Capítulo VII
Alice POV
No sabía porque, la verdad no entendía que me hacia poder confiar en Thomas, pero en el momento que veía esos hermosos ojos azules, mi mundo se paralizaba, sentía tranquilidad, quizá Thomas me iba a fallar, pero yo no lo sentía así, hace mas o menos unos 20 minutos Thomas había salido de mi celda, ya no me causaba un ataque de pánico estar en este lugar, lo único a lo que le temía era a que de nuevo el viejo verde de Robert bajara y me golpeara o intentara sobrepasarse conmigo, si no hubiera sido por Thomas quizá hubiera perdido mi virginidad con un asqueroso viejo. Decidí dibujar, siempre que me aburría o me sentía mal dibujaba, era mi pasión, empece haciendo unos trazos delicados sobre el papel, esos trazos empezaron a dar forma a una chica, sus costillas no eran cubiertas por piel, y se encontraba sobre unas flores, amo tanto las flores, son una manera de mostrar la libertad para mi, cuando era pequeña iba a un bosque cerca a mi casa, era un bosque grande el cual en la parte más profunda tenía una cascada hermosa, Eugenia me decía que siempre que estuviera triste fuera ahí, me decía que el sonido de la naturaleza lograba calmar a las personas, siempre he ido a ese bosque, aunque últimamente no iba mucho, escuche pasos cerca a la puerta, por inercia empece a arrinconarme en la esquina de la celda, la puerta se abrió mostrándome a un Thomas sonriente, se acercó a mi y me alzo en sus hombros, no entendí que pasaba, simplemente me deje alzar por Thomas, vi como sacaba una ¿jeringa? ¿Qué?- Thomas, ¿qué vas a hacer?, el me puso de nuevo en el suelo y se acurrucó a mi lado - Pásame tu brazo - ¿qué me vas a hacer?- pregunte temblando, odiaba las agujas. - Confía en mi, te voy a drogar, así podré sacarte de acá sin que sospechen nada - No por favor, yo puedo fingir que estoy desmayada ¿si? - No, necesito hacerlo, pa-sa-me tu brazo- dijo separando por sílabas la palabra, me resigne, el me dijo que para salir de acá debía confiar en el, le pase mi brazo sin mucha confianza, realmente le temía demasiado a las agujas, siempre ha sido igual, Thomas acercaba peligrosamente la jeringa a mi brazo, cuando estaba apunto de pincharme, corrí mi brazo, baje la vista y mi cara se empezó a empapar de lágrimas, tenía miedo, era algo que no podía ocultar. - Hey, Alice, mírame, no te va a pasar nada ¿si? Confía en mi - me cogió de la barbilla y alzo mi rostro, me limpió las lágrimas que se habían escapado, eso logro que me tranquilizara - Mírame a los ojos, simplemente mírame- hice caso a lo que me pidió, me quede viendo sus ojos azules, había una tranquilidad en ellos, son sin duda alguna los ojos más extraños que he visto, sentí un pequeño pinchazo - Ya esta - empece a sentir que el cuerpo me pesaba y después todo fue negro.
Thomas POV
Alce a Alice en mis brazos, había dicho a Robert que lo mejor sería dejarla en la cabaña por sí la policía venía a revisar la casa, sin chistar nada Robert me dio la autorización, sin embargo me dijo que debía drogarla para sacarla de aquí, según el para que no me diera problemas.
Subí las escaleras encontrándome con Robert hablando por teléfono
- Me importa un trasero que la policía esté detrás de mi, si no me das el puto dinero matare a tu hija ...- el papá de Alice estaba hablando con Robert- Ahhh, no te importa que la mate, muy interesante ... ¡PUES QUE VENGA LA PUTA POLICÍA, YO NO LA TENGO ACÁ! ... Si no me das el puto dinero, matare a tu hija, tu esposa y a cualquiera que ames ... Si tu hija tuviera la suerte de poder escapar, lo cual dudo, pues los busco donde sea y los mato, LO JURO - Y colgó, estaba rojo de la ira, incluso parecía estar temblando.
-Largate ya con la niñita a la cabaña, llévate una maleta con ropa tuya y algo de comida, más bien llévate lo que necesites, en algún momento te llamare para que la mates - Subí con Alice en mis brazos, la puse en la cama mientas armaba una maleta, una idea pasó por mi cabeza, si quería ayudar a Alice necesitaba dinero, escuche la puerta de entrada cerradose, baje a mirar quién se había ido, para mi suerte Robert era quien había salido, fui a su oficina, apague las cámaras y abrí la caja fuerte, saque más o menos unos 15.000 dólares, con eso lograríamos vivir incluso un año y sólo esperaba tenerla conmigo por un mes, subí de nuevo a la habitación, metí todo en 2 maletas, baje al garaje y elegí el Camaro, senté a Alice en el asiento del copiloto, metí las maletas y empece a conducir por las calles de Londres, no sabía a donde ir y mucho menos cuando iba a despertar Alice, esperaba que fuera rápido, necesitaba decirle el cambio de planes, empece a conducir hacia Gales, era un pueblo pequeño, pero bonito, era bastante histórico y dudo que nos buscarán allá, a nadie se le pasaría si quiera por la mente, llegando a Gales Alice empezó a despertar, notaba que estaba confundida, miraba por la ventana intentando saber en que parte quizá de Londres estábamos - Estamos en Gales, debíamos salir de Londres -hablé de manera calmada no quería una Alice histérica en este momento, suficiente tenía ya con todo lo que se nos podía acarrear después de escapar - ¡¿QUÉ?! !¿GALES?! - eso era justo lo que no iba a soportar - Si niñita, estamos en Gales porque te quise salvar el puto culo, pero si quiere la princesa nos devolvemos a Londres, te entrego a Robert para qué te mate, porque mi paciencia no está para aguantarme a una niñita rica, ¿captas? - voltee a mirarla y tenía los ojos cristalizados, no me importaba, solamente quería que se callara.
Llegue a un hotel, bastante lujoso, pedí la suite presidencial, era amplia el único inconveniente es que tenía una sola cama, supongo que esa sería para Alice, llegamos a media noche, Alice se veía bastante cansada - ¿Tienes sueño? - le pregunte-
- Si, yo duermo en el sofá, no te preocupes- no esperaba que me dijera eso, pero pues sí ella lo quería así, yo no iba a decir nada.
- Bueno, como quieras.- le pase unas cobijas, ella se acostó sobre el sofá, no se veía muy cómodo la verdad, el sueño se fue apoderando poco a poco de mi hasta que caí en un profundo sueño, <<
¡No! ¡Sueltame! ¡Papá!, eso escuchaba, abrí mis ojos y me encontré con una habitación oscura, yo estaba sobre la cama, aún escuchaba los gritos y de pronto recordé todo, Alice, Robert y que nos escapamos, me senté en la cama y pude divisar como Alice se retorcía en el sofá, parecía que estuviera llorando, me acerque a ella y efectivamente estaba llorando en su sueño, empece a acariciar su mejilla, esto la calmo un poco puesto que se relajó y las lágrimas dejaron de brotar de sus ojos, sutilmente la cogí entre mis brazos y la recosté sobre la cama, se veía muy incómoda en ese sofá.
