Capítulo 7: La fiesta I.

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Nota de autora: Las oraciones que estén tumbadas y entre paréntesis son comentarios de la conciencia de Miriam, por ejemplo: (algo que realmente tú no sabes hacer). Besos y disfruten del capítulo. mct.

MIRIAM PV.

Mientras en la clase de Literatura yo en ningún momento miré hacia atrás, sabía que si lo hacia me encontraría con miradas acosadoras de Eva sobre la fiesta, suplicantes de Víctor sobre la misma y lo peor, miradas confusas de Alex.

Terminó Literatura, lo sabía porque en esta aula la sirena que lo indicaba hacía retumbar las paredes, no era un buen sitio para poner un aula.

Solté un suspiro.

La tregua se había terminado, sabía que iba a ceder a las suplicas de Víctor y Eva, así que me rendí y dejé que oponerme, sería nada más una pérdida de tiempo.

Pero lo que en verdad me daba terror y preocupación era la situación incómoda de a noche con Eva en casa. En algún momento me preguntaría por ello y tenía que tener preparadas buenas escusas para cambiar de tema (algo que realmente tú no sabes hacer), porque yo estaba más confusa que ella si cabe sobre lo que le iba a decir y al final no le dije, no estaba segura si sentía eso por Alex cuando sólo lo conocía de hace unos días, por alguien que tenía novia y de lo que yo estaba al tanto.

No podía seguir evitando a Alex de por vida, pensaba cuando por el rabillo del ojo veía a un Alex salir de clase y juntarse con su novia Alejandra, de repente me miró, seguramente se dio cuenta que los estaba mirando de reojo, la saludó... (¡¿¡SALUDÁNDOLA CON UNA BESO, EN LA BOCA!?! en tu cara, genial).

Definitivamente puede que Alex en verdad me gustara, y no lo decía yo si no que sin darme cuenta, de celos había hecho una bola de mis apuntes de literatura.

Un chasquido de pulgares hizo que saliera de una vez de mis pensamientos, Eva.

-Hey, al final no me dijiste si haríamos la fiesta en tu casa y... ¿por qué tus apuntes son una bola gigante? bueno, a lo importante ¿aceptarás?

-Si, me servirá para despejarme un poco, pero con una condición... -me encantaba ver a Eva sufrir en los momentos de silencio esperando a la respuesta, soy cruel- mañana cuando me despierte quiero ver la casa impoluta sin una gota de refresco en la alfombra del salón ¿entendido? -oh dios, me parezco a mi abuela.

-Si mi sargento a sus órdenes. -dijeron a coro Víctor y Eva.

***

Salimos al campus del instituto, hacía mucho frío y me había dejado la chaqueta en la taquilla, Víctor nos conducía hacia la cafetería mientras Eva no paraba quieta, llevaba una pequeña libreta en la que estaba apuntando nombres de alumnos del instituto para la fiesta (no sé de dónde habrá sacado tantos contactos en una semana, ni so toda esa gente cabrá en tu casa, Miriam).

Llegamos a la cafetería en la que me cogí un sandwich y unas patatas (tranquila tú nunca has sido de las que come sano no te preocupes).

- Oye Víctor ¿dónde vamos a sentarnos? - pregunté.

- Estoy buscando a.... - no terminó de hablar cuando Eva intervino acabando por el de responderme.

- ¡Mirar allí está Alex, con Alejandra!

No pude imponerme a tiempo, Eva me cogió del brazo y me arrastró hacia la mesa donde estaban sentados los antes mencionados.

Nos sentamos quedando yo entre Víctor y Eva, en frente de Alejandra. Esto parecía una encerrona, en la que además yo me moría de frío.

Sin CONTROL. || Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora