Capítulo II. Desolada.

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Alice POV

Rápidamente salí corriendo hacia el despacho de mi papá, muy rara vez entraba, el estaba sentado en su escritorio mirando atentamente unas hojas, estaba tan concentrado que ni siquiera me sintió, tosí un poco para que notará mi presencia, el volteo a mirarme de soslayo y dejo sus papeles al lado para mirarme directamente a los ojos.
- ¿Qué haces acá muñeca? ¿Necesitas algo?
- Papá... -sentí como se me empezaban a aguar los ojos- Eugenia...- Y solté un sollozo desde lo más profundo de mi garganta, mi papá se levantó de su escritorio y me abrazo.
- ¿Qué paso con Eugenia? ¿Esta enferma?
-No papá -otro sollozo más salió, sin previo aviso- la... La secuestraron- y me lance a llorar como una bebé sobre los brazos de mi papá, el cual se tensó apenas lo dije
-¿Cómo que la secuestraron? ¿De qué hablas? ¿Cómo te enteraste?
Todas esas preguntas me hacían ponerme demasiado nerviosa, ni siquiera sabía en que estaba involucrada en este momento y el interrogatorio de mi papá no ayudaba mucho
-No se que paso, hoy en la tarde Eugenia no estaba en la cocina, lo deje pasar porque estaba con Beth y la verdad no pensé que se fuera a demorar, ya en la noche cuando Beth se fue, Eugenia no llegaba así que decide llamarla, me contesto un tipo y me dijo que le debías 3000 dólares y que si no lo paganas hoy lo pagaría yo- y seguí llorando, mi papá me soltó y se fue a hacer una llamada.
-si, yo entiendo ... Hijo de puta .... No a ella no le harás daño, es asuntó de ustedes y yo... ¿Cómo que la mataron?
Y justo cuando escuche eso mi corazón se paró, empece a ver borroso, no, ella no, ella era la única que me entendía. Mi papá colgó y se me acerco, me dijo lo que ya me estaba imaginando, la habían matado, habían matado a Eugenia, lo único que hice fue salir corriendo hacia el parque más cercano de mi casa, en la puerta me encontré con mi mamá, simplemente la pase de largo, no quería hablar con nadie, no quería nada, sólo quería a Eugenia conmigo, quería que me durmiera como cuando yo era pequeña, simplemente quería eso y sabía que no lo podría tener, que no lo iba a volver a tener y eso me destrozaba, empece a caminar en dirección contraria a mi casa no quería llegar allá, no quería verle la cara a mi papá, sabía que de una u otra manera él tenía la culpa de la muerte de Eugenia.

Después de pensar tanto decidí devolverme a mi casa, el problema es que no tenía ni la menor idea de donde me encontraba, busque mi teléfono para llamar a mi papá y decirle que me viniera a recoger, sin embargo me acorde que no lo había traído, me había venido sin nada, ni siquiera una chaqueta y me estaba muriendo de frío, mientras caminaba de vuelta por donde venía, vi como unos hombres se me acercaban lo primero que pensé fue en "si no me los paga hoy, su hija saldrá lastimada" ¿y qué tal si ellos eran? ¿Qué tal sí me secuestraban? Empece a correr hacia un centro comercial que se veía cerca hasta que escuche un chiflido por parte de unos de los hombres, otro me grito "espera princesita" y otro "te vas a cansar rápido si sigues corriendo" cada vez escuchaba los pasos más cerca de mi y de pronto sentí como me halaban el cabello de una manera bastante brusca, uno de los tipos que venían detrás mío me había alcanzado, me arrodillo frente a el y no soltó mi cabello, me estaba doliendo demasiado la cabeza por la fuerza con la que agarraba mi cabello, pero eso paso a segundo plano, cuando el cerdo asqueroso que tenía adelante se desabrocho los jeans y sacó su muy asqueroso pene, intentó meterlo en mi boca, quería que le hiciera una mamada, las lágrimas se empezaron a agolpar en los ojos, no quería ser violada, mucho menos a la mitad de la calle, de un momento a otro sentí como jalaban muy fuerte mi cabello y luego lo soltaban, me había raspado toda la pierna puesto que me alcanzo a arrastrar por el suelo, decidí alzar mi vista y me encontré con unos ojos azules bastante bonitos los cuales me miraban con preocupación, mire hacia la otra dirección y vi como el tipo que me había intentado violar salió corriendo con su pene afuera, si estuviera en otra situación me hubiera reído demasiado, era una escena bastante cómica.
El chico que me defendió, se acercó a mi y con un pañuelo bastante suave limpió la sangre que habían en mis rodillas, me ofreció una mano para que me levantara, pero automáticamente la negué, no quería que se diera cuenta que estaba débil, no lo conocía podría hacerme daño, me intente levantar pero sentí como mis piernas perdían fuerza y me desplomaba de nuevo, estaba esperando el impacto pero nunca llego, unos brazos me recibieron, el me sonrió y negó con la cabeza mientas me veía, yo como la muy inmadura y estúpida chica que soy me sonroje de una manera bastante exagerada.
-¿Cómo te llamas pequeña?
Me acababa de llamar "pequeña" ¿y este que se cree?-Bi...bien- bueno su sonrisa me puso nerviosa, además no iba a ser grosera el me salvo ¿no?
-¿Bien?,mmm que lindo nombre - me sonrió de una manera bastante burlona
Buena idiota, quedaste como la más estúpida de todas- Perdón te entendí otra cosa, me llamo Alice ¿y tu?
- Zack, ¿Qué haces por acá?
- Vine a caminar y me... Perdí- me encogí de hombros
- Mhmm ya veo, ¿estas bien? ¿Puedes caminar?
-Pfff obviamente - di un paso al frente y por poco caigo- me empece a reír nerviosamente
- Si obviamente puedes caminar. - de nuevo su sonrisa torcida, me derrito - ¿necesitas que te lleve a algún lugar?
No iba a perder la oportunidad, aparte de que estaba perdida, un chico guapo me iba a llevar a mi casa - Si por favor, necesito ir a kensington & chelsea
- Wow, ¿así que niña rica? - detestaba que me llamarán así
- Si quizá - hable de la manera más fría que pude
- Bueno sube al auto y te llevo
En todo el camino no hablamos, tuve que darles señas de donde estaba mi casa, cuando llegue, el me pidió mi número de celular, se lo di, no tenía nada que perder, baje del auto y entre a mi casa, ya todos las luces estaban apagadas, fui a mi habitación, me puse la pijama y me lance a mi cama a dormir.

Cold.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora