Capítulo 6: Una mañana muy alborotada.

73 7 0
                                    

EVA PV.

-Eva... Empezó a decir Miri.
-Sí, dime.
-Esto... Yo... Voy al baño un momento va? Rápido se marchó dejándome sola. Estuvo dentro del baño unos 20 segundos y después salió diciendo:
-Eva no habrás visto por ahí mi cepillo del pelo verdad?
-No, por qué? Lo has perdido?
-Ajám, y lo necesito para peinarme mañana. Respondió algo angustiada.
-Está bien... Ta ayudare, buscaré en el salón. Y rápido me dirigí allí. Revolví entre los sofás y en las estanterías, hasta miré detrás del televisor, pero no encontré nada. Pasada ya mas de 1 hora Miriam me llamó con un gritó alarmante:
-Lo encontré!!! Porfiin!! Rápido corrí hasta ella y le pregunté donde estaba.
-En el baño... Se había caído detrás del radiador... Jajajaja. Me miró con cara inocente. Y yo la respondí con un empujón en el hombro. Era ya tarde y debíamos dormirnos ya que mañana era viernes, sí, por fín viernes! Asi que nos pusimos los pijamas y nos metimos en la cama. De pronto me acordé de eso tan importante que Miri me iba a decir antes de que se metiese en el baño, me di la vuelta con intención de preguntarla, pero era la 1:00 de la noche y si mañana no quería parecer un zombie debía dormirme ya.

A la mañana siguiente nos despertamos con el despertador sonando por toda la habitación. Desayunamos, nos vestimos y nos cepillamos rápidamente el pelo mientras nos hacíamos una coleta; tocaba gimnasia a primera hora. Miré mi reloj:
- Son las 8:15!!! Grité. Miri dio un brinco y me miró alarmada.
-Tranquila, llegamos de sobra. Pasados unos 5 minutos terminamos de preparar todo, Miri cogió una chaqueta de cuadros y se puso la mochila al hombro, después cogí yo mi chaqueta azul y agarrando la mochila por un asa salí detrás de ella. Caminamos rápidamente por las callejuelas deshabitadas, miraba mi reloj continuamente, sabía que llegábamos tarde. De pronto alguien nos llamó con un grito:
-Miri!! Evaa!! Esperarme!! Nos giramos y vimos como Víctor corría para alcanzarnos.
-Oh, no! Que haces aquí? Le pregunté cuando llegó.
- Heyy, Flory no me ha esperado hoy. Contestó casi sin aliento.
-No me estraña, llegamos tarde. Dijo Miri. Me miré el reloj, eran las 8:26.
- Quedan cuatro minutos!! No nos da tiempo! Grité, y enseguida me puse a correr.
Llegamos cinco minutos después de que sonase la sirena.
-Genial, la puerta está cerrada. Dije pegándole una patada.
-Bueno, nos saltamos gimnasia, tampoco es tan malo, no? Dijo Miri.
-Tranquilas... A mi ya me ha pasado esto mas de una vez...-empezó a decir Víctor.
-Que raro. Le corté, pero no pareció inmutarse.
- Lo único que hay que hacer es saltar la valla.
-Estás loco? Y si nos pillan?
- Mientras lo hagamos disimuladamente no pasará nada. Dijo empezando a escalar el muro que había unos centímetros antes de la valla.
- Está bien. Dijo Miri, y con las mochilas a la espalda nos pusimos a subir detrás de él. Llegamos al otro lado y agachándonos atravesamos las ventanas de la sala de profesores.
-Aquí ya no nos pueden ver, vamos entremos al gimnasio. Dijo Víctor señalando una puerta roja que se encontraba a unos metros de nosotros. Nos deslizamos dentro sigilosamente intentando pasar por detrás de la profesora sin que nos viera. Avanzábamos hacia la puerta de los baños cuando de pronto alguien dijo:
-Profesora!! Víctor llega tarde!! Enseguida ella se dio la vuelta y nos vio allí de pie.
-Jejeje, Hola profe, esto... Empezó a decir Víctor rascándose la cabeza.
- No te ha sonado el despertador ¿verdad? -respondió ella seriamente- Anda, ve a sentarte. Después nos miró a nosotras y gruño:
-Espero que no sigáis el mismo camino que Víctor, id a sentaros, y que no vuelva a ocurrir. Cogió un papel y empezó a pasar lista, mientras dejamos las mochilas en el baño, y fuimos a sentarnos al lado de Flory.
-Qué os ha pasado? Preguntó Flory nada más apoyamos el culo en el banco.
-Las chicas tardan mucho en arreglarse ¿no es verdad? Rió Víctor.
-Señor Víctor!! Haga el favor de estar callado mientras paso lista!! Gritó de pronto la profesora.
-Siii Laura. Contestó Víctor reclinándose hacia atrás. Después hubo un gran silencio en el que sólo se oia la voz de la profesora.
-Por qué la profe le tiene tanta manía a Víctor? Pregunté a Flory.
-Jajaja, la mayor parte de los profes le odian, pero Laura supera a todos los demás. Respondió ella dándole un codazo a Víctor.
- Me baja la nota por llega tarde a clase y cuando se aburre me manda a dirección. Dijo Víctor uniéndose a la conversación. De pronto Miri dijo algo:
-Víctor, la lista.
- VICTOOR!!-Gritó de nuevo la profe- ¿Es que no me ha oido?
-No.
-A no? Pues venga aquí, a mi ladito, seguro que asi me oye mejor. Víctor se levantó y caminó hacia ella, hasta llegar a su lado, una vez allí se quedó quieto y empezó a mirarnos. Nosotras nos reíamos disimuladamente para que no nos viese la profe. Al poco rato términó de pasar lista y nos hizo correr alrededor del gimnasio mientras ella iba a por unas pelotas de volley.
-Que tal al lado de la profe? Preguntó Flory a Víctor sin poder aguantarse la risa.
-Ja.ja.ja muy graciosa-contesto irónicamente él- usa una colonia muy rara, huele a... ese olor que se queda en la ropa de las personas viejas. Todos soltamos una carcajada mientras la profe volvía con varios balones en la mano.
-A ver, hoy vamos a hacer el examen de salto al potro. Ireis pasando de dos en dos, cuando os llame vendréis aquí, mientras, los demás podéis jugar fuera a lo que queráis. Soltó los balones y cogió de nuevo la lista con todos nuestros nombres.
-Irá por orden de lista, seguro. Nos susurró Víctor a Miriam y a mí.
-Entonces no tengo por que preocuparme. Dije yendo a por un balón.
-Yo tampoco. Dijo Flory acompañandome.
-Miri tu te quedas? La pregunté.
-Seguramente.
-Eres de las primeras en la lista? Preguntó Víctor.
-Sí. ¿Quien más se quedará?
-Puess... El primero... Es un niño empollón, la segunda no lo se... Después va Alex... - Empezó a decir Víctor.
-Alex? -cortó Miriam de repente- ¿cómo se apellida?
-Puess... Buz.
-Buz? Anda! Entonces voy detrás de él en la lista. Gritó Miri.
-Pues quédate aquí entonces, espera con el. Dijo Víctor señalando a Alex que se encontraba en una esquina atándose las zapatillas. Después salimos los tres del gimnasio dejando a Miriam con Alex.
-Tu como te apellidas Víctor? Pregunté botando la pelota.
-Gazapo!-Se adelantó Flory- va detrás de mí.
-Y tú? Le pregunté esta vez a Flory soltando un suspiro de alivio al saber que por poco no me tocaría con Víctor.
-Gaveta.
-Yo González, por poco no nos toca eeeh. Dije dándole un codazo a Víctor, éste se mosqueo y dándole una palmada a la pelota me la quitó.
-Jajaja, ven a por ella.
- Víctor!! Grité poniéndome a perseguirle, enseguida Flory se unió a la persecución y acabamos jugando un entretenido partido de baloncesto con mas gente de clase que se fue uniendo. Pasó el tiempo y sonó la sirena indicando el final de la clase, ya habíamos hecho todos el examen de salto al potro y habíamos sacado muy buenas notas. Víctor y Alex un 10, Miri un 7'5, Flory un 7 y yo un 9. Caminábamos cansados hacia clase, la verdad no sabía que tocaba ahora, pero me daba un poco igual ya que no prestaría mucha atención, me tumbaría en la mesa y esperaría a que terminase la clase.
Y así fue, tocaba Sociales y había estado todo el tiempo hablando con Víctor de una fiesta que tenía planeada hacer hoy. Al parecer, la casa en la que iban a hacer la fiesta era la casa de Flory, pero su padre había llegado ayer de Londres y se habían quedado sin un lugar a donde ir.
- A lo mejor puedo...- empecé a decir- espera un momento. Me giré en dirección a Miriam y con cuidado de que el profe no me oyese silbé. Miri no me hizo caso asi que volví a silbar un poco más fuerte, pero tampoco se inmutó, con lo que tuve que llamarla a gritos, no muy fuertes, a la vez que movía los brazos de arriba abajo para que me viese.
-Señorita Eva, ¿Le pasa algo? Dijo de pronto el profesor mirándome extrañado.
-Eemmm.... No... Bueno... Yo... Estaba bostezando, lo siento. :) Respondí con una tímida sonrisa.
-Sabe muy bien que es de mala educación bostezar en clase - decía el profe - así que espero que no vuelva a suceder o... De pronto sonó la sirena y el profesor no tuvo tiempo de terminar la frase.
-Fiiuuu, salvada por la sirena. Suspiré aliviada dejándome caer en la silla.
-Bueno, ¿Y a qué tenía que esperar? Preguntó de repente Víctor.
- A sí, quédate aquí, ahora vengo. Me levanté de la silla y me dirigí a donde se encontraba Miri, el profesor ya se había ido, así que no corría peligro.
-Miri, una pregunta. Le dije nada mas llegar.
-Sí, dime.
-Recuerdas esa fiesta que Víctor iba a hacer hoy?
-Ajám. Asintió.
-Bien, pues se han quedado sin casa y... Como en la tuya no va haber nadie durante una semana... pensaba que...
-No! Estás loca! ¿Y si me pilla mi hermano? Se lo dirá a mi madre y me matará cortándome en pequeños pedazos para después echarlos a la comida y ella poder comérselos bien a gusto. Respondió.
-Qué dices? Ella no se enterará porque tu hermano también estará invitado a la fiesta y así no dirá nada. La dije con una gran sonrisa.
Al momento la profesora de Lengua, María José Marugán, entró por la puerta y rápidamente tuve que volver a mi sitio.
Así pasó lenta y aburridamente la tercera hora, Víctor no me hizo ninguna pregunta más y Miri no miró hacia atrás en ningún momento.

Sin CONTROL. || Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora