Capítulo 3: Miradas.

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MIRIAM PV.

Durante las dos primeras horas no estuve atendiendo, sólo tomaba apuntes, y me fijaba en el chico de enfrente, el chico de la papelería, el del autobús.

Alguna vez que otra miraba a la ventana, o a Eva discutir con ese tal Víctor, no sabía de que se conocían, pero era gracioso ver la cara de Eva cuando el chico la molestaba.

Ahora tocaba la clase de Artes, esa clase era mi favorita, en la única que podía entender con claridad todo.

La clase de Artes, estaba en el mismo edificio que la de tecnología. Eva y yo íbamos caminando, cuando por fin pude oír claramente su nombre. Alex. Se llamaba Alex.

Cuando por fin, llegamos a la clase, las últimas, había una mujer que tenía unos ojos grises preciosos y una sonrisa que iluminaba toda la clase con sus dientes perfectos, parecía una mujer muy sensible y una presencia que hacía que aunque no la conocieran de nada, te encantara.

Y otra vez, volvimos a tener mala suerte, solo había tres sitios libre uno al lado de dos chicas que no se habían callado en lo que llevábamos de mañana, otro al lado de él y el último en una de las esquinas de la clase al lado de un chico pelirrojo.

Eva se sentó al lado del chico pelirrojo que al parecer se llamaba, David.

Yo me iba a sentar al lado de las chicas esas, las cotorras, pero en ese momento ví el porque de que ese sitio estaba libre, en cuanto me vieron acercarme, me echaron la mirada de: "Pírate, ¿no ves que no nos gustas?". Zorras.

En ese momento alguien me habló.

- Déjalas, son dos amargadas, ven, siéntate aquí. - Fue Alex, me alegre de que me defendiera sin ni siquiera conocerme.

-Gracias. - Le sonreí y aparte la mirada rápidamente.

Me devolvió la sonrisa.

Me senté a su derecha, y me puse el pelo hacia al lado izquierdo porque no podía permitir que viera mi cara toda sonrojada. Sentí que mis mejillas ardían.

La profesora empezó a hablar, me miraba, no sabía porque.

- Bueno, como vereís hoy han venido dos alumnas nuevas, y una de ellas sacó matrícula en esta misma asignatura el año pasado en su anterior instituto. - MIERDA. Lo que me faltaba llegar nueva y el primer día llamar la atención de esa manera, ni que tuviera un cartel en la cara de: "Hey, que tal, ¿me ves? ¿me ves?" dios - Miriam, ¿podrías salir aquí y contarnos un poco por qué este cambio a mitad de curso? - me recosté en la silla intentando decirle que no me apetecía salir... pero no hubo modo de que entendiera que me daba vergüenza. - Ven tranquila, no vamos a comerte.

Así que, dejé el bolígrafo en la mesa con el que estaba entreteniéndome dibujando un poco en mi cuaderno, me coloqué mi jersey blanco y me levanté. La profesora me hizo un gesto para que me sentara en la mesa a su lado. Eso hice y ella sonrió, mire a Eva a la que yo sabía en que sus adentros estaba aguantando una de estas risas que te duran media hora, luego miré a Alex, me miraba con una sonrisa, apartó la mirada y cogió mi cuaderno. Miraba detenidamente el pequeño dibujo que hice mientras estábamos en la clase de Tecnología. Volvió a sonreír y dejó el cuaderno en mi mesa, exactamente donde estaba. Me volvió a mirar.

- Y bien, Miriam entonces, ¿por qué os habéis cambiado tu y Eva a este instituto?

- Bueno, am... no se creo que simplemente nuestros padres querían cambiar de aires, y am bueno mi madre y sus padres son buenos amigos y decidieron cambiar todos al mismo sitio.

- Sí, entiendo quisieron cambiar todos para que no se os hiciera tan difícil cambiar de sitio de instituto etc.

- Si más o menos.

- Vale, bien pues Miriam vuelve a tu sitio.

Volví a mi sitio con la cabeza bajada y me senté, yo sabía que él me estaba mirando y también que el sabía que yo sabía que me estaba mirando.

Miré el reloj, wow, la clase había pasado volando, toco la sirena que indicaba el descanso de clases para tomar el almuerzo, ví como Eva venía hacia mi, creo que huía de Víctor, porque aunque la clase era de un tamaño normal, no paraba de mirarle por si la seguía.

Estos acabarán liándose lo presiento.

- Vamos Miri, vamos a la cafetería me muero de hambre y quiero sacarme a ese idiota de encima cuando antes. - me reí.

- Si, un momento es que no encuentro mi bolígrafo y es mi favorito. No sé como se puede perder un bolígrafo dejándolo en la mesa.

- Qué torpe que eres eh. - me dijo Eva con una sonrisa de oreja a oreja.

- No tranquila toma, te lo he cojido prestado un segundo para darte mi teléfono, no creo que conozcas a mucha gente aquí que te pase todos los apuntes pasados. Por cierto, pasado mañana tenemos examen de literatura. Avísame cuando quieras y te explico lo que vendrá en el examen. Soy Alex.

- Vale, am si si, claro te avisaré. Soy Miriam.

- Lo sé. - me sonrió y se fue con el chico rubio de gafas que le estaba esperando en la puerta de la clase, el mismo con el que estaba sentado en el autobús.

- Valee... ¿qué a sido eso? - dijo Eva con cara interrogante.

- Am no ha sido nada sólo quería ayudarme para no suspender el examen de literatura, Eva.

- Ya ya.

- Eva estás como una cabra.- nos reímos como locas y la gente del pasillo nos miró con cara rara, como si no hubieran visto a nadie reírse.

- Una cabra a la que adoras ¿o no?

- Si, eso si es verdad, jajaja.

Seguimos a la concentración de gente que seguía saliendo de las aulas, que suponíamos que irían a la cafetería.

Sin CONTROL. || Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora