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CAPÍTULO 5: PALETA.

— CAPÍTULO 5: PALETA

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—Rumi Usagiyama

Justo al voltear mi mirada, mientras la esperaba, la vi. Estaba tan linda que juraría que en cualquier momento me iba a dar algo. Dios mío, ¿cómo podía hacerme sentir tanto esa chica? Todavía no lo comprendía.

—¡Rumi!— me saludó ella acercándose con una sonrisa.

—¡____...! ¡Hola! ¿Qué tal?

—Bien, ¿y tú?

—Bien, también, gracias por preguntar...— contesté sin entender muy bien porque esto se sentía un poco penoso, quién diría que de repente saldría con ella así porque sí.

—¡Genial! Entonces... ¿Quiere caminar? Realmente no sé hacia dónde porque realmente yo no fui...— mientras iba disminuyendo su tono de voz, se calló repentinamente.

—¿Tú no fuiste...?— pregunté a lo que ella negó con la cabeza.

—Nada, olvídalo. ¿Quieres ir a merendar algo? Sé de una cafetería que está por aquí cerca y sus tortitas son una maravilla, ¿quieres? 

—Me encantaría— respondí, a lo que ella me tomó de la mano sin previo aviso para empezar a caminar.

Ambas íbamos caminando en silencio, de vez en cuando chocábamos la mirada sin querer. Ninguna sabía que decir, yo estaba más que nerviosa, pensando en si me veía bien o si no le aburría estar sin decir nada; quería hablar, pero no sabía de qué o siquiera como empezar una conversación.

Pensando sobre qué hablar, la intenté mirar disimuladamente para ver si estaba aburrida o no, pero antes de eso nuestras miradas se volvieron a cruzar, haciendo que me sienta avergonzada por ser descubierta, ella me sonrió y apretó nuestras manos levemente, por el nerviosismo desvíe mi mirada.

Intenté respirar profundo para poder relajarme, pensando en que solo era una pequeña salida, no era una cita como tal, solo me dijo que quería verme. Esto... No es una cita, ¿verdad...?

Pronto llegamos al local, llegamos más rápido de lo que esperé. Al entrar, ____ aún no separaba nuestras manos, incluso las apretaba más haciendo que no tuviese oportunidad alguna de separarlas, me ponía nerviosa y mi corazón latía rápido, ¿qué pasaría si otras personas nos viesen así? ¿y si nos dicen algo? Estoy nerviosa...

—¡____-chan! ¡Cuánto tiempo, hace mucho no venías!

—¡Mi viejita favorita! ¿Cómo va todo?

—Oye, ¡deja de decirme así! Ni siquiera estoy en los 30, sé más educada!— ____ rió a escondidas mientras la mujer la miraba enojada— En fin... El lugar va cada vez mejor. ¿Cómo te va a ti?—preguntó antes de notar mi presencia, su mirada se quedó clavada en mí poniéndome nerviosa. Después de unos segundos la señora le hace una seña a ____ para que se acerque, soltando así nuestras manos.

𝗜𝗻𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗯𝗹𝗲 | Rumi UsagiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora