Estoy aqui para ti, pequeño gatito.

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Toda acción tiene su reacción, hay seres humanos que son concientes de esto y otros que no, Hanma pertenecia al segundo grupo. Este jamás pensó en las consecuencias de sus actos, actuando siempre por aburrimiento o adrenalina, dañando a muchas personas en el camino, hasta la llegará de azami, Todo indicaba que la pelirroja sería el karma a pagar pero ¿Y si Hanma era el karma de Azami por un pasado olvidado, abandonado y esconondido debajo de una alfombra como si de polvo se tratase?

[...]

Las hojas eran movidas por una sabre brisa de invierno, Miraba por su ventana como sus sueños se alejaban poco a poco, su mirada estaba completamente pérdida y su rostro inexpresivo, hoy se cumplía un año más desde el asesinato de su madre, con el culpable aún libre por ahí, haciendo de las suyas.

Aunque no lo pareciera, Azami lentamente se moría por dentro, Toda la situación que vivió y callo durante todos estos años la estaba consumiendo lentamente, por más que se fuera del otro lado del mundo aún sentía a flor de piel como aquel asqueroso hombre la tocó, le decía cosas, la golpeaba a ella y a su madre y al parecer nadie hacia nada,  nadie le importaba. Trataba de hablar con su abuelo pero este siempre la ignoraba,  “Ahora no linda, estoy ocupado, ve a comprar unos dulces si quieres” repetía una y otra vez cada vez que esta le pedía para hablar. “Ahora no azami, Mamá se siente mal” Decía cada vez que la pelirroja le trataba de pedir ayuda, “¡preste atención Señorita Tanaka, no es mi problema que no halla dormido!” decían sus profesores cuando esta se quedaba durmiendo en clase, y así podía seguir todo el día pidiendo a gritos alguien que al menos la escuchará al menos un segundo.   Ahogándose en sus propias lágrima cada noche, sintiéndose con el alma encadenada, sentía que no podría se feliz, que no se merecía ser feliz, se daba asco a si misma, no podía verdd en el Espejo sin sentir náuseas.
Cada noche esta lloraba en silencio, ahogando sus gritos en su almohada parecía liberar algo de ese peso que la acompañaba, tan solo tenía 11 años.

La pelirroja estaba cayendo lentamente, varias veces pensó en atentar contra su vida para así acabar con ese dolor pero ¿De que serviría? No tenía el coraje de hacerlo, pero cada vez se convencia más de que ella no debería de estar en ese mundo, que sería mejor acabar con todo ahora, ya no sentía nada, ya no era ella, le habían robado su inocencia y su infancia, le habían quitado lo que más quería.

—Joder— las lágrimas caían por sus mejillas, Azami río levemente, sacándose las lagrimas, levantose de la silla esta camino hacia el pasillo, quedando entre medio de la puerta y las escaleras.

Su casa estaba en completo silencio, esta miro por un par de segundos esta ennmedio de la oscuridad se sintió tan sola, tan vacía. Ya no soportaba más ese dolor interno que la devoraba lentamente, con una sonrisa algo débil, comenzó a subir las escaleras levantamente dirigiéndose hacia el baño, cerrando la puerta detrás de ella. Llenando la tina con agua esta se sentó en el borde, jugando con el agua.

¿Seria egoísta morirse? Pensaba una y otra ves pero, ya no tenía consuelo, ya no sentía que hubiera otro tipo de salida, sin pensarlo mucho esta se metió en la tina, con ropa y todo se comenzó a sumergir lentamente. En la mente de la chica siempre estuvo la pregunta "¿Que se sentirá morir?" Parecía que hoy lo iba a averiguar. Cerrando sus ojos lentamente sintió como el agua comenzaba a entrar por sus orificios, sintiendo una gran presión en el pecho, pero al parecer su cuerpo estaba tan cansado como ella que no trato de salir, cada vez se terminaba relajandose.

Debido a que la llave del agua seguía corriendo, esta comenzó a escurrirse fuera de la ducha, llegando a sobrepasar la puerta del baño.

La chica poco a poco comenzó a perder la conciencia, sintiendo como sus pulmones se llenaban de agua pensó que ese sería su final, por fin habían llegado al final del camino, abriendo un poco los ojos pudo ver a través del agua a un chico, no pudo reconocer su rostro.

—¡Mierda azami! — Decía mitsuya, Desesperadamente saco a la chica de la tina, agarrandola  se sentó en el suelo del baño con ella en brazos, el peli violeta estaba entrando en pánico, las lágrimas brotaba de sus ojos sin que el quisiera. Este rezaba que esta no se muriera, pero parecía que  su alma ya había abandonado su frío cuerpo.

[...]

Habían pasado cinco días desde el intento de suicidio de Azami, esta había Estado todo ese tiempo en coma  en el hospital, Mikey, draken, chifuyu y Takemichi se enteraron de lo sucedido a través de Mitsuya, estaban demasiado sorprendido por los echos.

—¿Y como esta?— Preguntaba Mikey, mirando a Azami a través del vidrio del hospital.

—Bien... Al parecer no sólo el agua le afecto... Tenía algunos días sin comer o dormir bien, la verdad no se. No soy médico— respondió el chico con la cabeza baja, mirando fijamente el suelo frío del Hospital.

—Mitsuya....— Susurro draken, apoyando una de sus manos en el hombro del chico, no encontraba las palabras correctas.

—Ella estará bien, veras que si—Dijo mikey, apoyando una de sus manos en el vidrio, se sentía levemente culpable al igual que mitsuya, el sabía su secreto pero ¿de verdad sabía con el peso que cargaba?

Draken y Mikey se despidieron de mitsuya, dejándolo a solas con a chica. Este entró a la habitación de Azami, sentándose a su lado mirandola entre lágrimas.

—Porque... Porque mierda azami— Decía con la voz completamente rota,apoyo la cabeza en la cama de la Pelirroja estallando en llantos, no encontraba consuelo alguno.  —Porque no me dijiste lo que pasabas... ¿Porque?— se repita una y otra vez, echándose la culpa.

Mientras este se lamentaba en silencio pudo escuchar como la puerta de la habitación se abría, levantando la cabeza vio como una chica de cabellos negros y ropa oscura entraba.

—¿Azami?— Dijo la chica sorprendida, tapando su boca con una de sus manos. —Que mierda hiciste gatito...— pregunto mientra se acercaba rápidamente a la cama.

—¿Quien eres?— pregunto mitsuya levemente confundido.

—Soy Akira —Contestó la chica mirando a mitsuya con leves lágrimas en sus ojos tomó una de las manos de la chica, apretandola fuertemente.

[...]

¡buenas noches! Espero que les halla gustado el capítulo.

A medida que pasan los capítulos puede que la redacción mejore  ya que, poco a poco ando volviendo a lo que era antes <3

doble vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora