¿verdad?

—Ahora somos amigos, no deberías mentirme en primer lugar —me tomó de la camisa y la apretó un poco.

—Perdón, Itsuki-san —la tome de los hombros—. Cambiando de tema, ¿vas a participar en el festival deportivo? —ella solo negó con la cabeza.

Héroe en AprendizajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora