Niñez

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- Ten estas coronas, eso es todo lo que tengo, por favor vete lo más pronto posible de Sarmos, recuerda el nombre de Lugos cuando estés cerca de la frontera en la aldea de Orton, dile mi nombre y te ayudará sin pensarlo, me debe un par de favores, dile al niño que lo amo, que eso que dicen de mi es mentira, que su padre fue un hombre que se comportó de tal manera que cuando el fuese un hombre se sintiese orgulloso de haber tenido un padre como yo, no pierdas este papel, ahí está la dirección de mi padre y a el dile que está a salvó, al menos por ahora, que no se preocupe, no dije nada pero que se esconda, irán tras el después de mi ejecución.- dijo entre lágrimas Santiago, que a estas alturas no poseía ningún diente, y todas sus uñas habían sido arrancadas, y sus brazos llenos de la silueta rojiza de gruesos latigos
- Pero que te han hecho! Por qué tiene que ser así!, Les hubieses mentido
- Solo hubiese prolongado mi ejecución, tarde o temprano se darían cuánta de la mentira, mientras yo me pudro en esta celda inexpugnable, al menos lo hice para salvar a mi padre y por mi tierra Catria. Ahora dejemos de perder el tiempo y vete!
- Fuiste un buen padre Santiago, y el mejor de los hijos, no soporto verte así, hasta siempre amigo- se despidió entre lagrimas su mejor amigo en todo Sarmos

William no pudo evitar pasar por la plaza, en el resto de los caminos habían puntos de control y para evitar cualquier problema se tuvo que encaminar por la plaza justamente a la hora de la ejecución de Santiago, trato de evitar que el pequeño Rafael viese a su padre en la tarima de ejecución y apresuró el paso, el tampoco quiso ver, se puso la capucha para disminuir su vista periférica y evitar ver algo que no quería, pero derrepente hubo algarabía y un grito de jubiló al unisono de los espectadores: "por traidor!" lo hicieron detenerse y voltear a la tarima para evitar chocar con un espectador. Vio involuntariamente a su mejor amigo retorserse colgado de una soga al cuello.
- Cierra los ojos!- le dijo al niño infructuosamente ya que al voltear a ver al pequeño Rafael de tan solo cuatro años de edad vió que el niño estaba señalando con su dedo índice a su papá quien ya no se retorcía y había cerrado sus ojos para siempre.

Santiago Muniz había sido ejecutado por orden del Rey de Sarmos por el cargo de alta traición. Tres semanas antes había sido interrogado y posteriormente torturado ante la negativa de Santiago a dar información sobre el paradero de Oliver Muniz su padre, que según su información era el responsable intelectual de que los planes de conquistar Catria por parte del Reino de Sarmos fuesen un rotundo fracaso

Oliver crió con mucha dedicación del pequeño Rafael. Cuando el niño tenía siete años, ambos andaban de la mano caminando por la plaza pública comprando un poco de pan para la cena.
- No camines tan rápido Rafael que me caeré, recuerda que tú eres mis ojos
- es que eres demasiado lento abuelito, y tengo hambre.
Cuando iban a mitad de la plaza se escuchaba la ceremonia de nombramiento de cinco caballeros por parte de la Reina, toda la plaza estaba resguardada por muchos guardias, después de todo era la misma reina que se encontraba en las plaza junto con varios miembros de la nobleza. Rodrigo se quedó viendo fijamente a una niña peliroja de aproximadamente unos cinco años de edad que estaba de la mano de su madre, estaban lejos y con guardias, pero aún le podía ver su rostro, noto como la niña se sonrió con el y le levantó la mano diciéndole adiós, y el hizo lo mismo contestandole el saludo.
- Abuelito, una niña de la nobleza me dijo adiós y me sonrio!
- Recuerda su rostro Rafael, uno nunca sabe que vueltas tiene la vida
- Quiero saber quién es!
- Ahorita lo averiguamos hijo.
Oliver pregunto a un espectador sobre quienes eran los miembros de la realeza que estaban en la ordenación
- Solo acompañan a su majestad la princesa Siria y su esposo, y su pequeña hija la princesa Elena

TU Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora