#HinataPOV
Miré la pequeña cajita que papá me daba.
La tomé y la guardé en mi bolso, intentando lucir desinteresada.
- ¿Lista? - dijo papá.
Miré la casa por última vez y asentí.
Tal vez no estaba preparada para dejar Konoha, no estaba preparada para dejar mis más lindos recuerdos, no estaba preparada para hacer una nueva vida en Tokio.
Aunque aquí son casi puros recuerdos felices, de los cuales me hacen sentir peor.
Me subí al carro y me despedí de Konoha.
Fue un viaje muy silencioso, pero no incómodo al aeropuerto.
Hacía unas horas, Sakura había hablado conmigo y quería que la perdonara, lo cual hice, porque no pensaba irme con este rencor dentro de mí, no lo valía. Tenía que madurar y atar cabos sueltos.
Ella también se iría a Tokio y dijo que llamaría cuando estuviera allá para salir a algún lado, lo que me pareció genial, en su momento.
Abrí mi bolso, tomé la caja y la abrí, dejando al descubierto el dije.
Miré mi pulsera y decidí que era lo correcto. Quité el dije de la caja y lo puse en mi pulsera, si no podía tener a Naruto, por lo menos tendría algo de él, aunque sonara masoquista.
El aeropuerto estaba como siempre, lleno de gente que iba y venía, muchos con cara de felicidad, otros con cara neutral y otros, como yo, tristes.
Bien, de verdad quería ir a la Universidad de Tokio, pero odiaba irme de aquí, extrañaría la lluvia, el insaciable viento y la nieve en invierno.
Papá bajó las maletas del carro y yo tomé las mías, que tenían ropa y cosas que yo creía importantes, como mi panda.
Fuimos a la aerolínea en dónde habíamos comprado los boletos e hicimos fila para entregar nuestras maletas.
-Que tengan buen viaje, gracias por viajar con Japan Airlines. - dijo la muchacha con una gran sonrisa falsa en su cara.
Papá había llamado a uno de sus contactos para no esperar las 2 molestas horas ahí en el aeropuerto, por lo que llegamos media hora antes y ya podíamos subir al avión.
Llegamos a las escaleras eléctricas en donde dos guardias nos pidieron que mostráramos nuestro boleto.
Ya que lo hicimos, subimos.
- ¿Estás bien? Te veo muy callada. -dijo papá
Simplemente asentí, no tenía ganas de otra charla sobre mis sentimientos.
Alguien gritó mi nombre, tal vez no era para mí, pero no había podido evitar voltear buscando a esa persona.
-¡HINATA!-gritaron otra vez.
Esta vez, miré a un chico, no a un chico, a él. Estaba parado en el pie de la escalera viéndome con nostalgia y con emoción.
Nuestras miradas estaban conectadas, sentí que en mi estómago revoloteaban mil mariposas, mi corazón estaba a punto de explotar y mis manos estaban temblando muchísimo.
Llegué al final de las escaleras y tomé mi pequeña maleta de mano y caminé por el pasillo, todavía viéndolo.
No podía dejar de mirarlo, simplemente no podía.
El camino junto conmigo, pero en el piso de abajo, no me quitaba la mirada de encima.
Quería ir allá abajo e ir a abrazarlo, pero no podía. Me había lastimado, había jugado conmigo, no le iba a dar la satisfacción de ir corriendo a sus brazos, claro que no.
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The bet (NARUHINA)
RomanceEl tipo chico popular que cree que todas caen ante el, pero conoce a una chica que no caerá tan fácil, pero con tal de ganar la apuesta con sus amigos hará de todo por conseguir a esa chica. Cuidado que te puede jugar en contra tu arrogancia. ADAP...