SEGUNDA PARTE DE: SOBREVIVIENDO A NUESTRO 5TO AÑO EN HOGWARTS - BLAIRON.
Esta historia se sitúa en el 5to año de Hogwarts, y posteriormente más adelante, del mundo de Harry Potter, solo que se va a contar en la perspectiva de Ron y Blaise, con obvia...
Al principio Ron se había frustrado. Había sido exiliado de su habitación, que siempre compartió con sus amigos, en su sala común. Luego también se frustró. Convivir con Draco, Theo y Blaise (por no decir todo el grupo que acampaban todo el día en la habitación) era horrible. Se levantaban temprano incluso los sábados, para hacer su rutina de belleza. Ron no recordaba ni un solo día en el que Parkinson no hubiese irrumpido en el cuarto, con su maletín de maquillaje y cremas, en bata de baño y con una muda de ropa levitando al lado. LITERALMENTE SE METÍA A BAÑAR CON THEODORE Y DRACO.
- ¿También se baña contigo? - le había preguntado Ron a su novio.
- Bueno, antes nos bañábamos los cuatro juntos - dijo Blaise mientras se elegía el primer conjunto de ropa del día - pero luego se despertaron más tarde para que me bañara solo. Fue como un acuerdo silencioso de hecho, porque ya sabes - le dijo su novio mientras le daba un besito - apareciste tú, mi amor.
Luego de ello, Ron se dio cuenta de que a pesar de que sabía mucho de los Slytherins, en realidad no sabía nada.
Otra cosa que fastidiaba mucho a Ron era el sexo. Con suerte lo hacían una vez al día. Malfoy era PEOR que Hermione. No le dejaba pasar no 5 segundos y ya estaba cantando TAREA-TAREA-TAREA, ya que:
- No dejaré que las notas de mi chocolatito bajen por tu culpa, rojo.
Luego estaba Nott, que siempre quería un abrazo y besito antes de dormir. Por lo que no podían meterse antes en la cama, porque el niño haría un berrinche digno del Rey de Roma.
Las chicas eran lo peor. Todo el día queriendo meterle cremas aquí y allá. Parkinson (la siempre acompañada por Cygnus Yaxley) siempre tenían algún chisme para contar. Astoria, siempre quería hacer bromas a los Hufflepufs. Ron reconoció que fue divertido meter ratas en su sala común.
También estaba su hermana, Daphne, que repartía a cada rato chocolates con forma de pito.
Por último, estaban Vincent y Gregory. Ron no tenía nada malo que decir de ellos. Eran los más tranquilos del grupo, y casi siempre estaban metidos en su rollo de novios cursis.
Pasaron dos semanas, y el pelirrojo entendió que no podía vivir sin Harry. Literalmente. Lo extrañaba demasiado. Así que decidió hablar con su mejor amigo. Estaba más que dispuesto a tener sexo 3 veces a la semana, fuera del ojo público.
- Quiero volver - les rogó a sus antiguos compañeros de cuarto en el desayuno - estoy reformado, lo juro. Me comportaré.
Al final del día obtuvo una semana de prueba. Y Ronald, para probar que iba en serio, se negó a tener sexo en los siete días.
- Me estás matando - se quejaba Blaise mientras intentaba darle una nalgada - pensé que me querías. No te bastó abandonarme, si no que también me quitas tu culote.
Ron había tenido que correr, muy divertido, de su novio que lo perseguía con las manos abiertas, intentando agarrarle las nalgas.
- ¡Las atraparé!
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