capitulo 27

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 #HinataPOV.

Amaneció lluvioso, nublado y según los pronósticos habría una nevada comenzando así la temporada de las fuertes nevadas.

Lo que significaba no clases durante semanas.

Me levanté estirando mi cuerpo agarrotado y miré que alguien estaba junto a mí abrazándome.

Toqué su cabello y sonreí.

No podía creer que después de tantas peleas, tantas discusiones y todo, ella había recurrido a mí para contarme sus problemas.

Hanabi me había llamado a las once de la noche llorando, preguntándome si podría ir por ella.

Papá fue por ella y llegaron remojados de pies a cabeza, ella seguía llorando.

Pasé toda la noche con ella, ella ya no lloraba, pero si sollozaba de vez en cuando en mi regazo, mientras yo le acariciaba la cabeza una y otra vez. Hanabi no me contó nada pero no importó, eran sus cosas y ella sabría a quién confiárselas.

No supe bien a que horas nos quedamos dormidas, pero según yo, todo lo sucedido ésa noche había sido parte de un sueño, pero oh mi sorpresa, ella efectivamente estaba aquí.

Fui hacia mi perchero y me puse mi bata para después bajar a conseguir algo de desayuno.

Me encontré con papá en la cocina silbando una melodía de un comercial que habíamos visto hacía un par de noches atrás.

Me recargué en el marco de la puerta, sonriendo.

Después de todo, quería a mi papá como a nadie y no importaba cuantas veces pasara lo mismo, siempre lo perdonaría.

Me impresionaba la capacidad de traer felicidad a la casa, el día estaba nublado, y aquí en casa parecía ser un buen día soleado.

Cuando él se dio la vuelta se sorprendió de verme ahí y pegó un saltito deteniendo su cómica melodía.

-Buenos días. - dije inocentemente.

El se río.

-Buenos días, me llevé un buen susto..- admitió.

-¿Qué haces? - pregunté con interés.

Ver a mi papá en la cocina realmente era extraño en él, y más siendo las ocho de la mañana, prácticamente de madrugada para nosotros.

-Preparo el desayuno para todos.

-Whoa, ¿a qué se debe ese honor? - pregunté asombrada mientras caminaba con el fin de sentarme en el taburete del desayunador.

El se dio la vuelta y sacó una gran variedad de frutas del refrigerador.

Está bien, esto ya me estaba asustando.

-Bueno, tenemos una invitada, hay que hacerla sentir bien. - dijo simplemente mientras cortaba un kiwi en pedazos.

-Oh, si.- sonreí.- En ése caso hay que traerla de vez en cuando... Como sea, ¿te ayudo en algo?

Tomé una baya azul y me la metí a la boca.

Papá me miró feo.

-Sí, quiero que dejes de comerte los ingredientes del desayuno por favor.

Mastiqué la baya y puse los ojos en blanco.

-Ahora, vete de mi cocina que me desconcentras. - dijo ahora bromeando.2

Me levanté del taburete, tomé una fresa y corrí hacia la sala.

-No te daré fruta en el desayuno, Hinata. - gritó mi papá riéndose.

The bet (NARUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora