Capítulo 10

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||Sasuke||

¿Nunca han odiado tanto un libro que lo quieren hacer leña para una hermosa fogata? ¿No? Ósea que yo soy el único psicópata que quiere volver leña este apestoso libro. Todos ustedes me caen mal. Ojalá se mueran mañana, perros. (No, mentira, si se mueren no podre desahogarme con nadie)

Déjenme me explico calmado y pasito a pasito... 1, 2,3, respira Sasuke, ellos no merecen tu odio, por más que les guste a eso, no lo merecen...Bien, listo, ya me calmé.

En el libro dice que con práctica podré controlar mis rasgos y mi olor, y aquí empieza mi problema ¡NO DA NI UNA PUTA PISTA DE COMO LO HAGO!, perdón, dije que me calmaría, lo siento. Dice que debo practicar, pero... ¿Practicar qué? No voy a andar por ahí preguntándole a cualquiera como hacerlo y mucho menos me mataré como loco psicópata mental tratando de esconderlos o hacerlos salir cuando ni sé cómo controlar mi chakra para caminar en el agua. Es muy capaz que sí lo intente me de algo del esfuerzo, no tiene precedentes, pero mejor prevenir que lamentar.

Sin nada de ayuda de ese estúpido e inútil libro solo me quedan dos opciones:

1. –Preguntarle a Itachi.

Claro que preguntarle a mi hermano mayor es una buena opción. Él sabrá que hacer, me guiará por buenos pasos y más que todo me ayudará a enfrentar todo esto de manera madura. Si, si, si, que bueno mi feo hermano.

¿Qué es lo malo de esto? Pues... todo. Estoy completamente seguro que se pondrá como psicópata mental en cuanto le pregunte o me dará la misma opción estúpida de la otra vez "puedo cubrirte con mi olor" ¿Y oler a perro meado todo el día? Gracias, pero no, gracias.

Además de que en el momento en que pase a la casa podría sentir el olor del Dobe. Por lo que leí hay Alfas demasiado sobreprotectores, yo soy un Omega y el hermano menor de un criminal rango S, traducción: si es sobreprotector y olfatea al Dobe acabará con su insignificante existencia con solo decir supercalifragilisticoespialidoso. No es buena idea, nein.

2. –Pedirle a Hatake Kakashi–Sensei que me ayude.

Lo malo: nada, es tan flojo que tal vez ni siquiera me haga preguntas innecesarias o me atosigue como lo haría Itachi. Sería muy capaz de ponerme a entrenar junto al Dobe y todos felices. Nadie pregunta y será color de rosas.

Sip, mejor me voy por la opción 2, e Itachi jamás se enterará de esto. Nunca jamás de los jamases. Este secreto morirá conmigo y todos los que me rodeen.

Olvidando todo el tema del libro (estúpido, feo, cochino, bueno para nada, tan útil como una patada en el testículo, igual de fuerte que una paja, ese que ardería muy bello en una fogata) me fui a dormir. Lastimosamente la gente no sabe lo que es el descanso o la privacidad. Ni siquiera pude acomodarme bien cuando la puerta de mi habitación se abrió, antes de entrar en crisis pensando cosas estúpidas como la existencia de algún fantasma, respiré profundamente.

–¿No deberías estar dormido, Dobe? – No necesitaba voltear para saber que era él, o para saber que se había asustado en cuanto me escuchó hablar.

–El olor de tu hermano no me deja dormir, está en toda la habitación. – Como perro por su casa se acomodó en mi cama. No dije nada por pura pereza, si lo corría al mueble debía levantarme y buscar sabanas, pero al levantarme corría el riesgo de no encontrar de nuevo mi posición perfecta. Jamás la dejaría de lado, es muy difícil volver a acomodarme después, bueno, a menos de que quiera orinar, si eso pasa, aprovecharé y lo sacaré a patadas de mi habitación.

Sabía que cuando Itachi se frotó como perro sarnoso por su habitación y parte de la casa no era nada bueno. El Dobe puede olerlo, pero yo no, genial, mi hermano hizo un repelente de Alfas a base de meados. Es muy inteligente (Por no decir otras cosas) el aborto de cucaracha ese.

Un mundo de cambia-formas (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora