Yurina odiaba esta compañía y más que nada, odiaba a Nakamoto Yuta con entusiasmo. Cuando la llamaron de recursos humanos para tener una entrevista directamente con él supo desde un principio lo soberbio que era ese hombre.
No iba a negar que era atractivo, sin embargo, la forma en la que actuó al elegirla como su secretaria le hizo hervir la sangre, porque no la había elegido por su experiencia y dedicación, Yuta ni siquiera había visto su currículum.
Él la había elegido solo porque se veía sexy.
Y gracias a Dios que él nunca trató de seducirla como lo hacía con todas las recepcionistas lindas que entraban a su oficina, él la quería solo para recibir lagos de sus otros colegas. Nakamoto Yuta era un hombre promiscuo que según se veía, estaba pagando las consecuencias de sus relaciones inestables.
Ella estuvo toda la mañana hablando con seguridad y revisando las cámaras de vigilancia, esperando encontrar algo que pudiera decirke donde estaba la mamá de Aren, pero no había respuesta ni pistas sobre ello.
-Buen día, señor Lee-dijo al ver a Mark en la oficina de Yuta. Ambos estaban apoyados en el escritorio mirando todos los movimientos de Aren, quien ya estaba como por su octavo dibujo.
-Buen día, Yurina-respondió él.
-¿Pudiste encontrar algo?- habló ahora Yuta, claramente impaciente por la presencia de su supuesto hijo, ella negó con la cabeza y el bufó en protesta.
-Llegó solo en un taxi y fue el conductor el que lo ayudó a entrar. Ninguna mujer.
La habitación se llenó de silencio antes que Mark hablara para romperlo.
-Lo siento hermano, pero Aren se ve igual a ti.
De todos los hombres que trabajaban aquí, Mark era el único que había sido amable y generoso con Yurina, todo lo contrario a Yuta, ella todavía no entendía como una persona tan linda podía ser amigo de alguien como su jefe.
-Cierra la puta boca, Mark
Otra vez, ella se paró frente al hombre y lo regañó por el maldecir. El otro veía la situación muy divertida, la sonrisa en su cara lo delataba.
-Vocabulario, Yuta-se burló su amigo. Yuta solo rechistó.
-Hay alguna otra pista? Su mochila tal vez?-preguntó con esperanza.
-Aren-llamó al niño-. ¿Me darías tu mochila un segundo, por favor?"
El pequeño corrió hacia ella con la mochila roja, dándosela, no sin antes sacar un peluche que traía dentro y llevárselo con él nuevamente a la esquina de la habitación. Había una carpeta llena de papeles, certificado de nacimiento, identificación, vacunas y nada más que eso.
-Nada relevante-dijo al ojear toda la evidencia encima de la mesa. -Al menos él no es inexistente para el Estado.
Hoy se suponía que debía ser un día maravilloso para Yuta, y lo único que estaba ganando era atrasarse con sus trabajos y estresarse por una personita que, según los demás, era igual a él.
-¿No has pensado en una prueba de ADN?-Mark habla al ver que los dos se habían quedado sin recursos e ideas. Yurina abrió los ojos y asintió efusivamente a pesar de que Yuta estaba mirando a su amigo en vez de a ella.
-Piénsalo así, te haces el test y si tu no eres el padre, problema resuelto, lo dejas en un orfanato o algo.
A Yuta le había parecido la mejor idea, y es que estaba convencido que no tenía conexión sanguínea alguna con Aren, así que podría dejarlo al cuidado de otros, pero Mark sabía que él era muy fácil de engañar, y más estando borracho. Quien sabe cuántas veces no usó protección porque "tomaban la píldora".

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¡Sorpresa! » nyt
FanficYuta es todo un hombre de negocios que no tiene planes de casarse ni formar una familia, sin embargo todo esto cambia cuando alguien le deja un curioso regalo en su oficina y hace que todos sus deseos cambien. LIBRO #1