Capítulo 6

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¿Qué les parece un juego? Es fácil, solo deben seguir mis reglas.

1.- Consiste en una maratón de varios capítulos, los cuales ustedes solo lo sabrán cuando se acerque su final.

2.- Ustedes serán los responsables de que las continuaciones salgan a la luz, si no votan no hay trato.

3.- Para no aburrirlos serán de mil palabras más o menos.

4.- Al final del juego yo escogeré a ganador, el/ella decidirá en que se meterán el Emo vengador y Ricitos de oro.

Una vez escrito esto ¡Que comience el juego!


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||Sasuke||

Una vez adentro Itachi me guío a lo que bien recuerdo era su habitación, aun recuerdo cuando me escondía ahí para que mi padre no me atrapara o las veces en que mi mamá me pedía ayuda para buscar algo sin que Itachi lo supiera, siempre decía que era algo como una misión secreta que solo ella y yo podíamos saber. Pude apreciar como casi todo su cuerpo se perdía entre las viejas ropas que se encontraban colgadas en el ropero que estaba en su habitación, tal cual el de mi madre se perdía cada vez que buscaba algo en ese extenso ropero, los años habían hecho de las suyas en mi viejo hogar, hasta la ropa era un nido de polillas y ácaros.

Luego de sacar una caja de gran tamaño del ropero, buscó entre sus cajones una pequeña llave con la que abrió la dichosa cajita esa que solo me daba curiosidad y un ligero sentimiento de haberla visto antes. De esta sacó un libro más grande que mis esperanzas de futuro sin una venganza que cumplir y casi lo lanzó en la cama para luego sentarse en esta para poder abrirla.

– Este libro me lo entregó nuestro padre cuando me presente y ahora te toca a ti tenerlo – A veces me pregunto si a mi hermano le enseñaron a hablar como un obispo en plena misa o si siempre ha sido así.

–¿Por qué estaba entre el ropero? – Dije solo por curiosidad, recuerdo muy bien que todo lo que mi padre le daba a mi hermano siempre se volvía algo de mucho valor para él, pero ser tirado y cubierto de polvo en un ropero no era algo que le pasaría a ningún objeto valioso.

–No preguntes.

Obedeciendo a el claro intento de mi hermano por evadir mis preguntas dejé de insistir y cuando él me dejó a solas comencé a leer ese endemoniado libro, cosa de lo que me arrepentí mas tarde.

Siempre pensé que los hombres Omegas tenían de las dos partes, pero ahora sé que no y me da un poquito de dolor saber dónde están mis ovarios, ya no veré igual al Gran mini Sasuke. Sin siquiera notarlo había leído alrededor de treinta hojas, sin contar las que me salté, cuando me entusiasmé con los lazos familiares Itachi entró a la habitación solo para cerciorarse que estuviera bien y sin ningún tipo de necesidad por comida o agua, en lugar de irse se quedó viéndome como un acosador a su indefensa presa.

–Te agradecería que dejaras de mirarme – Dije sin siquiera levantar la vista del libro, el momento no lo ameritaba.

–Perdón – Seguí leyendo sin prestarle la menor atención al imbécil de mi hermano y solo me relajé sobre la polvorienta cama – ¿Tienes algo que hacer en la tarde?

"Yo opino que lo matemos y sigamos leyendo" Una voz se instaló en mi cabeza en el momento en que Itachi volvió a interrumpir mi lectura, pero solo la ignoré ¿Quién quité y sean mis más bajos pensamientos saliendo a la luz?

Lo único que le agradezco a mi metiche e inquieto hermano mayor es que me recordó que debía ir con el Dobe.

–Si.

Un mundo de cambia-formas (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora