Alice POV.
De un momento a otro la puerta en la que estaba encerrada se abrió, supongo que me habían logrado escuchar, desde que desperté no había dejado de gritar, un tipo de unos 60 y algo de años entro y me dio un fuerte golpe en la cabeza contra la pared, empece a sentir que me daba vueltas todo, después todo era negro.
Desperté, no sabía cuando había durado inconsciente, de nuevo empece a sentir como el miedo se apoderaba de mi, empece a gritar de nuevo. - ¡Sáquenme de aquí! ¡Por favor! ¡Ayuda!- dure unos minutos, pensando en cómo podría salir y me di cuenta que era casi imposible, escuche pasos y luego como abrían la puerta del lugar donde me encontraba, el chico del bar, el de los ojos lindos, estaba frente a mi, bastante despeinado, lo mire con rencor, sentía bastante desprecio por el, no sabía su nombre, pero no se lo preguntaría porque no me importaba un trasero.
- Debes dejar de gritar - me dijo en tono calmado, aunque se notaba la ira en su mirada
- Por favor sácame de acá, te lo ruego - le dije suplicando, no era mi estilo, pero cualquier cosa por salir de acá
- Estas secuestrada, es totalmente imposible que salgas de acá - empece a llorar apenas dijo eso, estaba bastante asustada
- T... te... lo... ruego - le dije casi sin aliento.
- Pídeme cualquier otra cosa, menos eso - lo pensé bien, el no iba a ceder, era algo estúpido que yo pidiera que me sacaran.
- Podrías traerme un vaso de agua, papel y un lápiz, ya se que es extraño lo que te estoy pidiendo, pero eso me calmaría y por favor no me cierres está puerta, es un lugar muy pequeño y oscuro, no lo soporto, de que estoy pidiendo mucho, pero en serio te lo ruego.
- Si tienes toda la razón pides demasiado, te traeré el vaso de agua, el papel y el lápiz, de resto todo seguirá igual, seguirás encerrada en esa celda por más pequeña y oscura que sea, realmente no me importa si no te gusta, no es mi problema si la princesita no soporta otro lugar que no sea junto a papi
- Hijo de puta - dije más para mi que para el, para mi mala suerte me alcanzo a escuchar.
- Ok, ok, tu lo pediste, no te traigo el agua entonces, lo haré cuando aprendas a respetar cariño.- Y sin más salió de la celda cerrándola de nuevo, no sacaba nada con pelear ni gritar más, metí mi cabeza ente mis piernas e intente calmarme, unos minutos después un cuaderno y un lápiz aparecieron debajo de la puerta de la celda, recogí las 2 cosas y empece a dibujar, empece con unas cadenas, luego unas manos y así fui formando una chica atada, sufriendo tal como lo hacía yo, las flores que dibuje sobre su cuerpo representaban, todo lo que estaba perdiendo en este lugar y todo lo que quizá perdería, tenía los ojos vendados lo cual representaba lo sumida que se encontraba en su mundo y lo ciega que había sido siempre.
Cuando termine el dibujo, la celda se abrió de nuevo, mostrándome al señor de 60 y algo de años, se acercó a mi y se presentó.
- Mucho gusto, Robert, tu nuevo "dueño" por así decirlo - me guiñó el ojo y me dio un beso en la mejilla, lo mire con total asco y lo respondí nada, un momento después detrás de el apareció el chico del bar, llevaba no se qué en las manos, se quedo mirando mi dibujo y vi una pizca de ¿tristeza? en su cara.
Le entrego lo que traía en las manos al viejo Robert, el cogió un tipo de látigo y me golpeo, el dolor me recorrió por toda la espalda, subió mi blusa y se nuevo me flagelo, sentía como mi espalda empezaba a arder, pero no iba a llorar por nada del mundo, no me iba a mostrar débil frente a ellos.
