La locura que me provoca.

Capítulo 5: No confíes en todo el mundo.

Juan Carlo y yo habíamos ido a cenar a un restaurante muy bonito y agradable a 20' de casa.

La carta era enorme y todo era muy caro, pero él insistió en pagar. Al final acabé pidiendo un solomillo con ensalada. Era lo más barato que había en la carta, tampoco quería que se gastase mucho en mí.

- ¿Te está gustando la cena?- Preguntó.

- Sí, está todo muy rico.- Asentí.- Muchas gracias por haberme invitado.

- No tienes que darlas, mujer. Una reina como tú merece que la consientan.

A mitad de la cena decidió pedir un botella de vino. Estaba realmente bueno aunque con dos copas ya estaba bailando.

- Entonces, ¿Eres la hermanastra de Cassie?

- Sí.

- ¿Y te gusta?

- ¿Cómo que si me gusta?

- Sí, Cassie es lesbiana, ¿Tú no lo eres?

- Soy bisexual, pero ella es mi hermanastra y no podría mirarla con otros ojos.

Evidentemente mentía... me encantaría hacer otro tipo de cosas con ella pero no podía fiarme de Juan Carlo como para contárselo así de primeras.

- Bueno, mejor... todita para mí.

Sonreí, aunque no me hizo mucha gracia el comentario.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Sí, claro.- A saber qué tiene pensado decirme.

- ¿Eres virgen?

¿Perdón? Y a él qué coño le importa si soy o no virgen.

- Sí, lo soy.- Le mentí.

Nada más escuchar eso, sonrió. Me extrañó.

Seguimos cenando hablando de nuestras cosas, él se mostraba interesado en mí y eso a mí me hacía sentir especial. La última vez que estuve con un chico, me humilló delante de todos sus amigos sólo para hacerse el chulito. Parece que Juan Carlo es una persona totalmente distinta.

- Bueno, ¿Pedimos la cuenta ya?- Le pregunté.

- Me parece bien.- Me contestó.

Pidió la cuenta, pagó y salimos de allí.

Estuvimos paseando cerca, separados, no quería hacerle entender cosas que no eran. Estaba un poco mareada del vino, eso me pasa por beber rápido.

- ¿Se te apetece que nos tomemos algo en mi casa?- Sugirió.- Está aquí cerca.

- Vale, ¿Por qué no?

Llegamos a la casa y me di cuenta de que era un casoplón. Me abrió como un caballero, me ofreció pasar y me quitó el abrigo. Me señaló el sofá y me dijo que me sentase mientras traía algo para beber.

Volvió con una botella de ron. Nunca antes había tomado ron así que no sabía cómo me sentaría.

Me sirvió en un vaso, se sirvió en un vaso y brindamos.

- Por nosotros y lo bien que nos lo vamos a pasar esta noche.- Dijo.

Seguimos hablando de nuestras cosas, mientras nos acabábamos la botella. Se nota que con él no se acababa la conversación.

Estaba ya mareada y me llegó un WhatsApp de Cassie.

"Dónde estás, Izzie?"

"En csa de Jn Carl"

Apenas veía el móvil.

"Estás borracha?"

"Un poqein jajjsjjsj"

"Izzie, por favor, deja de beber y ven a casa"

"Tu no md mands cassie hagd lo q me d la gana"

Dejé el móvil a un lado, lo puse en silencio para que las notificaciones no me molestasen.

- ¿Se te apetece jugar a un juego?- Me preguntó.

- ¿Qué juego?

No sé cómo me entendía al hablar, realmente no era ni consciente de lo que decía.

- Yo te pregunto algo y si tú no quieres responder, te bebes un chupito o te quitas una prenda.- Me explicó mientras sacaba una botella de chupitos.- Y al revés lo mismo.

- Hecho, empieza tú.

- ¿Te has tocado alguna vez?

- Sí. Mi turno: ¿De qué conoces a Cassie?

*Bebió*

- Me toca: ¿Eres de orgasmo fácil?

*Bebí*

- ¿Por qué estás interesado en hacerme estas preguntas?

*Se quitó la camisa*

- ¿Te pone que te escupan?

*Bebí*

Estaba bebiendo tanto que apenas sostenía el vaso.

- ¿Con qué fin haces este juego?

*Se quitó los pantalones*

- ¿Me la chuparías?

Estaba sintiéndome muy incómoda, sólo quería irme de ahí.

- Me voy, se ha hecho tarde.- Dije mientras me levantaba del sofá.

- El juego no ha acabado, Izzie.- Me dijo mientras me empujaba al sofá.- Quítate una prenda.

- No, no voy a jugar más.

- Quítate una prenda o te la arranco yo.

Empecé a quitarme la camisa, realmente no quería pero no podía negarme, estaba tan bebida que no tenía fuerzas para salir corriendo.

- Ahora el pantalón.

- Ya está Juan Carlo, no me gusta este juego.

*Me tapó la boca y empezó a desabrocharme el pantalón*

- Ahora date la vuelta.

Como me negué, me obligó y me la dio él. Me puso la cara encima de un cojín de forma que no pudiese hablar. Mientras hacía presión con la mano, sentí como me bajaba las bragas poco a poco.

Cada vez me estaba dando más asco esta situación, sólo quiero que alguien me sacase de ahí.

De repente sentí algo húmedo cerca de mi vagina, se había mojado los dedos y estaba literalmente acariciándome la zona. Intenté moverme pero todo esto era inútil, no me dejaba casi ni respirar.

Noté como se bajó el calzoncillo y como poco a poco se iba acercando más a mí parte íntima. Sentía algo duro entrando en mí. En este momento sentí dolor, sólo quería que no me hiciese daño, es lo único que pedía.

- Al final no pareces tan virgen como decías.- Me dijo mientras apretaba fuerte contra mí.- Tienes el chochito bien dilatado, eso me gusta.

Esas palabras hicieron que saliesen lágrimas de mi cara. Quería que terminase esto en cuanto antes.

Me estaba haciendo tanto daño que causa del dolor y del alcohol, me desmayé.

Escuché un golpe en la puerta y sentí liberación. Sentí como si ya no tuviese a nadie encima.

Me desmayé de nuevo y cinco minutos después me desperté en un coche. La que conducía era Cassie, pero no pude decirle nada, no tenía fuerzas ninguna. Me llevó a casa.

Paró el coche, me cogió en brazos, abrió la puerta de casa y me llevó a mi cama. Yo sólo podía mirarle a la cara mientras lloraba, quería gritar 'gracias' a los cuatro vientos, literalmente me ha salvado. Pero lo único que salió de mi boca fue "Te quiero."

{¡IZZIE LA HA DICHO TE QUIERO A CASSIE! LA POBRE LO HA PASADO MAL.. ¿SE ACORDARÁ DE ALGO A LA MAÑANA SIGUIENTE?}