Capítulo 9: Reencuentro

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No seré del Team de Yotsuba, pero la verdad, me gustó que ella ganara. Se lo merecía. Grande GOD-Suba.

[NARRADOR]

Todos lo amigos del pecoso saltaban de la alegría, las quintillizas observaban cada una con distintos pensamientos acerca de la victoria, pero todo eso se vio interrumpido cuando este cayó al piso inconsciente. Le había exigido demasiado a su cuerpo en esa última colisión y ahora afrontaba las consecuencias de aquel acto.

Mucha gente del público se asombró, aunque no era para menos, haber salido totalmente intacto de aquella explosión era prácticamente imposible, pero para las quintillizas, Momo y Ochaco fue aún más la preocupación por lo que sin perder tiempo emprendieron una carrera hacia la enfermería.

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—Ya les dije chicas, es necesario, además no podía dejar a un compañero con sus problemas y hacer vista gorda de ello —dijo el peliverde con una leve sonrisa mirando hacia su lado en donde estaba el peli mixto que seguía inconsciente—. Además, la promesa era que les iba a demostrar que iba a ganar... —un golpe no muy fuerte en la cabeza hizo que se callara.

—¡No, eso no era parte del trato, Izuku-kun! —se quejó Nino con una mirada que denotaba enojo—. Dijiste que no nos ibas a preocupar, ¿y qué es lo que haces? ¡desmayarte apenas das dos pasos después de ganar la pelea! —las demás hermanas guardaron silencio, era mejor no parar a Nino en estos precisos momentos.

El peliverde se dio cuenta de su error y bajo la cabeza un poco triste, por su parte la castaña y la pelinegra estaban en una llamada con la madre de Izuku intentando calmarla, aunque al igual que con su hijo, las lágrimas de la señora se oían desde el otro lado de la línea.

—Lo siento, Nino, chicas —alzando su rostro las miró fijamente a la cuatro—. No cumplí mi promesa, pero no podía dejar que alguien sufriera, después de todo "un héroe ayuda a quienes necesitan ayuda" —convencido de sus ideales el peliverde sonrió—. Mientras pueda ayudar, saltaré hacia el peligro cuantas veces sean necesarias, incluso por ustedes.

No cociente de sus palabras el peliverde se levantó con un poco de dificultad de la camilla sobre la cual estaba, si bien el quirk de Recovery Girl le ayudo con unas lesiones internas y daños en sus músculos este no tenía la energía suficiente para una sanación completa en tan poco tiempo, así que se hizo lo que se pudo. Tener la suficiente movilidad para recibir la medalla de primer lugar.

—Adiós chicas, nos vemos después de la premiación —dijo Izuku mientras salía de la enfermería dejando a las quintillizas ahí junto con Recovery Girl.

Al encontrase con Momo y Ochaco en el pasillo, estas le dijeron que hablarían con él a solas luego. Luego estas entraron para ver a las quintillizas, pero se percataron que las cinco estaban levemente sonrojadas.

—¿Qué pasó? —preguntó Momo al ver la cara de su amiga con un tinte carmesí.

—Fuertes declaraciones —respondió Recovery Girl ya que las Nakano tenían la mente en otro lado.

<<Diablos, enserio las preocupé, pero no entiendo por qué, ya me e roto los huesos, desmayarme es lo de menos>> pensó Izuku entrando a la zona de combates.

Recibido con una fuerte ovación el peliverde volvió a sonreír, uno de sus grandes sueños se había cumplido, ese día era perfecto para él, salvo que, de su mente no se podía sacar la cara de preocupación de las quintillizas cuando apenas recuperó la conciencia.

<<Debo disculparme mejor, un lo siento no basta>> reflexionó Izuku.


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