- ¿No te duele lindura? Thomas, pásame esa - señalo un tubo, con púas en la punta, así que el chico del bar se llamaba Thomas, Thomas le paso el tubo y el viejo lo hizo recorrer directamente a mis piernas, dolió demasiado, veía como la sangre empezaba a salir, no pude resistir y las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, rápidamente las limpié, el viejo iba a dirigir el tubo de nuevo, pero Thomas tomó el tubo y lo detuvo antes de que impactará sobre mi, no entendía porque lo hizo, Robert lo fulminó con la mirada, soltaron el tubo y Robert empujo a Thomas contra la pared bastante fuerte
- ¿QUÉ MIERDA TE SUCEDE? - le grito en la cara, sin embargo Thomas no tenía ninguna expresión en la cara
- Nada, sólo que ella no se merece eso, creo que es suficiente con eso, eso asustara a John y te pagara.
- Maldito hijo de puta, yo la seguiré golpeando mientras se me de la regalada gana, ¡¿ENTENDISTE?!- Thomas se encogió de hombros, Robert salió de la celda, no sin antes tomarme una foto Thomas le siguió, me encerraron de nuevo y yo estalle en llanto, mis piernas dolían demasiado, me ardían, me quede dormida llorando por el dolor y la angustia.
Thomas POV.
No tenía ni la menor idea de porque lo había hecho, jamás me meto en los asuntos de Robert, pero ver a Alice así me hizo reaccionar, ver como lloraba de dolor y sin embargo, no se mostraba tan débil como se debía sentir, al salir Robert se fue, yo entré a mi habitación a darme una ducha, necesitaba calmarme y el agua fría me ayudaba mucho, en la ducha pensé en Alice, si no le curaban las heridas causadas por Robert se infectarían, cogí el botiquín que de encontraba en la sala y baje a la celda de ella, la encontré temblando, estaba hecha bolita, abrazando su propio cuerpo, no fui capaz de dejarla ahí, con frío y herida, cogí el cuaderno y el lápiz que le había dado, luego la alce y la lleve a mi habitación, la recosté sobre la cama y salí por un poco de agua para que bebiera, al entrar de nuevo ella ya estaba despierta y mirando para todos lados curiosa, sus grandes ojos miraban de un lado para otro, carraspee un poco para que notará mi presencia, me acerque y me senté en la cama, cuando iba a tocar su pierna ella retrocedió en la cama, me temía, temía que le fuera a hacer daño.
- tranquila, no te haré daño, sólo quiero curar eso- dije señalando las heridas en sus piernas, pareció que me creyó ya que dejo que me acercara, moje con agua un algodón y empece a limpiar el mugre, luego con un algodón empece a desinfectar las heridas, ella no se movía en lo más mínimo, hasta que oprimí un poco el algodón sobre la herida más grande, gimió de dolor así que pare - ¿Ya estas mejor? ¿Aún te duele?
- No, ya estoy bien, muchas gracias, creo que no tenías por que.
- Si quieres puedes darte una ducha, yo te presto una de mis camisas y unos bóxer- ella se sonrojó cuando lo dije, por alguna razón me pareció hermosa así, aleje rápidamente el pensamiento y salí, ella entro a la ducha, cuando entré de nuevo a la habitación escuchaba el agua de la ducha correr, cuando Robert se entere de esto me matara, Alice salió unos minutos después con mi camisa de Pink Floyd y unos bóxer negros, se sonrojó, creo que fue por como la mire, ella empezó a avanzar hacia la cama, cuando se iba a sentar, vi como cerraba los ojos con fuerza y después se desvanecía, antes de que se golpeará contra el piso la cogí entre mis brazos, la deje sobre la cama y me quede como un idiota mirándola, tenía una tez pálida, cabello castaño en "degradé" hasta llegar a un rubio bastante claro, era liso y se veía bastante sedoso, era pequeña, no creo que pasara de 1.68, era bastante delgada, pero no tenía un cuerpo sin forma, se podría decir que era bonita, ella fue abriendo los ojos lentamente, al enfocarme me sonrió de una manera débil, fui a la cocina y le prepare un sandwich, supongo que por eso se desmayó no había comido ni tomado nada en todo el día, ella lo recibió con una sonrisa y empezó a comer.
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