Divorcio

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Mi matrimonio duro diez años.
Con el tiempo te das cuenta de que nunca terminas de conocer a las personas. Alex parecía el amor de mi vida, la conexión que sentía con el era de cuento de hadas, al inicio creí que duraría toda la vida, pero duró más poco de lo que pude haber imaginado; a pesar que lo amaba profundamente, la traición es mortal, lo fui dejando de amar poco a poco, con cada mentira, con cada evasiva, con cada desatención suya. La gota que rebalso el vaso fue haberle encontrado el otro chip de su teléfono que mantenía escondido en su archivo, que descubrí cuando el olvidó la llave del archivo. Descubrí al introducir el chip los múltiples mensajes que ni quiero describir, mensajes que revelaron las múltiples infidelidades que cometía desde aproximadamente dos años. Quedé devastada, yo lo amaba pero era evidente que el a mí ya no.
Los dos últimos años antes del divorcio nos mantuvimos alejados, me vine a vivir sola con mi hijo en un apartamento, el se quedó con nuestra casa hasta que la vendimos y nos la repartimos después del divorcio. El proceso fue lento y muy sufrido pero entre terapia y terapia, y de psicólogo a psiquiatra, la agonía fue pasando. Estoy segura que James jamás me hubiese traicionado, por qué no pude casarme con el?! Quizá si hubiésemos tenido más tiempo él hubiese despertado en mi, todo lo que me faltó, si tan solo hubiese sido más decidida y menos esclava de mis sensaciones. 
He decidido que si tengo que ser feliz lo haré posible, no confiaré en las fuerzas invisibles que todo el mundo creé, ya lo hice una vez y miren como terminé, no pienso quedarme con el pesar que he tenido hasta hoy de lo que pudo haber pasado, no pienso pasar mi vida siendo infeliz, alguna vez declaré que si James no era mi amor de esta vida, quizás lo sería en otra, al carajo! Solo tengo esta vida, y solo está oportunidad, no moriré con el pesar de un quizás, me aferrare a ese quizás no en otra, en esta vida.
Desde hace tres años volvimos a vernos con James, después de solicitarle ayuda con un escrito que comencé a escribir, hemos sido amigos desde entonces, y nuestra relación ha sido una amistad madura sin insinuaciónes de ninguno, pero me sigue amando, lo sé, sus ojos azul y verde me lo gritan. Tomaré yo la iniciativa, quiero vivir con él, el resto de mi vida.

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