Su mirada...
Era la mirada mas inocente de todas.
Y el se encargaría de protegerla.
Kurasasu (Kurama x Sasuke)
Sasuke uke
Kurama seme
En pausa por el momento
Al fin llegamos a la cabaña, mis manos no dejaban de sudar, tenia nervios y miedo de volver a ver a la persona que me salvo. Pero no debo tener miedo, después de todo el es mi héroe.
—Mas te vale comportarte—me advirtió el ave mas viejo, yo solo asentí, quiero demostrar que soy un buen niño para que mi héroe se sienta orgulloso de mi.
Nos detuvimos en la entrada, nos quedamos allí parado por un rato, no sabia porque no abrían la puerta, pero esta se abrió sola, salte del susto, pero las aves entraron como si nada, supongo que para ellos es normal que una puerta se abra sola.
—Vas a entrar o te quedaras afuera—Mire una ultima vez el exterior, respire profundo y entre.
El lugar estaba oscuro, poco a poco las luces se fueron encendiendo hasta iluminar la sala, mire detenidamente el lugar buscando al dueño de la cabaña.
—Toma asiento y espera aquí, nosotros llamaremos al amo—obedecí y me senté en uno de los muebles, las aves fueron en busca de su amo, supongo que le tienen mucho respeto como para llamarlo amo, seguro y es una buena persona.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡COMO MIERDA SE LES OCURRE TRAERLO DE NUEVO!—Gritó a toda voz el dueño de la cabaña.
—P-perdónenos s-señor, e-es que el n-niño quería verlo—se excusaron las aves las cuales se encontrabas hechas volitas en una esquina debido al miedo que le tenían a su amo.
—¿Ah?—por un momento se calmo, hasta que finalmente reacciono—¿E-el quiere verme a mi?— Las aves asintieron rápidamente.
Todo el enojo de Kurama desapareció y fue remplazado por una boba sonrisa, hasta tenia corazoncitos volando a su alrededor.
—Ahhhhhh que felicidad—dijo mientras daba brinquitos de felicidad con dirección a la sala en busca de su pequeño.
—Enserio esta loco—dijo el ave mas joven.
—Ni que lo digas—apoyaron las demás, el ave mas vieja soltó un suspiro cansado, cuidar del kyubi era agotador, y mas si estaba enamorado.
—Vamos a ver que todo salga bien—las aves siguieron a su amo, debían asegurarse que todo resulte bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.