Shoto está cansado, había estado esperando que Katsuki intentara cortejarlo, o al menos lo invitara a salir. Pero no, el estupido alfa parece no darse cuenta de sus sentimientos, por lo que, Shoto será un omega moderno y comenzará el proceso de cortejo.
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A Todoroki se le mete en la cabeza que quiere a Bakugo como su alfa, ignorando un poco lo que el tenga que decir al respecto
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#Omegaverse #Todoroki va con todo #Bakugo en negación
༒
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"Voy a cortejarlo" dijo Shoto, con voz firme y decidida.
El omega se encontraba comiendo una paleta helada sabor fresa en una tarde de verano, bajo la sombra de un árbol en compañía de a quien consideraba su mejor amigo; Midoriya Izuku, un beta. A lo lejos, se encontraba Bakugo Katsuki, su compañero de clases alfa y objetivo de sus afectos, en compañía de su grupo de amigos sentados en el césped.
Midoriya levantó la cabeza rápidamente, sorprendido por la declaración de su amigo. Sus ojos verdes se abrieron con una mezcla de preocupación y asombro.
Claro, Shoto entendia lo que estaba pensando su amigo, después de todo se trataba de Bakugo katsuki, el mismo que se había negado a ser su amigo antes, incluso lo había insultado y tal vez lo odio un poquito cuando Shoto se negó a usar su fuego contra el. Al inicio Shoto pensó que quizás podrían se compañeros, pero descarto rápidamente la idea al darse cuenta que el alfa era muy similar a su padre, gritando por todo y con una gran obsesión por ser el héroe número uno.
Pronto, aprendió que Bakugo ladraba más de lo que mordía, siempre lanzaba amenazas e insultos pero rara vez actuaba. Había más debajo de la fachada de chico duro y rebelde de lo que dejaba ver y el tiempo que pasaron juntos le hizo darse cuenta de ello. Pero, durante sus clases de licencia, sus sentimientos comenzaron a cambiar. De repente, se volvió muy consciente del segundo género de su compañero de clases, de lo bien que olía, de lo grandes que eran sus manos, la buena apariencia que tenía, lo cálido que era su cuerpo, lo suave que podía ser...
Y sabía que Bakugo también se había vuelto más consciente de él, a veces, cuando lo miraba, el ya lo estaba mirando, sus ojos demoraban en su cuello e incluso llegaría a tocarlo de forma "accidental".
