capitulo 33

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         #HanabiPOV

-¡Hanabi, levántate! - gritó alguien mientras golpeaban la puerta de mi piso fuertemente.

Puse mi almohada en mi cabeza apretándola fuertemente no dejando que pasara el sonido, para mi mala suerte no funcionó.

-¡Hana, tu hombre está aquí a punto de derribar la puerta, vale más que te levantes o..

No terminó la amenaza ya que yo ya estaba en la puerta, con el maquillaje escurrido, el cabello hecho un asco y todavía en piyama.

-No sé qué hora es, pero es hora de dormir en mi mundo, así que calla tu maldita boca y déjame dormir. - dije con la voz todavía ronca.

-Alguien amaneció de mal humor. - dijo Sasuke. Lo miré con furia y el solo sacudió la cabeza. - Como sea, Konohamaru está abajo.

Mi corazón dio un vuelco, pero después me enojé. Puse mis brazos en mi pecho, cruzándolos.

-¿Y qué? ¿Le aplaudo? Será mi jodido novio, pero interrumpir mis horas de sueño, eso es cruzar la línea.

-Ah, y yo que venía a invitarte a dar un paseo. - dijo Konohamaru detrás de Sasuke.

-Vamos al jodido paseo, pues. - dije.- Pero tendrás que esperar a que me bañe y me cambio. -miré a Sasuke. - Tu vete a hacer lo que quiera que hagas allá abajo. - Dejé pasar a mi novio y le cerré la puerta en la cara a Sasuke.

-Si quieres me baño contigo, hermosa. - dijo Konohamaru mientras se sentaba en el sillón.

-No te pases. - dije mientras iba a mi habitación y tomaba mi blusa negra que me llagaba al ombligo y no dejaba nada a la imaginación e iba por mis pantalones cortos color durazno.

15 minutos después, ya estaba afuera bañada, maquillada y perfumada, luchando por ponerme mis vans negros.

Recogí mi cabello en un moño, pero aun así quedó casualmente desordenado.

Tomé mis lentes ahumados estilo John Lennon y salí.

-Estás demasiado violable.- dijo Konohamaru mientras me miraba y se paraba.

-Bueno, pero no soy yo la que está usando cuero y destila rebeldía. Eso te hace doblemente violable. - dije mientras le deba un beso casto y salía de mi piso.

-¿Auto o Moto? - pregunté mientras bajaba las escaleras.

-Motocicleta, te ves demasiado deseable arriba de ella. - comentó.

Sasuke y Sakura estaban en el sillón jugando algún video juego, pensé en saludarlos, pero ninguno de los dos se inmutó así que salí de la casa tranquilamente con mi novio siguiéndome.

Cuando salí me llevé una sorpresa, ¡dos motocicletas!

Una era la negra que Konohamaru había estado usando y la otra era Negra con plateado y tenía un cómico listón color rosa.

-¿Es enserio, Konohamaru? -pregunté emocionada.

-Bueno, te gradúas en un mes, considerarlo como tu regalo de graduación.

Chillé de emoción, brinqué hacia él y enrosqué mis piernas en su cintura mientras lo besaba.

-¡Eres un amor!- dije entre jadeos.

Él me dijo que tenía que seguirlo, así que fui detrás de él por toda la interestatal 57 sur, hasta que tomamos la interestatal 80 oeste. Según mis cálculos mentales habíamos conducido un poco menos de una hora.

Ya estábamos en las afueras de Tokio, cuando tomamos la salida y seguí a Konohamaru hacia una gran entrada. Bajé la velocidad y pude mirar el letrero: Yomuiri land

Chillé de emoción.

Estacionamos las motocicletas y entramos.

Todo era genial, me dirigí a los vestidores a ponerme el traje y el casco , cuando salí, él ya me estaba esperando con las armas en mano.

Me dio la mía y me deseó suerte.

Cargué el arma con pintura y sonreí con malicia.

Corrí al campo y me escondí detrás de un autobús abandonado, rogando porque nadie estuviera dentro de él y me disparara, sería estúpido que muriera al momento de apenas entrar al juego.

Miré a un tipo que corrió hacia mí apuntándome con su arma, no dudé dos veces y le disparé tres veces, dándole exactamente en el pecho, dejando grandes marcas de pintura roja, azul y verde en él.

Celebré mi gloria en silencio y corrí hacia otro lugar, ya que con los disparos me pudieron haber ubicado.

Sentí la adrenalina fluir por mis venas cuando me encontré con un chico refugiado en el mismo lugar que yo.

Levantó por un instante su caso y pude ver que era Konohamaru, sonriéndome descaradamente.

Intenté dispararle, pero corrió demasiado rápido mientras él intentaba dispararme a mí.

Corrí hacia una ciudad ficticia y me refugié atrás de un edificio miniatura.

Me quité el casco ya que me molestaba y lo tiré al suelo, quedándome solo con los googles y el estúpido traje blanco.

Me agaché para ver por un hueco si no había nadie alrededor de ahí, para correr e ir a esconderme al edificio de enfrente, pero alguien me tocó la cintura e hizo que desatara mi furia, pero era Konohamaru el que estaba ahí, sin casco sonriéndome.

Le disparé cuantas veces pude, por todo su cuerpo y el hizo lo mismo.

Si bien conté, fueron 43 veces las que le disparé, su cara estaba llena de color naranja, con azul, rosa, verde, morado, café y más colores, y no mencionar su cuerpo y su cabello.

-¿Es aquí donde tenemos que tirarnos y fingir nuestra muerte? - pregunté

Se rio.

-Sí, una muerte muy trágica.

Nos tiramos en el heno abrazados mientras nos reíamos de nuestra estúpida muerte.

-Estás tan hermosa, llena de pintura en la cara... Pareces un arcoíris.

-Ja, no te quedas atrás, bombón. - le contesté.

Él se río, para después besarme.

-Te amo. - susurró.

Dejé de besarlo y me separé de él.

-¿Que dijiste?

-Que te amo. - dijo con sinceridad.

Mi corazón dio un vuelco por milésima vez en este día, sentí algo que jamás había sentido, como si algo se estuviera descongelando y ése algo fuera mi corazón. No sentía mariposas en mi estómago, si no un maldito zoológico. Nunca nadie antes me había dicho que me amaba.

Casi tuve que reprimir mis lágrimas.

Me acosté en su pecho y dije las palabras que jamás hubiera creído escuchar de mi boca, pero que en verdad las decía por que las sentía de corazón:

-Yo también te amo.

The bet (NARUHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora